Entrevista “balance del año” a Javier Orozco. Coordinador del programa asturiano de protección a personas defensoras amenazadas de muerte en Colombia.
Concluye un año peculiar para Colombia, y en el caso del acompañamiento externo, el PAV-DDHH astur cumplía sus 21 años. Las 5 personas protegidas regresaron a la patria a primeros de diciembre.. Javier Orozco ¿cómo te sientes sin «tropa»?
Por momentos me siento solo, sin el apoyo del colectivo refugiado para algunas acciones que forman parte del trabajo internacional por Colombia y que requieren de las personas del grupo. Por otra parte, aliviado de la responsabilidad de tener aquí a personas que necesitan y demandan atención, planificación, apoyo, soluciones… y hay días de cansancio… pero hay que salir y cumplir con los compromisos, incluso estando con problemas de salud como me pasó este año, hay que estar ahí, disponible… y cuando hay problemas hay que sacar fuerzas, tener la claridad y la determinación para resolverlos y para animar al grupo acogido y a la gente asturiana que nos acompaña.
Hay que estar bien, ser respetuoso, unitario, contagiar optimismo en la lucha de los pueblos, estar atento, mostrarse fuerte y que avanzamos, como que ya nada nos sorprende, aunque a veces no sea así… Para animar a la gente solidaria hay que transmitir esperanza, aunque por dentro se flaquee.
El trabajo por la paz y por los derechos humanos es gratificante y vale la pena, vale la vida, pero también -en el caso de Colombia- resulta agobiante, desgastador, te sientes a veces, y tras cuarenta y tres años de lucha, como decía Héctor Mondragón frente a la contrarreforma agraria y las esperanzas campesinas de un reparto de tierras “Esta es una tarea de nunca acabar, es como sacarle agua al mar… con un pocillo.”
Pese a la pandemia las personas seleccionadas pudieron llegar, y la
delegación al terreno, la número 17 realizó sus tareas.. ¿la valoración
es favorable?
La visita asturiana a Colombia es muy importante para las organizaciones, comunidades y procesos sociales en un país en el que campea la fuerza armada y la impunidad, y en el que los medios de comunicación esconden, tergiversan, falsean la realidad para mantener el control y para evitarse observadores externos incómodos, que den cuenta por fuera del país del horror, de la descomposición y de la violenta inequidad imperante.
El informe de la Delegación asturiana, la cruda realidad colombiana que se da a conocer en esta parte del mundo, y la presencia de las personas acogidas y su testimonio directo, resultan complementarios con los hallazgos asturianos en el terreno.
La presencia internacional asturiana reconforta, anima a las personas que luchan y ayuda a proteger procesos sociales de base.
A Asturias se la valora y se la reconoce en Colombia por el programa de acogida, por la visita anual, por su constante actividad internacionalista y solidaria, más que por lazos o razones económicas, por ejemplo. Ser reconocida allende fronteras por la solidaridad y no por los negocios honra a Asturias, aunque no dejará de ser una gilipollez para quienes miden la vida en euros, no en valores éticos.
El número de aytos visitados o que tuvieron audiencia con el grupo ha sido significativo. Las organizaciones asturianas «se portaron»
adecuadamente respecto al PAV?
Hemos llevado la presencia, la voz de las gentes colombianas y las banderas de la paz con justicia social a cada vez más ayuntamientos y a otras instituciones que nos reciben y nos escuchan con consideración y con respeto.
Las organizaciones asturianas vinculadas a la solidaridad con Colombia también aumentan y suman con un ánimo unitario y con un compromiso que nos anima y nos reconforta. Algunas organizaciones llevan alrededor de veinte años y siguen ahí, a nuestro lado, construyendo un camino que nos dignifica a todos.
¿Recuerdas cuántas Cartas, cuántos pronunciamientos, cuántos textos
relativos a la seguridad de las personas defensoras han podido
facilitarse?
Desde antes de su regreso hubo varios pronunciamientos por la seguridad y por la vida de las personas que estuvieron acogidas este año. Desde las instituciones y desde las organizaciones sociales asturianas se expresó ante el gobierno colombiano la preocupación por la falta de garantías… en algún caso sirvió para que se re-asignara un esquema de protección y en otros para nuevos estudios de seguridad. Esos textos pidiendo que se les proteja son válidos y casi siempre son útiles.
También, en el contexto del estado y de Europa, hay elementos
comparativos, e incluso fuisteis a Extremadura a recoger un
reconocimiento..
El reconocimiento de la cooperación descentralizada española a los programas de protección es oportuno y es justo. España está, desde hace décadas, frente a una crisis sostenida del derecho de asilo por falta de voluntad política, no hay otra razón. El gobierno de signo progresista también incumple, a diario, la ley y los tratados internacionales sobre protección de las personas perseguidas. El premio lo recogió el Programa Asturiano en Cáceres por delegación expresa de los demás programas de acogida temporal que hay en el Estado, como reconocimiento al de Asturias por su trayectoria.
Ha sido también el año en que se conformaba una Interparlamentaria
relacionada con la paz y los ddhh. ¿hay la respuesta adecuada desde las instituciones para el nivel de violencia en Colombia?
El grupo interparlamentario es un paso muy importante para coordinar respuestas políticas ante la gravedad de lo que pasa en Colombia con el incumplimiento del Acuerdo de Paz firmado con las FARC, ante las dimensiones de la guerra con el ELN y con otras insurgencias, también ante el genocidio impune contra la dirigencia social colombiana.
