Ha partido la presidenta de la asociación de Madres de Desaparecidos de Argentina, más conocida como Madres de la Plaza de Mayo, en un domingo de seronda asturiana.
La única Lucha que se pierde es la que se abandona.
Y hemos conocido la noticia en Taranes (que apela al dios del trueno), junto al impresionante pico de Tiatordos, en el concejo de Ponga, a cuyos montes y primeras nevadas hemos podido dedicar los primeros y los postreros recuerdos de Hebe de Bonafini.
Tal vez la mayor revolucionaria argentina contemporánea, nos dejaba a la misma edad que lo hizo Fidel Castro, persona y personaje con quien tuvo fructíferos encuentros, y significativos mítines en la Plaza de la Revolución de la Habana, muy apto para que jóvenes aspirantes de la transformación social encuentren legítima y profunda inspiración .
Toda una vida plena de búsqueda de la Verdad, de pelea por la Justicia, de sabiduría colectiva de las Madres, nos dejan en momentánea orfandad, a millones de personas con aspiraciones similares, y a nosotras que os Queremos tanto, Madres de la Plaza.
Las Madres, ya se sabe, comenzaron su andadura en la plaza de Mayo cuando la dictadura argentina no permitía reuniones de pocas personas, y echaron a andar.
Hebe y las Madres no han parado, y este jueves último han completado 2.327 marchas de todos los jueves continuados, ejemplo de persistencia y de resistencia, junto a centenares y miles de otras marchas y movilizaciones por todo el territorio argentino en el combate a la maldita impunidad de los militares asesinos y sus cómplices.
A este jueves último ya no pudo acudir Hebe, pero sí al anterior, completando un ciclo poderoso de presencia física, ética, revolucionaria, de sanación, difícil de igualar en cualesquiera circunstancia.
Hebe representa como nadie a las señoras a las que arrancaron sus Hijos y Hijas , y los lanzaron al limbo del «no existen, no están más, están desparecidos» como cínicamente lo expresó el militar genocida,
las señoras Madres que se inventaron formas de resistencia y protesta en los momentos en que ni dios se movía tras el cuartelazo, y se fueron a las iglesias, a las plazas, a las calles, y pasearon cuando les dijeron que no estuvieran juntas, y exigieron Con Vida a sus hijos, y dieron guerra en el estadio de fútbol en el mundial (¿Cómo ahora en el mundial en otra dictadura como Qatar ¿) cuando tanto periodista fue cómplice leal u obligado del Silencio oprobioso.
Esas Señoras Madres, que tras la caída de los militares recibieron nuevas bofetadas de los gobernantes nuevos, que dieron punto final, alegaron obediencias debidas, y contrataron la maldita Impunidad, pero que en vez de irse a casa…
siguieron buscando a sus Desaparecidos, e inventaron y fortalecieron espacios, conquistaron la Plaza (entonces, en la dictadura, que nadie se atrevía, y ahora, que parece más fácil, pero no de la forma, ininterrumpida, durante 45 años, todos los jueves, toda una Vida..)
y se inventaron con los jóvenes programas, mercados en medio del desastre económico, una Universidad para formar de otra manera y hacer perdurar la Memoria y la Lucha de sus Hij@s, y una imprenta, y una emisora, y un Congreso de Salud Mental y DDHH, y Otro Congreso anual de Economía alternativa, y se lanzaron, sí, a construir casas en lugares donde nadie se atrevía, en las villas miseria, y siguieron exigiendo Justicia, Reparto de la Riqueza..
Luego vinieron tiempos en que las Madres encontraron un trato distinto en la Casa Rosada. La Maternidad colectivizada encontró que en ese palacio contra el que habían dirigido la más simbólica y efectiva de las movilizaciones permanentes, cambiaba de lenguaje y mostraba hechos: retratos de genocidas que salían de despachos oficiales. Centros de Tortura que pasaban a ser espacios de Cultura. Leyes de impunidad que eran revisadas y genocidas y torturadores y asesinos que empezaban a ser condenados y encarcelados.
Sabido es que a las Madres les desaparecieron también a tres de ellas, incluida su primera presidenta Azucena Villaflor , precisamente el día internacional de los ddhh, en 1977, y que Hebe fue electa presidenta, pero también se produjo una disgregación entre ellas, con la llamada línea fundadora.
De ambos grupos hubo presencia y testimonio en Asturias: en 2006, en un encuentro propiciado por el gobierno asturiano, Mirta Acuña de Madres-Línea Fundadora estuvo en el Auditorio de Oviedo (donde también tuvo participación el actual Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda).
El otro grupo de Madres, mayoritario y oficial, que ha presidido hasta ahora Hebe de Bonafini, ha tenido abundantes encuentros en variados viajes a nuestra tierra.
