Marcela Montoya – Comunidades de Resistencia – Colombia
Javier: Tú eres profesora en una comunidad, cuentanos tu experiencia.
Marcela: Yo formo parte de una comunidad campesina que fue desplazada en el año 1997 y con nuestra organización y nuestra resistencia una de las cosas por las que apostamos fue por la educación propia, para que los niños aprendan lo que nosotros queremos que aprendan y no lo que el estado nos quiere imponer.
En ese mismo proyecto, en esa misma construcción, fui a una comunidad en el Meta pero yo soy de Antioquia. Fui apoyar la educación de una comunidad de Civipaz en el Meta en el alto Ariari y allí llevo un año y ha sido mi primera experiencia y allí enseñamos la construcción de todo el proceso comunitario de esta comunidad y también de las distintas comunidades que hay en Colombia.
Javier: De dónde proceden los habitantes de esta comunidad.
Marcela: Son de la región. Ellos fueron desplazados por el ejército y por los paramilitares después del rompimiento de los diálogos. Estuvieron desplazados durante varios años en distintas partes del Meta y en el año 2005 decidieron regresar a una zona humanitaria para intentar recuperar sus tierras otra vez.
Javier: ¿Y en esa comunidad los respetan?
Marcela: Hasta ahora están en una zona humanitaria. No han incursionado directamente a la zona humanitaria porque sabemos que tiene un costo más alto y este lugar es reconocido tanto a nivel nacional como a nivel internacional y para ellos tiene un costo más alto meterse con la gente.
Javier: Digamos que la comunidad ha decidido que los maestros y las maestras no sean los habituales y ¿por eso estás tú en la enseñanza?
Marcela: Claro. Esa es la puesta de las comunidades, que los profesores y las profesoras sean jóvenes y gentes de la misma comunidad y no los que el estado, el gobierno impone.
Javier: Y después de un año trabajando ¿que nos puedes decir?
Marcela: Estuve durante todo el año 2008 y ahora también estoy de profesora, pero estos días me tocó buscar alguien que me reemplazara para poder venir a España. Y estaré por este año, porque luego me iré a mi comunidad o veré adónde voy.
Abilio Peña de Justicia y Paz de Colombia
Javier: ¿Cómo has dejado Colombia a tu salida?
Abilio: Pues la dejé paramilitarizada como hace muchos años, pero también con la resistencia de las comunidades frente a los agronegocios y los megaproyectos que le están afectando en su zona selvática como el caso del Curvaradó, Cacarica…
Javier: Ha habido en los últimos tiempos un grado muy alto de persecución a Justicia y Paz, ¿porque? ¿porque a el gobierno, las instituciones, el ejército no les cae bien Justicia y Paz?
Abilio: Creemos que el hecho de estar haciendo presencia directa en las comunidades, que seamos testigos directos de las agresiones de las que siguen siendo víctimas los campesinos y las campesinas y que se hagan después las denuncias. También se llevan los casos hasta instancias internacionales como la Comisión Interamericana ,y que se cuente con respaldos internacionales y esto hace que se conozcan esas injusticias y por lo tanto molestan.
Y ha habido logros significativos en materia de denuncia de la siembra de la palma aceitera o actualmente que le haya tocado a la empresa Muriel Coorporation que invadió comunidades indígenas y tuvo que retirarse temporalmente, y naturalmente eso molesta porque ha habido una relación.
Javier: ¿Ha habido una consulta entre los pobladores de esta zona minera?
Abilio: Hubo una falsa consulta que fue impulsada por la empresa Muriel y también por el Ministerio del Interior pero después, hace justamente un mes, 1100 indígenas y afrodescendientes decidieron hacer la consulta de los pueblos con presencia de gente de Guatemala indígena, Honduras… y dijeron No a la explotación y exploración de un Cerro sagrado, que es el Cerro Cara Perro.
Javier: La esperanza de que ese No comunitario decidido en esa consulta, ¿sea respetado?
Abilio: Si claro. Y ya están en un proceso de difusión de esa decisión y con el respaldo internacional que se viene dando, creemos que es posible que tenga su repercusión también en el interior del mismo estado colombiano.
Javier: También de forma reciente habéis tenido una dificultad, algún problema de seguridad en vuestra persona. Puedes contar algo.
Abilio: Primero la retención por parte de los paramilitares de un compañero nuestro que le tocó salir del país porque siguieron las persecuciones y también el intento de desaparición forzada de dos personas de nosotros que logramos salir de lugar de donde se tenía preparado y justo cuando estábamos saliendo de la zona del Curvaradó y del Jiguanandó.
También hay una campaña mediática muy fuerte de intento de judicialización de las personas de la Comisión de Justicia y Paz de las que hacemos trabajo fundamentalmente en la zona del Bajo Atrato.
Javier: Recuérdanos cuales son los recursos estratégicos o cuáles son los motivos para que haya tanto interés en la zona del bajo Atrato por parte de corporaciones multinacionales y que el ejército les proteja.
Abilio: En el Cacarica está la construcción de la carretera panamericana del plan Puebla Panamá. También el sistema de interconexión eléctrica con América Central se hace en esa zona. También la siembra extensiva de plátanos y de otros agronegocios en esa área. La plantación de palma africana con la intención de exportar agrocombustibles y ahora la exploración minera por parte de la Muriel Coorporation que es la filial de la transnacional poderosa Río Tinto de capital australiano, británico y ahora chino.
Javier: muchas gracias por tu testimonio.
Messilene Gorete da Silva – MST de Pernambuco
Javier: ¿Que has estado haciendo con esta gira por el estado español?
Messilene: Estoy en España por 11 días y estuvimos en Zaragoza haciendo un debate con las asociaciones de Aragón. Estuvimos socializando la experiencia del movimiento de los trabajadores sin tierra del Brasil y nuestras formas de lucha y también de resistencia y de construcción de una alternativa para el campo brasileño.
Javier: ¿Que inquietudes más importantes has dejado en el Brasil por parte del movimiento?
Messilene: La inquietud es lo que nos motiva a entender la lucha y la transformación sobre todo de un modelo de producción y una lucha común con el continente latinoamericano y en el mundo entero. Eso es lo que más nos motiva el que tengamos que unificar las luchas que es en defensa de la vida y de la humanidad. Y eso es lo que más nos motiva en Brasil por nuestra experiencia en España.
Javier: Ustedes están cumpliendo 25 años ¿cual es la valoración estos 25 años?
Messilene: El Movimiento cumple 25 años ahora en el 2009. Se conmemoró el 24 de enero. Para nosotros es un aniversario muy importante, porque somos jóvenes y el mismo tiempo ya vivimos mucho y tenemos mucho que sobrevivir y resistir. Estos 25 años simbolizan la experiencia de lucha en Brasil y es un ejemplo para el conjunto de las organizaciones latinoamericanas y al mismo tiempo nos coloca un desafío para la construcción de una soberanía que la llamamos soberanía alimentaria, soberanía energética, soberanía de la biodiversidad y soberanía de los pueblos. Son 25 años de celebración y al mismo tiempo cargados de muchos desafíos.
Javier: Felicidades, enhorabuena por el cumpleaños
Messilene: Muchas gracias