Feminismos y diversidades en la lucha por la Igualdad.
La Asociación Asturiana de Sociología y el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología organizaron una mesa redonda en el CCAI el día posterior el 8 de marzo, que se quedó incompleta en su intención de debatir, en tiempo y formas: “Diversidad del movimiento feminista y sus desafíos de futuro”.
En la mesa, tras una presentación y moderación cuestionada desde el público (por su lenguaje masculino) representantes del Feminismo queer, del Transfeminismo, del Feminismo latinoamericano y de la Plataforma Feminista d’Asturies, entraron en materia.
A esa misma hora en Oviedo estaba transcurriendo una potente movilización por la escuela pública, que si bien no se relaciona directa y exclusivamente con la igualdad entre las personas, sí que entronca muy de frente con muchas de las demandas de Derechos de las corrientes diversas del feminismo.
Y el día anterior había ocurrido la muy fresca y multitudinaria y con mucha presencia juvenil del 8 de marzo, en Asturies y en todo el estado y en todo el mundo.
Eva de La plataforma feminista d´Asturies además de reivindicar el contenido original de “día de la mujer trabajadora” y su expresión “de clase”, puso sobre el tapete cómo las diversidades del feminismo tenían en la plataforma acuerdos expresos, para trabajar en conjunto cuando hay consenso, o para obviar temas, cuando no lo hay, como es el caso del debate sobre prostitución o sobre vientres de alquiler.
Janaina por el MST de Brasil expuso la versión del feminismo campesino y sus cambios en la historia de las luchas campesinas que llevaron a que, esta semana, más de 40mil mujeres del Movimiento Sin Tierra se movilizaran en Brasil, ocuparan haciendas y empresas, y confrontaran con los retrocesos gubernamentales ocurridos tras el golpe palaciego contra la presidenta Dilma.¡, declarando el 8 de marzo día de las LUCHAS de las Mujeres.
El “insulto” queer convertido en reivindicación de diversidades contra la institucionalización de algunos feminismos, y las particularidades de las propuestas, diversas, de las y los trans, completaban la mesa, que resultaba insuficiente puesto que muchos temas de debate habían sido planteados entre las ponentes.
Otros puntos de vista de los feminismos no fueron planteados: por ejemplo los relativos a lo feminismos comunitarios, que en otras ocasiones en esa misma sala, sí habían compartido mujeres del movimiento indígena, todos los otoños en los últimos 15 años en los alcuentros de muyeres de Pachakuti: entre ellas Berta Cáceres, del Pueblo Lenca de Honduras, feminista consecuente asesinada hace un año, por defender los derechos de las mujeres y de la Madre Tierra. Esa visión de la Igualdad en Derechos de las mujeres indígenas aporta además una mirada colectiva o comunitaria y una relación respetuosa y espiritual con la naturaleza, Pachamama.
Se podría incluso apelar a la introducción de la Mesa cuando se recordaba el origen del 8 de marzo, Pan y Paz de las mujeres rusas.
Al igual que se recordó a las mujeres kurdas, ( pero no las mujeres Palestinas o Saharauis) muy protagonistas en la defensa de sus Derechos, armadas y exitosas frente a una agresión de grupos fundamentalistas apoyados por Occidente, en la sala se encontraban varias personas que acaban de regresar de Colombia y han visto en campamentos guerrilleros en proceso de desmovilización cómo entre las primeras actividades estaban ocurriendo encuentros nacionales de género entre la guerrillerada.
Conocida es la interferencia del tema en esa paz zancadilleada en Colombia, y la posición tremebunda y en apariencia alucinante de los sectores más recalcitrantes de la guerra y de las iglesias evangélicas contra “la ideología de género” utilizada como argumento para mantener los privilegios de la guerra: lograron aunque por mínima diferencia, el triunfo del No a la paz en el plebiscito impuesto por Santos en octubre.
Y ese mismo ataque a la “ideología de género” sirve a los grupos paramilitares que sustentan con terror los privilegios del latifundismo y robo masivo de tierras para imponer toques de queda y exigencia bajo pena de muerte de comportamientos determinados de mujeres, jóvenes e integrantes de la diversidad sexual: y si no se cumple con ellos, sufren la pena subsiguiente, incluida la muerte. ( retirarse a casa a la hora que indiquen estos grupos, vestir de forma determinada y “sin el ombligo al aire” o impedimento de llevar abalorios, tatuajes, o ropas explícitamente prohibidas por líderes religiosos extremadamente conservadores, o esconder, bajo riesgo de perder la vida, la condición sexual diversa..).
En ese “ambiente” contrario a la consecución de la paz, y con un record en los últimos meses de asesinatos de líderes sociales, la mirada de género que se ha introducido en los acuerdos de paz entre gobierno y guerrilla fariana adquiere una impronta de mayor valor, si es que logra cumplimiento, pues los Derechos de las mujeres tendrían especial consideración. Y si es conocido que en las guerrillas a lo largo de toda la historia las mujeres tienen un protagonismo superior que la sociedad en que se insertan, en la paz a construir en Colombia esos Derechos esenciales, arropados por un fuerte y valiente movimiento de mujeres pacifistas, tendrían la posibilidad de que las demandas de igualdad no quedaran, otra vez, postergadas en tiempos de paz. Ese “feminismo pacifista” aporta elementos novedosos a las LUCHAS de las mujeres en este tiempo del siglo XXI.