Sociedad Cultural Gijonesa: fiesta y premio.
Entrega formal, reconocimientos, mensajes y felicitaciones recibidas desde Colombia, Argentina, Japón, Burgos, Suiza, Asturias.
El Colectivo Luciano Romero de refugio temporal colombiano es el alma, sujeto y objeto, del PAV, programa asturiano de atención a víctimas de la violencia en Colombia, rebautizado por el ejecutivo asturiano de forma más sencilla como Programa Asturiano de DDHH.
Luciano Romero estuvo acogido al PAV y asesinado a su regreso a Valledupar.
El colectivo Luciano Romero recibe hoy el premio Juan Ángel Rubio Ballesteros que otorga la Sociedad Cultural Gijonesa.
Juan Ángel Rubio Ballesteros fue un profesional de la medicina que además de su reconocido accionar humanista presidió y dio impulso a la Cultural Gijonesa.
Así que este premio al colectivo Luciano Romero: se dirige en verdad a un programa con más de 16 años de existencia en Asturias que ha acogido a 105 personas; se comparte con 12 organizaciones asturianas que dan fortaleza al programa y con 9 instancias de Colombia que amparan y colaboran en una alianza fértil para seguir defendiendo los derechos humanos y la paz, y en el que intervienen también instituciones como el ayto de Xixón, la Axencia asturiana de cooperación, la Oficina de Exteriores de Madrid.
Un programa que recibió también el premio internacional DDHH del ayto de Siero en el 2006, y otros reconocimientos como la investigación realizada por la universidad Politécnica de Valencia, y que ha demostrado que se puede realizar solidaridad efectiva desde la fortaleza unitaria, desde el respeto escrupuloso a las diversidades.
El premio de la Cultural es un premio también a la Memoria de Luciano Romero y Henry Ramírez, revictimizados y asesinados a su regreso a la lucha en Colombia.
El premio Juan Ángel Rubio Ballesteros al refugio temporal en Xixón, de una larga lista de mujeres y hombres que han llevado el nombre de esta tierra asturiana en sus corazones y a sus territorios de vida y esperanzas, formaliza asimismo un reconocimiento colectivo al coordinador del programa asturiano de ddhh, exdirigente sindical de los funcionarios-as del instituto de la reforma agraria, donde se fraguó unitariamente una fertilísima alianza con los sindicatos campesinos.
Precisamente esa determinación técnica-política de ponerse al servicio del campesinado ha constituido el núcleo de la venganza de la oligarquía colombiana para desmantelar el INCORA y el INCODER, y es que, con color modernizante en el gobierno, o con aspecto de latifundistas retrógrados en la oposición, se reparten los papeles para seguir esquilmando los recursos del país, con una insaciable avaricia que hasta ahora ha preponderado sobre los deseos de convivencia y paz de la mayoría de las gentes colombianas.
Paz y Justicia Social, y que este premio cuyos contenidos éticos y culturales están compartiéndose ya en Colombia, sirvan para reclamarle al ejecutivo colombiano que dejen de matar, que cumplan con lo pactado en los acuerdos para la paz, que desmantelen con premura todas las estructuras paramilitares.
Este premio de La Cultural este año con sesgo internacionalista también nos podría ayudar a visualizar otras reflexiones sobre la solidaridad y el internacionalismo asturiano.
Que ha tenido momentos de mayor relieve, intensidad y particularidades, por ejemplo:
-con la Nicaragua Sandinista agredida desde el norte. Un potente movimiento se generó en esta tierra, siguiendo la senda de Gaspar García Laviana, cientos de personas fueron en brigadas, miles de actividades solidarias se prepararon, durante una década escasa. Y ahí el núcleo organizativo fueron los COSAL. Con las elecciones del año 90 ese movimiento declinó, y quedaron unos años más de acompañamiento a procesos en El Salvador y Guatemala.
-En la década siguiente la insurgencia zapatista volvía a tener complicidad y eco asturiano en una Plataforma de Solidaridad con Chiapas que realizó trabajos por todos los rincones, conciertos exitosos, visitas a las comunidades y campamentos de paz. Y también en menos de una década, ese movimiento colapsó, en cuanto los del color de la tierra dejaron de aparecer en la tele.
-la solidaridad organizada con Cuba ha estado de forma más o menos permanente, con algunos momentos de mayor intensidad y logros incluso institucionales, y en otros ha flojeado pero sin desaparecer.
-el movimiento solidario con el Sahara, desde sus inicios fuertes a finales de los 80, se ha mantenido presente y consecuente por casi 30 años, de los 40 que lleva la traición franquista-monárquica al pueblo saharaui.
– de modo similar la actividad solidaria con Palestina.
-Probablemente tuvieron dimensión intensa también, antes, las solidaridades con quienes padecían dictaduras militares; posiblemente en esos casos el protagonismo organizativo fuera liderado por los partidos de la época, años 70, y con la presencia del exilio provocado por aquellas dictaduras.
-A esos seis movimientos solidarios que han tenido mayor impronta en nuestra tierra.. tal vez pueda añadirse ya la especificidad de la solidaridad con Colombia, de la que el PAV y el colectivo Luciano Romero ha marcado una impronta peculiar por los años que lleva realizándose, por las alianzas fraguadas, por la dimensión de la represión, por el número de visitas efectuadas, por las 105 personas del colectivo Luciano Romero.
Si admitiéramos esta sencilla reconsideración (merecedora de que desde investigaciones académicas se la pudiera sistematizar y evaluar) podríamos tener también la provocación muy actual de.. qué es lo va a pasa r, en términos de Solidaridad asturiana organizada , con Colombia en su actual tesitura.
¿La dejaremos de lado, (como ocurrió con Nicaragua-El Salvador-Guatemala, con Chiapas..), o intensificaremos la mirada y la acción fraterna l con sus organizaciones populares, sociales, indígenas, negras, campesinas, anti-extractivistas… en los próximos años..?
¿miraremos en otra dirección, o seguiremos aprendiendo de sus valientes luchas, de sus movimientos comunitarios y sus ansias de liberación que, también, nos podrían contaminar eficazmente en las SOLidaridades por venir?.