El director Nicolás Echevarría , y la obra Eco de la Montaña abrirá la sección NATIVe en el festival de cine de Berlín.
El documental habla del fascinante mundo de los huicholes, que ha interesado no sólo a cineastas sino a una gran cantidad de personas de diversas disciplinas. Ellos son en definitiva el grupo indígena que mejor han conservado sus costumbres y la capacidad que tienen de tener un pie en su cultura y el otro en el mundo occidental.
“Eco de la Montaña” presenta una mirada a la vida y obra de Santos de la Torre, un gran artista Wixárika (huichol) que, como su pueblo, vive en el olvido. El público conocerá el infortunio de este artista que, a pesar de ser autor de un gran mural en la estación de metro Palais Royal en el museo Louvre, vive aislado e ignorado en su país.
Este no es el primer acercamiento que el cineasta tiene con el mundo huichol, antes se involucró con una historia sobre la importancia del peyote, y desde entonces no ha perdido contacto, “soy nayarita pero el mundo huichol no siempre fue abierto”.
La película ya ha tenido otros premios en 2014, «Eco de la montaña» se hizo acreedor del premio Mezcal a la mejor película mexicana en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el premio del jurado al mejor documental del Festival de Cine de Lima, y el Hugo de Oro al mejor documental del Festival Internacional de Cine de Chicago.
En marzo estará en el festival de cine de Cartagena, Colombia.
Nicolás Echevarría, es realizador de la también multipremiada película Cabeza de Vaca.
El pueblo huichol se llama a sí mismo Wirrárika o Wirraritari (en plural), y habita en los municipios de Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, así como en La Yesca y el Nayar, en el estado de Nayarit, y hay grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango, en donde se instalan los gobiernos tradicionales: San Andrés Cohamiata (Tateikie), Santa Catarina Cuexcomatitián (Tuapurie), San Sebastián Teponahuaxtlán (Wautia) y Tuxpan de Bolaños (Tutsipa) en el estado de Jalisco, y Guadalupe Ocotán (Xatsitsarie) en Nayarit.
Los Wirraritari cuentan con organizaciones comunitarias estables y complejas. El órgano político más importante es la asamblea comunal, que se reúne al menos cuatro veces al año. La asistencia es obligatoria para los jefes de rancho, al igual que para los hombres y mujeres adultos solteros. La asamblea cumple, entre otras, con las siguientes funciones: ratificar la distribución de los cargos, nombrar comisiones, convocar faenas, discutir asuntos políticos y económicos, y resolver conflictos de toda índole.
El sistema de cargos es presidido por el consejo de ancianos (los kawiterutsixi). Estos cargos, vitalicios, son reservados a las personas más destacadas entre los adultos mayores; generalmente se trata de chamanes (los que saben soñar), quienes han ocupado varios de los cargos importantes; conocedores de la historia mitológica, ellos consultan a los antepasados y ancestros deificados durante sus experiencias oníricas.