Fiesta de Samartín 11-N
Sotrondio, 11 de Noviembre. Salón de Plenos del Ayto SMRA.
En el reconocimiento como Hijo Predilecto a Gaspar, Alba Nogueiro decía en nombre de Pachakuti:
Saludos Cordiales a la familia de Gaspar, a las organizaciones solidarias, a las autoridades.
Hoy es un gran día para Samartín con este reconocimiento unánime a uno de los suyos, Gaspar el misionero que araba sobre la mar, como cantaron para siempre los Mejía Godoy, y cantaron y compartieron en la pista Linares de El Entrego en su época, honrando a Gaspar y su Memoria fértil.
En 1986 en juntanza de muchas y muchos poetas de las Cuencas, se publicaba «El Fusil de la Ternura«, para homenajear al cura guerrillero Gaspar, y en la presentación escribía el (actual) profe de Filosofía, poeta y ensayista nacido en Sotrondio, Luis Alfonso Iglesias Huelga, que hacía parte del COSAL-Nalón, el comité de solidaridad con América Latina, que siguiendo la senda trazada por Gaspar, organizaría hermosas, extensas y fructíferas campañas de fraternidad.
Ahora Luís, desde La Rioja donde trabaja, nos ha compartido unas letras, de las que leemos alguna estrofa:
“GASPAR GARCÍA LAVIANA, COMANDANTE DEL COMPROMISO
Se acostumbra a ejemplificar en metáfora gastronómica que la diferencia entre la participación y el compromiso se visualiza en unos huevos con chorizo, un plato sencillo y sabroso en el que la gallina participa pero el cerdo se compromete.
Este ejemplo, tan simple, no solo escenifica la trayectoria vital de Gaspar García Laviana en cuanto a la profundidad de su compromiso con la justicia social, sino también con respecto a la sencillez de su formato.
La solidez de sus convicciones en la defensa de los derechos mínimamente humanos del pueblo nicaragüense le llevó a la muerte el 11 de diciembre de 1978 a los treinta y siete años de edad.
Murió en una emboscada de la Guardia Nacional.. pero hay muertos que nunca mueren. Por eso sus principios llevan en sí mismos un fin hoy igualmente irrenunciable: la libertad, la justicia y la igualdad. Y por ellos fue capaz de retar en combate de boxeo al campeón de tal disciplina en Nicaragua en busca de fondos para una casa de acogida o de denunciar en voz alta la insoportable prostitución de menores que la dictadura somocista toleraba e impulsaba.
“García Laviana, Gaspar. Ángel, Miguel, Comandante Martín. Las Rozas (Asturias), 1941 – Nicaragua, 11.XII.1978. Sacerdote, poeta y guerrillero español”., así figura la entrada de la biografía de Gaspar García Laviana en la Real Academia de la Historia. Es cierto, un poeta que escribió Cantos de amor y guerra, al fin y al cabo el amor es la única posibilidad de transformar la guerra en paz. No puede ser más actual la figura de Gaspar García Laviana, el hijo de la Cuenca Minera, el misionero que como cantó Carlos Mejía Godoy “araba sobre la mar”.
Familia de Gaspar, organizaciones solidarias, autoridades, qué bueno que Gaspar comparta título honorífico con Maricuela, la eterna miliciana que nos dejaba este año, en longevo ejemplo de compromiso, como Gaspar.
Ojalá este reconocimiento inspire también a la Academia, a la Universidad asturiana, para compartir investigaciones, tesis, estudios necesarios no solo para que la Memoria se fortalezca, sino para que contribuya a reforzar las alternativas a cuerpo, a puro cuerpo de compromiso, para las transformaciones necesarias, para el cuidado de la Mama Tierra, para que las desigualdades obscenas dejen de existir y dejen de producir las dignas rabias que Gaspar y su gente sintieron ante la humillación y la explotación del campesinado nicaragüense:
«Me hieren tus mortajas/ prematuras/ de hambre/ serena.// Me hieren/ tus huesos/ entubados/ en pieles sedientas.// Me hieren/ tus ojos/ humillados/ hendiendo/ la tierra.// Me hieren/ tu duro trabajo/ y tus malas cosechas.”
Nosotras, que tuvimos la suerte de tener en un alcuentru de muyeres a la comandanta Mónica Baltodano, autora de los cuatro tomos de Memorias de la Lucha Sandinista, queremos también recordar sus palabras, que nos enviaba en otro de los aniversarios de Gaspar:
“Pienso en vos, querido Gaspar, al rememorar tu partida. Tenías entonces 37 años, pero nos parecías más grande.
Fuiste de los sacerdotes y religiosas que guiaron a los chavalos y chavalas de entonces en el cuestionamiento frente a las injusticias que padecíamos. En tu querida comunidad de Tola, tu figura y tu voz permitieron construir un puño incuestionable que se sumó a la lucha, que por aquellos tiempos tuvo que ser con las armas en la mano y a la que, consecuentemente, te sumaste hasta entregar la vida.