Las Madres tienen parque y placa en Xixón, a cuya inauguración acudieron en una de sus visitas. Y en todas han alternado la audiencia institucional (con alcaldes, con presidente de gobierno, con rector de la UniOvi) con conferencia masivas y concentraciones en los lugares donde había reclamo y movilización, incluida la catedral de Oviedo, donde durante un año entero estuvieron encerrados los obreros de Duro Felguera.
Entraron a la cárcel de Villabona a visitar a los insumisos presos, acompañaron a los acampados de mina Jovesa, con los de Ambulancias, con los encerrados del Ciata. https://vimeo.com/773961552
La última de sus visitas fue organizada por Soldepaz.Pachakuti en un memorable alcuentru de muyeres en que Hebe compartía abrazo y mesa con Isabel Permuy la madre de José Couso periodista asesinado en Iraq, y con la embajadora de Palestina.
Al día siguiente la banda de gaitas de Corvera recibía con honores a la presidenta de las Madres en el Auditorio de Oviedo en un nuevo homenaje solidario.
Todas las anteriores fueron coordinadas desde el COSAL, comité de solidaridad con América Latina, y a su través se fortaleció un comité de apoyo a las Madres, que también realizaba conciertos en el Teatro Jovellanos, en la Casa de Cultura de Siero, en Luarca, en El Entrego, en Avilés…
Las Madres recibían en 2002 el premio internacional de DDHH del ayto de Siero, a cuyas actividades complementarias en colegios y casa de cultura acudió Beba, vicepresidenta a la sazón.
La historia de las Madres de la Plaza de Mayo es extensa. Es muy dura. Es muy fértil. Y parte de ella nos la contó Porota, con su ímpetu y pasión y sus canciones libertarias. Porota fallecía el año pasado y recordamos cómo en una de nuestras visitas a la Casa de las Madres se la presentamos a Monty, de la cuenca del Nalón, quien posteriormente realizaría su documental Los Labios Apretados, con potentes referencias del exilio republicano en Argentina y Uruguay.
Contra el hambre, que es un crimen. Por la redistribución de la riqueza. Contra la odiosa deuda externa. Son lemas de las pancartas que las Madres han paseado por la Plaza de Mayo.
Las Queridas Madres, que han universalizado el símbolo rebelde del pañuelo blanco, se han convertido en las internacionalistas más consecuentes, y forman parte de la vanguardia mundial de la Dignidad.
En el ahora famoso pozu Sotón, las Madres también han protagonizado una de sus dos mil historias: En una jornada que fue gloriosa, ya que desde muy temprano dos de las madres, Hebe y Juanita, viajaban desde Siero, donde los profesores Enma y Pablo las habían alojado, y llegaron al pozo, hablaron por el megáfono a la asamblea de las 6 de la mañana en la lampistería ante un auditorio sorprendido y regocijado, que aplaudió con rabia el mensaje de solidaridad y de exigencia de vida de las Madres, y después de ser recibidas también por los ingenieros, entraron en el Sotón, pasaron por uno de los talleres de arranque agarrándose a las mampostas, dialogaron con los mineros, mancharon de polvo carbonífero sus pañuelos de rebeldía, se asombraron de la dureza del trabajo, salieron al exterior y visitaron el comedor, donde conversaron largo y tendido con las trabajadoras, atendieron a la prensa y, después, en Langreo, visitaron la Alcaldía, fueron entrevistadas en Radio Langreo… y continuaron la jornada en la tarde con un llenazo sorprendente en la Casa de Cultura.
Alguna gente asturiana ha podido ver después ese pañuelo con carbón asturiano exhibido junto a miles de recuerdos de la larga lucha de las viejitas, en la casa de las Madres, en la plaza del Congreso en Buenos Aires, y algunas de las fotos en el Sotón han estado después en los libros de investigación, en la documentación abundante que han generado estas mujeres peleonas, símbolo preclaro de la lucha contra la impunidad de la brutalidad militar.
Hemos tenido la inmensa fortuna de haber sido invitados a tomar la palabra en una Marcha de la Resistencia (celebrando los 25 años de las Madres http://www.pachakuti.org/spip.php?article396 ), y al final de una de las marchas de los jueves. De haber sido entrevistados por la propia Hebe en la Radio de las Madres, y en haber recibido, hace escasas semanas, nueva llamada de Hebe para comentarnos que iba a volver a reproducir sus impresiones en la radio, de sus visitas a la tierra asturiana.
También hemos estado presentes en el momento de la derrota electoral del proyecto neoliberal hambreador y vendepatria contra el que Hebe y las Madres pusieron el cuerpo, como ellas dicen, convencidas de que esa lucha era la misma en la que andaban sus hijos y había que darla desde la vida concreta y la realidad concreta, siempre dentro del campo nacional y popular, con banderas como Evita y el Ché, que siguen convocando a esa Patria Grande Latinoamericana que se construye hoy con ejemplos inclaudicables como el que Hebe nos deja en este día.
Hasta la Victoria Siempre Querida Hebe.