Pero el gobierno de España -y la misma UE- no están jugando el papel que les toca frente a estas realidades.
Pareciera que sólo velan por la seguridad de las inversiones que tienen sus empresas en nuestra tierra, y la seguridad de las personas y la paz y los derechos humanos les resultan… accesorios, secundarios.
Hay tratados de comercio entre España y Colombia con cláusulas que los condicionan al respeto de los derechos humanos, pero desde el gobierno español no se dice ni una palabra al respecto. Por el contrario, condecoraron en Madrid con rey a bordo, hace pocos meses, al Presidente colombiano, IVAN DUQUE, un personaje tan inepto como inescrupuloso, apoyado en su elección por mafias del narcotráfico, responsable político de altísimos niveles de corrupción y del asesinato de al menos 1.200 personas que defendían la naturaleza, la paz, los derechos humanos.
Es muy lamentable ese mensaje implícito que da al mundo la Europa del capital: nuestra prioridad es la seguridad jurídica y material de nuestros negocios, nuestras inversiones en Colombia; las personas de ese país no son nuestro problema.
Los gobiernos de Europa sólo tienen la retórica por respuesta ante asuntos de calado, como el derecho a la paz y el respeto de los derechos humanos. Les aseguro que en países como Colombia las altas tasas de ganancia de las inversiones españolas, europeas y gringas, están relacionadas con los altísimos niveles de corrupción, de violencia y de despojo, todos impunes. Su competitividad, en buena parte, radica en ser beneficiarias del terror que roba derechos laborales y territoriales, y en las oportunidades de ganancia que genera la descomposición de la sociedad y del Estado.
En la autonomía asturiana, pese a las altas valoraciones (incluida la
evaluación anual en sede de gobierno) como que no quieren fortalecer el veterano programa. ¿será que hay mayor reconocimiento fuera de Asturias al programa?
Es evidente. En todo el estado y en Europa por donde he podido pasar, hay un reconocimiento unánime al Programa Asturiano de acogida a víctimas de Colombia. Creo que es un reconocimiento merecido por sus resultados y por el gran esfuerzo que hay detrás… son tantos años… El Programa fue recortado en su presupuesto en un 70% hace diez años, por el gobierno de FORO y luego por el PSOE, y así sigue, hasta la fecha, con los presupuestos para este año. Las altas valoraciones expresadas, la solidaridad que nos dan, las apreciamos, las agradecemos, pero no han servido para que reparen el daño que le hicieron a la solidaridad con Colombia hace una década. Es contradictorio, pero “ye lo que hay”, y sin embargo, ¡gracias¡
-«Año electoral año mortal».. ¿qué se precisaría y que está en juego
para el 2022 en materia de defensa de los DDHH?
El año que comenzó es crucial. Está en juego si Colombia sigue siendo gobernada por las élites que en dos siglos la llevaron a la situación lamentable en la que está hoy, o si le da la oportunidad a otras ideas y a otras prácticas políticas para sacarla del ciclo de despojo, violencias e impunidad. No se mejorará en derechos humanos si no hay paz, y la paz es justicia social, es diálogo y solución política al conflicto social y al conflicto armado. La agenda imperial necesita de la guerra en Colombia para recuperar con amenazas y violencia el control de los países de su “patio trasero”, y las elites criollas necesitan la continuidad de la guerra para seguirse forrando. La paz es una aspiración y una necesidad de nuestro pueblo, no es el plan ni es el propósito de unas élites parásitas que no mandan a sus hijos al combate.
Es previsible que, si la izquierda gana las elecciones por primera vez en dos siglos de vida republicana, si sus candidatos llegan con vida a las elecciones de marzo, de mayo, y a la toma de posesión del gobierno y del congreso en agosto de este año, la derecha fascista y narco-paramilitar querrá hacer aún más difícil la situación, más ingobernable el país. Tienen muy mal perder, aquí y allá. Es previsible, si gana la izquierda, que arreciarán las amenazas, los asesinatos, las masacres, el acaparamiento de bienes básicos para generar carestías y desabastecimientos artificiales… nada nuevo.
Ya el uribismo colombiano intenta seguir manipulando el miedo de las multitudes de cara a las elecciones de marzo. Está usando las redes sociales y los medios masivos de comunicación controlados por las élites y por los grupos españoles Prisa y Planeta, para alarmar con que viene el comunismo, que llega el demonio colorao… que “si gana Petro, estaremos como en Cuba o Venezuela”. Aquí en España he visto esgrimir el mismo fantasma, pero allá es peor. Es la profecía anunciada y propiciada. Necesitan alimentar el miedo para mantener el terror y el poder y con él seguir en el gobierno. Es de manual, lo han hecho en otros países hermanos de Nuestra América para hacer fracasar proyectos de sociedades equitativas y soberanas.
Ese es el reto este año y los siguientes, es nuestro reto en Colombia y es el reto para la diplomacia ciudadana y para la solidaridad desde Asturias: dar fuerza a la vida, dar apoyo a la esperanza, a la paz y a la justicia social, ¡ casi nada ¡
El camino se retoma en marzo próximo con el viaje de la XVIII Delegación Asturiana de Verificación de los derechos humanos que tiene previsto, además, convertirse en Misión de Observación Electoral en Bogotá y en las regiones en las que las víctimas del terrorismo de Estado están llamadas a votar bajo el control paramilitar. A pesar de eso y como en Chile, en Colombia también se abrirán las amplias alamedas.