Querías, como la mayor parte de nuestra generación, una Nicaragua libre de dictadura, libre de la guardia represiva, libre de calabozos y torturas para quienes piensan diferente. Libre de corrupción y chantajes. Pero también querías una Nicaragua con justicia social.
Trabajo honrado para todos. Tierra para los campesinos y campesinas. Fin de la odiosa discriminación a las mujeres, como lo escribió Carlos Fonseca. Te entregaste a la lucha por amor a los humildes y explotados, soñando una Nicaragua transformada.
Como dijo Sandino: ―¡Mientras Nicaragua tenga hijos e hijas que la amen, Nicaragua será libre!
Hasta donde estés, Gaspar, nuestro renovado compromiso de continuar tus nobles enseñanzas, vigentes hoy, como ayer, cuando partiste hacia las estrellas.
Gaspar, puedes estar tranquilo, desde tu Asturias querida, tu ejemplo sigue disparando auroras que nos iluminan a todos.”
Cuando nuestro compañero Arjona y el COSAL del Nalón organizaban conciertos y actividades por Nicaragua y en homenaje a Gaspar, por ejemplo en el polideportivo de El Entrego, colocaban en los carteles una figura del Ché. Del Ché asturiano, que es como ha insistido en llamarle la escritora Pilar Sánchez Vicente en el libro Mujeres Errantes, uno de los muchos que se exhibe estos días a la entrada de la Casa de Cultura, Gaspar García Laviana de El Entrego..
En cualquier caso, comandante de la justicia social. Mil Gracias.
CHUSO, como presidente la Asociación por la Memoria de Gaspar, dijo que:
Vivir con GASPAR GARCÍA LAVIANA
San Martín del Rey Aurelio. 8-11-2024.
Pleno reconocimiento de Gaspar García Laviana como Hijo Predilecto de San Martín del Rey Aurelio
Fe, revolución y justicia
Este 8 de noviembre de 2024 celebramos el 83 cumpleaños de Gaspar. En el “mes de los muertos” celebramos su vida, su sacerdocio, su lucha en el FSLN, su testimonio. Hemos tenido la suerte de que Gaspar ha sido una persona que pudo vivir y morir con dignidad, consciente del trance que atravesaba y del momento histórico que estaba viviendo con el pueblo Nicaragüense. Pudo despedirse de la vida luchando con pasión, con amor y con una inmensa esperanza, pese a la guerra que estaba viviendo. Se puede vivir y morir de muchas maneras y muchos han tenido la suerte de ser testigos de esta forma de hacerlo.
Quizás por eso, el sentimiento de presencia de esta vida de Gaspar en nuestra vida cotidiana es constante y se nos revela como fuerza, como aliento de vida y testimonio permanente. Este muerto no nos abandona. Forma parte de nuestra vida. Se nos hace presente cuando vamos al trabajo, cuando escuchamos a las mujeres gritar “nos queremos vivas”, cuando protestamos por la siniestralidad laboral, cuando nos sumamos a las movilizaciones contra el genocidio de Gaza cantando “Libre, libre Palestina” o contra las violaciones de los derechos humanos desde Nicaragua hasta España. Se nos hace presente en el dolor y la rabia por las muertes de las riadas recientes en el Levante.
Cuando Gaspar muere en combate su actividad está sin terminar y podemos decir que permanece inacabada en tanto nosotros no seamos capaces de continuar con su amor eficaz y liberador para todas las personas y seamos semilla revolucionaria y creadores de conciencia solidaria e internacionalista.
Hoy Gaspar nos recuerda que hay otros millones de muertos, sin nombre, sin memoria que esperan ser rescatados del olvido colectivo: los presos en Nicaragua y en tantas partes del mundo, las personas desaparecidas en tantas fosas comunes en México, Colombia, Argentina, Chile, España…y en el Mediterráneo o la ruta canaria, los más de 40.000 muertos masacrados en Gaza, los olvidados en África.
Y Gaspar nos dice, estos muertos son también nuestros, por nuestro silencio o complicidad. Personas muertas que piden no ser olvidadas y que las historias de abandono, de violencia, de injusticia, de barbarie, cuyas vidas representan, nunca más se repitan.
Gaspar hoy nos pide que saldemos la deuda de llanto, de grito, de justicia y reparación que tenemos con todas esas personas muertas que claman ante el desamor y la falta de un amor eficaz y liberador que cambia y transforma revolucionariamente la vida de hombres y mujeres. A esta ingente tarea nos invita y compromete recordar el nacimiento de Gaspar hace 83 años.
Agradecimientos. Al Ayuntamiento. A los grupos municipales. A todas las personas que firmaron y trabajaron para que este reconocimiento sea una realidad.
¡¡Gaspar Vive!! La lucha continua. Continúa la tarea.
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