Campaña para la PAZ.
Hiroshima 78.
Se cumple nuevo aniversario de las Bombas yanquis lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, y se vuelve a interpelar desde las alcaldías de aquellas ciudades japonesas, en el marco de la Red de Ciudades por la Paz ( https://www.mayorsforpeace.org/en/ que adscribe a 8.271 ciudades en 166 países), para que el trabajo conjunto de instituciones y personas haga posible la eliminación de las armas nucleares, tal como determina la ONU desde su Tratado de 2017.
Pero una cosa es el deseo y la necesidad perentoria del desarme, y otra la realidad rampante de las guerras en curso y el beneficio obsceno de las instituciones financieras que las promocionan, incluso aunque hayan sido declaradas ilegales por NNUU.
Algunas de las empresas que más financiación han recibido por parte de los bancos españoles son productoras de armamento nuclear, beneficiándose también de la militarización de las fronteras, y aumentando sus beneficios.
En sentido contrario un nuevo informe de ICAN y PAX (“Alejándose de la Destrucción masiva”) cifra en 109 los bancos, fondos de pensiones y otras instituciones en todo el mundo con políticas que restringen activamente las inversiones en empresas productoras de armas nucleares. Se considera una consecuencia de la campaña para desinvertir en entidades financieras que se lucran de las armas atómicas. https://www.icanw.org/109_investors_rejecting_nuclear_weapons_dont_bank_on_the_bomb_policies_report
“Todavía” las inversiones son de 685,184 millones a disposición de 25 compañías y los 10 principales inversores en empresas productoras de armas nucleares tienen su sede en los Estados Unidos y representaron el 68% de la inversión privada mundial total en estos constructores de destrucción masiva.
Las tendencias de inversión sostenible y ética están transformando el panorama financiero y las armas nucleares son incompatibles con la sostenibilidad o la ética. Ahora que las armas nucleares son ilegales, las instituciones financieras tienen la responsabilidad de poner fin a la financiación existente y prevenirla en el futuro.
MATSUI Kazumi, que preside esta Red de Alcaldes/as por la Paz, y Alcalde actual de Hiroshima, declaraba este 2 de agosto en Viena, su agradecimiento y elogio por los esfuerzos para la paz de la Red, al tiempo que preocupación por que la guerra en Ucrania no muestre signos de llegar a su fin, y que Rusia haya repetido la amenaza del uso de armas nucleares.
Considera que la situación sigue contradiciendo los llamamientos serios y de larga data para lograr la paz hecha desde las ciudades bombardeadas atómicamente.
Recordó cómo durante la cumbre del G7 en Hiroshima celebrada en mayo, los líderes del G7, incluidos los del sector nuclear, como Estados Unidos, firmaron el libro de visitas del Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima después de visitar el Museo y haber escuchado a uno de los hibakushas (personas afectadas por las Bombas atómicas).
Sigue diciendo el alcalde que le conmovieron tanto esos mensajes que demuestran una comprensión profunda de la voluntad de Hiroshima: la oración sincera por una paz mundial duradera y la convicción de que Las armas nucleares nunca deben volver a utilizarse.
En la citada Cumbre, se emitió la Visión de Hiroshima sobre el desarme nuclear, asumiendo la gravedad, y reafirmando su compromiso de lograr un mundo sin armas nucleares.
“La teoría defectuosa de la disuasión nuclear, que ahora está en estado de colapso, debe ser abandonada. Ahora debemos empezar a tomar medidas tangibles para la eliminación total de las armas nucleares. Con ese fin, Alcaldes/as por la Paz, para los cuales sirvo como Presidente, trabajará con nuestras más de 8200 ciudades miembro en 166 países y regiones, para promover la cultura de la paz, una cultura que renuncia a todas las formas de violencia. Al hacerlo, nuestro objetivo es fomentar la conciencia de la paz a escala mundial, creando así un ambiente que anime a los políticos a seguir políticas exteriores a través del diálogo. Todos los que nos reunimos aquí hoy compartimos el mismo objetivo final de hacer realidad un mundo sin armas nucleares, y la humanidad tiene la responsabilidad colectiva de lograr este objetivo.”
El señor MATSUI Kazumi reiteraba en esta sesión de esta semana en Austria el compromiso acordado con el desarme nuclear, como imperativo establecido desde el TNP de la ONU, e hizo un llamado a los representantes nacionales a reafirmar su obligación en virtud del artículo VI del Tratado de emprender negociaciones de buena fe para el desarme, y dar pasos significativos e inquebrantables para avanzar en la promoción de medidas concretas de desarme nuclear y no proliferación.
Y terminaba su interpelación el alcalde de Hiroshima: “Visiten las ciudades bombardeadas atómicamente” y “Pregúntense si les gustaría que sus hijas y sus hijos vivieran en un mundo con armas nucleares o sin ellas”.
Precisamente la Prevención es el asunto de mayor insistencia, también en la cumbre paralela de jóvenes (encabezados por estudiantes de Hiroshima y Nagasaki) que se reunían y compartían sus experiencias al mismo tiempo que su delegación de alcaldes y alcaldesas.
