Queridos compañeros, les escribo para darles las gracias por haber contado con nosotros en tan loable labor y contribución con los pueblos oprimidos. Es inevitable escribir únicamente como parte de una organización que al igual que ustedes, todos los días hace un aporte a la constante lucha por la defensa de los derechos que nos pertenecen a todos; también les escribo como mujer, ciudadana, amiga, compañera y colombiana.
Haber compartido estos tres días me han llenado de más fuerza, más esperanza y más convencimiento de que otro mundo es posible; fue como si aquellas valientes mujeres, resistentes, combativas y llenas de dignidad me dieran un empujón más a la vida y a la libertad que todos deseamos.
Pude ver encarnada en ellas la unidad del pueblo palestino, su resistencia a una injusta y dolorosa invasión que les ha privado de cualquier expresión libre y soberana, que les ha privado de la vida misma; la valentía de los afectados por las represas que las multinacionales construyen en Brasil, arrasando sin compasión con todo aquello que represente un “peligro” para sus intereses; la tierna conciencia y compromiso de aquellas niñas indígenas que llevan en su alma marcado a fuego el valor de la vida, de la cultura y de las costumbres que las llenan de orgullo y fuerza para seguir reclamando a viva voz que les respeten, que no les torturen, que nos le maten; las mujeres mexicanas que viven en una constante búsqueda de sus hijas, de sus hermanas, de sus madres quienes una mañana salieron dejando en su memoria la última sonrisa, pero también la constante esperanza; y, claro, una Colombia que sangra …. pero también lucha, y lucha como
todos estos pueblos que no han perdido la esperanza de que juntos haremos brotar una fuerza revolucionaria para cambiar el rumbo.
Juntos le cantamos a la vida, nos abrazamos en una sola voz, la voz de la solidaridad por palestina, por Colombia, México, España, Brasil, Sudan, Afganistán, Irak … porque a todos nos duele el dolor de los pueblos y por eso todos nos unimos en la construcción de la paz.
Queridos amigos de SOLDEPAZ, nuevamente gracias y ánimo para continuar con esta importante labor. Compañeros de ANDAS, del Comité de Mujeres Palestinas, Comité de Solidaridad con la causa Árabe, Movimientos de los afectados por las represas del Brasil, ANMUCIC, a todas las mujeres de la resistencia a la dictadura franquista, Justicia para nuestras hijas, Nuestras hijas de regreso a casa y Consejo Indígena Popular de Oxaca, por su esfuerzo, por sus enriquecedoras experiencias y por su valor, todo mi respeto, apoyo y agradecimiento.
Un fraternal y solidario abrazo
Luisa Fernanda Díaz
11 Nov 2004