XIXª delegación astur-colombiana
Se tardan más de 5 horas en recorrer los 145 km de distancia entre Pasto, capital de Nariño, y Mocoa, capital del Putumayo. (si hay suerte).
Si además hay que esperar la reparación del carro de seguridad que transportará a la subdelegación astur, entonces hay que añadir toda la mañana, que se utiliza para nuevas reuniones y para un recorrido rápido por el centro de Pasto, que incluye numerosas iglesias coloniales (en una de ellas una escultura que más bien parece de Lenin y que da pie a sabrosas especulaciones sobre el responsable del parecido entre «santos»..), escultura de Nariño, gobernación y mercados.
El recorrido carretero incluye un tramo sin asfaltar y problemático por el que ahora un día «se baja» y otro día «se sube», con centenares de camiones en el tránsito, y con..
un paisaje espectacular de reserva arbórea, de cascadas, de montañas que flanquean el rico valle del Sibundoy, habitado y protegido hasta ahora por abundante población indígena inga y Kamëntŝá en los municipios de Santiago, Colón, Sibundoy y San Francisco, ya en jurisdicción del Putumayo.
Y antes entre las montañas de Pasto la laguna Cocha, hermosa y cautivadora de otros pueblos como los Qillasingas, enlazando y reflejando en sus aguas los cielos y los montes, previo a la subida al páramo de Bordoncillo con sus característicos frailejones, guardianes de las aguas y nacederos de ríos.
El privilegio de disfrutar de manera complementaria de estos parajes, se comparte con los testimonios y datos previamente recogidos en Pasto de Nelly Salas a cargo de derechos humanos en Comunes de Nariño,
que cuenta la larga peripecia de quienes optaron por firmar la paz en 2016, 490 en esta región, pero que no vieron cumplidas las condiciones y compromisos de los gobiernos de Santos y Duque, y se encontraron con problemas en los espacios territoriales, estafados en los puntos del Acuerdo que más les afectaba a su reincorporación, y sometidos a amenazas y presiones que hicieron que muchos de ellos y ellas buscaran otros espacios territoriales donde intentar desarrollar proyectos, o incluso salirse de las filas partidarias para buscar la sobrevivencia por otros medios, o regresar en otros casos a los grupos armados.
Ñariño es el tercer departamento más afectado por la violencia actual, y «enrutar» a las personas y comunidades que la sufren no es tarea sencilla ni fácil para tratar que las autoridades e instituciones que tienen por cometido atender sus denuncias cumplan con su obligación.
En el mientras tanto (también mientras tanto el nuevo gobierno muestra resultados sobre el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de 2016) 59 firmantes de paz han sido asesinados, y otros 97 casos de denuncia de amenazas y desplazamientos forzados están a la espera de ser atendidos.
Tras la pernocta en Mocoa..(sí, aquella ciudad que fue afectada por avalancha en 2017 con el resultado de más de 1.400 personas fallecidas, más de 400 heridas, con un número oficial de 200 desaparecidos y más de 15.500 damnificados) la delegación sigue tarea en la zona del Putumayo..
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