La Fila.
Icononzo, río que gime en lo profundo.
El espacio territorial destinado a propiciar la reincorporación guerrillera a la vida civil había sido visitada por la delegación asturiana 7 años atrás, y ahora en la Fila, la nueva visita anima a las comparaciones.
La vida y andanzas de uno de los que fueron combatientes, Armando, refleja por si sola una generalidad de despropósitos en el incumplimiento fragrante por parte del estado de lo pactado con la dirección guerrillera:
Fue obligado a desplazamiento desde Marquetalia en 2018 al Cauca. Desde allí nuevamente a Tuluá. Allí asesinaron a uno de sus compañeros, y se vino para la Fila.
Se llama La Fila a sitio hermoso, en las alturas superiores, donde está situado el campo que era provisional para su tránsito a la desmovilización armada prevista en los Acuerdos de paz.
Allí si hace 7 años la guerrillerada fue quien de nuevo hubo de instalar cambuches precarios (como la hacía pero en total libertad en la selva antes del pacto para la paz), después tras diversas peripecias el gobierno, en base a lo ratificado, contrató empresas para colocar las condiciones para que las FARC se instalaran en este delicado tránsito.
Tales instalaciones, construidas con prisa y con malos planos, resultó que perjudicaban y perjudican a nacederos de aguas. (¿pero a que no habrá arquitectos ni otros técnicos que asuman responsabilidades por esa chapuza, ni tampoco por haberles colocados derivados de asbectos con componentes de amianto tóxicos?)
Si hace 7 años la delegación asturiana pudo escuchar, puso ver, y puso sentir, a veces mordiendo el barro a cuatro patas, las condiciones deplorables del campamento, ahora además hay otras derivaciones y dificultades, pues han nacido un centenar de niñas-os y la escuela queda a 40 minutos de duro camino: por eso reclaman que les pongan la escuelita en el espacio territorial.
Si 7 años atrás guerrilleras y guerrilleros reiteraban su compromiso para la paz, eso sí exigiendo que el gobierno cumpliera, con plazos, con procedimientos, con estructuras, con alimentación y salud, ahora ya se puede medir el alcance, consecuencias y cantidad de vulneraciones del Acuerdo.
Si hace 7 años la delegación asturiana pudo comprobar que numerosos autobuses de estudiantes universitarios llegaban hasta la zona, para conocer, para investigar, para curiosear a las personas guerrilleras y tal vez ofrecer algún grado de colaboración, ahora ya nadie se acuerda de ellas, y como en “el Coronel no tiene quien le escriba” tampoco hay mensajes favorables para quienes permanecen en La Fila, de Icononzo, o en otros espacios territoriales.
Aquel Pacto Juvenil por la Paz de hace 7 años ha quedado olvidado, pero sobremanera la ausencia de condiciones de seguridad, de tierras para cultivar, de “resultados” de la reincorporación, ha hecho que muchas familias se hayan ido. ¿algunos otra vez a la montaña?.. sin duda. Y otros tratando de buscar trabajos, momento en que son más vulnerables y se producen los atentados y crímenes (hasta 442) de firmantes.
Una de las excombatientes entrevistadas hoy fue prisionera muchos años hasta el Acuerdo de paz, que estipulaba la libertad: pero otras 300 permanecen en prisión 7 años después en grave incumplimiento de lo pactado, y en el salón de encuentros han colocado a uno de ellos, el comandante Simón Trinidad, que se pudre en las cárceles de USA, pese al montaje de su quinto juicio, y pese a las razonables demandas de que debiera aplicársele el acuerdo para dejarlo libre.
700 son los firmantes que permanecen en el Tolima, y sufren amenazas, estigmatización y asesinatos. ¿de parte de quien?..dicen que de todos, de paramilitares, de la fuerza pública y de las propias disidencias que las componen quienes antes eran sus compañeros.
Entretanto quienes quedan en La Fila tratan de impulsar una cooperativa textil, y proponen y exigen un rescate Memorialistico de lo que han sido, por lo que han puesto tantos esfuerzos y compromisos, y para que no los maten también históricamente.
Algunas de las personas que acompañaron a la delegación asturiana hace 7 años, ahora tienen funciones de gobierno, así que la responsabilidad en sus manos queda, para cumplimentar lo pactado , y para que se rompa la profecía de que en las condiciones actuales los muertos van a ser muchos más.*
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