El conjunto de la delegación asturiana pudo entrar a la cárcel La Picaleña en Ibagué donde pagan prisión 5500 personas en hacinamiento oficial del 30%, y en uno de los módulos “de alta”, de Alta Seguridad, visitar y comunicarse con 40 presos políticos combatientes de FARC y ELN o bien acusados de pertenecer a esos grupos sin serlo.
La gestión exitosa de poder entrar es un logro de la FCSPP seccional Ibagué-Tolima, y en concreto de las activistas Flor Múnera, quien en la actualidad coordina también el comité de selección del PAV asturiano, y de Isabel Cristina, quien hace unos años estuvo protegida en Asturias.
Las penurias que cuentan los prisioneros no son nuevas, y ello de por sí constata la falta de decisión del gobierno de cumplir con respetar derechos de los reclusos (el citado hacinamiento, la ausencia de salud, el que el agua lo abran solo 20 minutos en la mañana y tarde, la mezcla de presos procedentes de las insurgencias con otros presos sociales o peor aún paramilitares de extrema derecha con los cuales deben establecer pactos, cuando la correlación lo permite, o simplemente someterse a sus órdenes en el control de los patios con peligro para sus integridades, la ausencia de asistencia de abogados en la mayoría de casos, el impedimento para entrada de materiales, para labores de subsistencia, o el amaño para que no entren las visitas comidas si no es que las compran a la entrada en un negocio paralelo en el que estarían involucrados o asociados personal del penal de la Picaleña. El maltrato a los familiares para acceder a las visitas, y las torturas sicológicas denunciadas delante de los carceleros.
Pero se acentúa la penuria carcelaria de personas autodeclaradas combatientes revolucionarios cuando se suma la incertidumbre sobre el futuro, signado por los acuerdos de paz que propiciarían el indulto y amnistía para la mayoría de ellos, o su paso a la jurisdicción especial para determinar si corresponde otro tipo de sanciones, de acuerdo al texto pactado.
Nuevos retrasos, de meses y años, que no se ven de la misma manera en el Congreso de la República, en las zonas veredales pese a sus dificultades, que en estas cárceles de exterminio personal, tal como fueron diseñadas desde EEUU.
Satisfacción sin embargo, en medio de esta terrible situación carcelaria, por haber podido comunicar, saludar y contrastar rápidamente algunas situaciones de este numeroso grupo de prisioneros de guerra, a la espera de su libertad para contribuir a construir paz en su país,
La siguiente ruta de la delegación, en contraste de libertades, es un recorrido por el río Magdalena, majestuoso, con garzas guardianas en las orillas, con cormoranes y martinpescadores, con mucha vida activa en numerosos puertos en su ribera.
Recorrido para llegar a Arenal donde se ha preparado una audiencia con comunidades, con organizaciones campesinas varias, con una cooperativa que hace centralidad de esas organizaciones para resistir el embate de las violencias, resistir el despojo territorial de las mineras, construir desde las identidades culturales que hacen de la región sus especificidades y hacer posible la alimentación sana, la defensa ambiental, la producción limpia y el rescate de las tierras usurpadas, en un camino de soberanía alimentaria y construcción colectiva , pese a los ataques permanentes del latifundismo y sus herramientas de terror, los grupos paramilitares cuyos crímenes pasados y actuales fueron denunciados con nombres propios, de los grupos que actúan y de los personajes que los comandan (Autodefensas Gaitanistas, acantonadas en Mil Estrellas, al mando de Morales y alias Mico, o el “comandante Aldemar” en San Luis-Arenal con 70 hectáreas de coca a su cargo, entre las 1000 has de tierras públicas en disputa entre los parceleros frente a los terratenientes de la palma, y otros campamentos en Norosí y en Tiquicio de paramilitares que el gobierno niega que existan).
Estamos en territorios usurpados para el desierto verde de la palma aceitera de ocupa miles de hectáreas y en cuya extensión los latifundistas han provocado destrucción de los humedales, de las ciénagas que constituían inmensa riqueza biológica de los márgenes del río mayor de Colombia. (el mismo del libro y película “El Amor en los tiempos del cólera” por el que discurren escenas con el actor español Bardem, que fueron rememorados en este tránsito en barca y en el cruce de brazos de río en lanchones transbordadores).
En Aguachica, cercana pero ya en otro departamento, centro del Cesar, la audiencia se produce en el salón de actos de un colegio, y los testimonios reproducen la brutalidad de la usurpación de tierras, incluida la conocida de Bellacruz con responsabilidad de quien fue embajador ante la Unión Europea, Carlos Marulanda, posteriormente deportado, pero dejado libre, pese a los numerosos crímenes cometidos.
Y están presentes madres de ASFADES la asociación de desaparecidos, contando detalles de sus hijos ejecutados y desaparecidos y de la ausencia de investigaciones para lograr justicia,
La relación de paramilitares con hidrocarburos, y la negativa de estas madres a llamarse víctimas, ya que dicen que las víctimas fueron sus hijos, ellas son sobrevivientes, y no quieren una nueva revictimización sino que su lucha se consolida en la fortaleza de no someterse a los victimarios asesinos funcionales a la dominación del modelo terrateniente.