Reflexionar la solución del problema en
términos contemporáneos
y transformadores
En Peñas, el 14 de noviembre de 1781, los invasores españoles ajusticiaron a Julián Apaza, más
conocido por su apelativo de guerra: Tupak Katari.
Este héroe aymara fue descuartizado por cuatro caballos y sus miembros así despedazados
expuestos públicamente para escarmiento de los indios:
Su cabeza en el cerro K’ili K’ili de la ciudad de La Paz; su mano derecha en Ayo Ayo y su izquierda en Achacachi; su pierna derecha en Chulumani y su izquierda en Caquiaviri.
La inmolación de Tupak Katari culminó una de las más importantes manifestaciones de rebelión en estas latitudes. En 1781 La Paz y Sorata fueron cercadas por tropas indígenas. Sin embargo, el poder colonial español logró imponerse militarmente con el apoyo y auxilio de criollos y mestizos, posponiendo de esa manera la solución nacional indígena del problema colonial.
Años después, los criollos y mestizos que lucharon contra Tupak Katari, reclamaron para sí la independencia, en lucha contra su madre patria. Caso emblemático de este fenómeno es Pedro Domingo Murillo, quien de carcelero de Tupak Katari pasó a ser «protomártir» de la independencia boliviana. La culminación de la «guerra de independencia» criolla en 1825 no solucionó la liberación indígena, sino que la confundió aún más al establecer una nueva realidad estatal opresiva del indio: la república de Bolivia.
Esta es, pues, ocasión para que quienes estamos en la trinchera de la lucha de nuestros pueblos, reflexionemos sobre la naturaleza de la solución del problema nacional indígena en términos contemporáneos y de real poder transformador.
Supuestamente vivimos ahora tiempos de descolonización. Sería realmente descolonizador que el actual gobierno aliente ese proceso de reflexión y lo plasme en una verdadera inclusión indígena en el poder y no con fórmulas metafísicas o con supuestas autonomías, tan insostenibles en sus pautas como lo es, en su terreno, la pretendida nacionalización de hidrocarburos.
De igual manera, puesto que hipotéticamente tenemos ahora «un gobierno indígena», este mes de noviembre — el mes de Tupak Katari — será seguramente honrado con actos públicos de conmemoración que empequeñecerán lo realizado por los criollos de la Alcaldía de La Paz, cuando el pasado mes de julio homenajearon a su protomártir, Pedro Domingo Murillo.
Del periódico PUKARA.
QULLASUYU
Bolivia
Tupac Katari.