Los grupos de estudio que han llegado a la Escuela Nacional del MST (en Guararema a 90 km de Sao Paulo), comparten en la noche, además de los espacios y los tiempos de alimentación, una presentación dinámica que incluye la adopción de consignas y cantos para cada uno de los 8 “núcleos de base” en que se han distribuido, para coordinar de forma rotatoria el tiempo de intensa formación.
Puede dar idea de cómo se autoidentifican las personas que han llegado a la Escuela (la mayoría jóvenes) el nombre que han escogido para cada núcleo: Abya Yala, Ayotzinapa, Berta Cáceres, 8 de marzo, Comandanta Ramona..
Uno de los espacios novedosos construidos en la Escuela lleva el nombre de Germinal, con fuentes y jardín tranquilo, en cuyo alrededor han ido entregando parte de sus cenizas algunas figuras relevantes de la lucha o de la intelectualidad : vemos el nombre de la chilena-cubana Marta Harnecker, o del cura belga Francois Houtart, con el que varias veces habíamos compartido en la Escuela y en los FSM, o en sendas conferencias en Asturias, entre otros.
En la región del valle del río Paraiba, visitamos un asentamiento (Nueva Esperanza), de 66 familias, con 22 años de conquistada la tierra, y con experiencias novedosas en cuanto a la práctica agroecológica y la silvicultura.
Los vaivenes del desastre climático están haciendo cada vez más impredecibles los tiempos de cultivos y cosechas, y las sequías anuncian la necesidad de cambios en los sistemas de cultivo, y en ese camino el MST (que en este valle del Paraiba, tan cercano al gigante Sao Paulo, no tiene muchas personas asentadas) está dedicando esfuerzos, formación, investigación y manos a la obra para mostrar resultados, que de todas formas precisan de apoyos económicos que el estado les niega.
El tiempo y la distancia, sin embargo, nos impidieron llegar a uno de los últimos asentamientos conquistados en este valle, en 2018.
Las familias del Campamento Egídio Brunetto, ubicado en el municipio de Lagoinha , ganaron la propiedad de la Fazenda Bela Vista, de 1.600 hectáreas, después de ocho años de lucha por parte del MST. El logro se produjo precisamente el día 17 de abril, Día Internacional de las Luchas Campesinas, en plena Jornada Nacional de Lucha por la Reforma Agraria.
Aquel momento lo registraron “con una cena agroecológica y una noche cultural”, protagonizada por la Juventud Sin Tierra, con homenaje a Egidio Bruneto (dirigente Sin Tierra, fallecido en accidente, que nos acompañó por su estado en Campo Grande en la primera visita a Brasil, en el siglo pasado, y con el que compartimos en un Encuentro de Solidaridad en el Alentejo portugués).
¡ Fuerza compañerada¡
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