“La prevención de estas consecuencias [catastróficas] debe estar en el centro de nuestros esfuerzos colectivos para lograr y mantener un mundo sin estas armas”.
El TPNW de 2017, que prohíbe las armas nucleares y las declaró ya ilegales, sigue sin ser ratificado ni firmado por España.
El TPNW complementa al TNP (de No Proliferación, aprobado en 1968 y que entró en vigor en 1970) y apoya la implementación efectiva del Artículo VI, que compromete a los estados con armas nucleares a negociar el desarme nuclear.
Un centenar de revistas médicas de todo el mundo lanzaba un inusual llamado conjunto a actuar de manera urgente para eliminar las armas nucleares ante la «importante y creciente» amenaza de una catástrofe.
«El peligro es importante y creciente», escriben en un editorial conjunto los editores jefes de once revistas de prestigio, entre ellas BMJ, Lancet, JAMA o New England Journal of Medicine.
«Los Estados poseedores de armas nucleares deben eliminar sus arsenales nucleares antes de que estos nos eliminen a nosotros», dice el artículo.
«El hecho de que todas estas revistas de primer plano se pongan de acuerdo para publicar el mismo editorial señala la urgencia extrema de la crisis nuclear actual», declaró Chris Zielinski, de la Asociación Mundial de Editores de Prensa Médica.
El texto se publica la misma semana de la reunión en Viena del comité preparatorio de un nuevo examen del Tratado de No Proliferación Nuclear de la ONU.
El décimo examen de este tratado en 2022 no culminó en una declaración conjunta.
Este domingo también se conmemora el 78º aniversario de la primera vez que se usó el arma nuclear contra civiles, en el lanzamiento de la bomba atómica de Estados Unidos contra la ciudad japonesa de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945.
Cualquier uso de un arma nuclear «sería catastrófico para la humanidad», afirma el editorial.
«Incluso una guerra nuclear ‘limitada’ que implique solo 250 de las 13.000 armas nucleares en el mundo podría matar 120 millones de personas y provocar una perturbación climática mundial que conduciría a una hambruna nuclear y a la puesta en riesgo de 2.000 millones de personas».
¿A qué espera el gobierno y el Congreso español para asumir el Tratado de Prohibición de armas atómicas?. Es lo que se preguntan los numerosos ayuntamientos, asturianos y españoles que han aprobado moción al respecto.
Las hibakushas, como la niña Sadako Sasaki, que inmortalizaba la acción pequeña y universal de crear grullas de papel en la lucha por la paz, nos lo sigue recordando, junto a las otras escasas hibakushas sobrevivientes a las Bombas.
El horror del mayor atentado terrorista de la Historia se muestra parcialmente en el museo de Hiroshima, (que tuvimos ocasión de visitar y Respetar en 2014, los mismos días en que Israel –potencia atómica– estaba bombardeando de forma inmisericorde la franja de GAZA, y, en su rechazo, varios activistas y un exvicealcalde eran apaleados por protestar frente al Teatro Jovellanos en Xixón), pero también las grullas de papel, convertidas en bronce, como aspiración y propuesta de desarme atómico. https://vimeo.com/503388321
Hace dos años en el aniversario del bombardeo de agosto, se presentaba una nueva variedad de rosas en Valencia. Y le pusieron el nombre de Setsuko, una de las hibakushas japonesas.
La investigadora Matilde Ferrer dedicó la flor como homenaje a la activista por la paz y la prohibición de las armas nucleares, sobreviviente de las bombas atómicas, que había estado en el Congreso español con la campaña ICAN, premio Nobel de la paz 2017.
Al parecer la rosa Setsuko es una flor «de apariencia delicada, pero resistente», que no pierde las hojas durante el invierno y muta del tono anaranjado al rosado en las épocas de poca luz; no se marchita ni en los tiempos más oscuros.
«Ella lo llama la rosa de la esperanza», cuenta Ferrer, en referencia a la correspondencia mantenida con la señora Setsuko.
El desarme se posiciona con fuerza en base a principios esenciales para preservar la vida en el planeta, y para ello se deslegitima la posibilidad de que ningún país, grande o pequeño, siga teniendo o construyendo armas nucleares.
La Paz es un derecho humano a construir para preservar a la Humanidad.
Ojala los nuevos ayuntamientos asturianos se unan al de Xixón en la Red de Alcaldesas y Alcaldes por la Paz, para trabajar en ese sentido de forma más efectiva.
Mil grullas de papel
Mil besos
Mil abrazos
Miles de palabras
Miles de silencios
Miles de preguntas
Miles de mentiras
Miles de miedos.
Miles de llantos
Miles de olvidos
Miles de recuerdos
Miles de «basta»
Miles de niños
Miles de risas
Miles de sueños
Miles de caricias.
Miles de odios
Miles de errores
Miles de esperanzas
Miles de utopías.
Mil grullas de papel
para todos
y otras mil más urgentes
para Sadako
tan urgentes
como el Amor,
por su memoria
y por la nuestra.
ALEJANDRA MOGLIA.
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