Rechazo a la escalada militar.
Manifiesto ante las elecciones europeas el 9 junio 2024.
EN DEFENSA DE LA PAZ. NO A LA ESCALADA MILITAR QUE CONDUCE A LA III GUERRA MUNDIAL
NO AL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO
EN DEFENSA DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA
GARANTIZAR LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y DERECHOS DE LA CIUDADANÍA
1.- Las próximas elecciones europeas se van a celebrar en un contexto de extrema gravedad como consecuencia de la implicación de los países de la Unión Europea miembros de la OTAN en la guerra entre Ucrania y Rusia, dando apoyo armamentístico, económico y militar al régimen de Zelensky y aplicando una guerra de sanciones económicas contra Rusia, destruyendo el gaseoducto Nord Stream 2 que suministraba energía barata desde Rusia a Alemania. Dichas sanciones se han vuelto como un “boomerang” contra la economía de los países de la Unión Europea, especialmente de Alemania, cuyo PIB retrocedió el 0,3% en 2023 debido a la crisis de su sector industrial afectado por los elevados precios de la energía importados de Estados Unidos.
Las consecuencias del incremento del gasto militar para alcanzar el objetivo del 2% del PIB, exigido por los gobiernos de Estados Unidos, está provocando nuevos recortes en el gasto social, en salud y educación públicas, tampoco se ponen los recursos necesarios para superar la pobreza: según la tasa AROPE el 26,5% de la población en España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social en 2023 y el 9% con carencia material severa (7,7% en 2022).
La subordinación de la Unión Europea a los intereses y estrategia de Estados Unidos en el conflicto bélico impide establecer una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa con los países del llamado BRICS.
La espiral belicista de estas últimas semanas es muy preocupante, con los anuncios del presidente de Francia Macron de no descartar el envío de tropas a Ucrania, las declaraciones del ministro de defensa del gobierno alemán Boris Pistorius a favor de incrementar notablemente el gasto militar y restablecer el servicio militar obligatorio, y las recientes advertencias de la ministra de defensa de España, Margarita Robles, que “la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente” y “hoy en día, un misil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia a España”, o la posterior reunión del presidente Pedro Sánchez con representantes de la industria de defensa española. La reciente noticia de la creación en el puerto de Mahón (Menorca) de una base de apoyo logístico para la flota naval de la OTAN en el Mediterráneo ha provocado un gran rechazo social y político que ha obligado al Ministerio de Defensa a desmentirla (aunque su credibilidad es mínima).
Los riesgos de una guerra entre los países de la Unión Europea-OTAN y Rusia aumentan, así como la posibilidad de provocar la III Guerra mundial y el empleo de armas nucleares.
2.- Mientras la Unión Europea justifica su apuesta bélica a favor de Ucrania, sigue apoyando económica y militarmente al gobierno de Israel que está causando un genocidio contra la población palestina en Gaza. La condena de España y otros países del genocidio no están acompañadas de medidas prácticas para imponer el alto el fuego, aplicar sanciones económicas efectivas a Israel, romper las relaciones diplomáticas y oponerse abiertamente al apoyo militar de Estados Unidos al gobierno de Netanyahu. La pérdida de credibilidad de Estados Unidos ante la población mundial por su apoyo a Israel también afecta a la Unión Europea y le pasará factura política y económica.
3.- El descontento acumulado durante años de agricultores y ganaderos ante las políticas neoliberales de la Unión Europea estalló con grandes movilizaciones que se extendieron por la mayoría de paises de la Unión Europea, incluida España. El principio justo, democrático y ecológico de la soberanía alimentaria fue vulnerado por las políticas neoliberales aplicadas por las élites de la UE, que han favorecido las importaciones agrícolas y de ganado de terceros países en beneficio de empresas multinacionales, en condiciones de competencia desleal, sin respetar las condiciones mínimas sanitarias y fitosanitarias, lo que ha ocasionado el abandono del campo, el empobrecimiento del sector y la venta de tierras y pequeñas empresas a grandes empresas e inversores transnacionales como Monsanto, o Nuveen National Capital.
El otro gran beneficiario de las políticas neoliberales en el sector son las grandes empresas distribuidoras y centros comerciales que imponen bajos precios a las cosechas y productos de los agricultores y aumentan con exceso los precios de venta a los consumidores.
4.- La Unión Europea ha promovido sistemáticamente las políticas neoliberales en el conjunto de la economía. El objetivo del capital, bancos y transnacionales de adquirir nuevos sectores para lucrarse ha contado con la complicidad de los gobiernos y de la mayor parte de la clase política. Como resultado de dichas políticas se han privatizado numerosos hospitales, centros educativos, residencias de gente mayor, y se ha fomentado las pensiones privadas, que han contado con recursos públicos bajo la excusa de colaboración público-privada. Dichas políticas han incrementado la desigualdad social y excluido de dichos servicios a la población más vulnerable, con consecuencias terribles durante la pandemia del covid-19 a las personas que vivían en las residencias de gente mayor y fueron excluidas de su traslado a hospitales, provocando miles de muertes evitables.
La denuncia de las políticas neoliberales de la Unión Europea, su imposición antidemocrática y centralista por las instituciones de la UE como la Comisión Europea, Consejo Europeo y el BCE al conjunto de la ciudadanía de la UE, donde el Parlamento Europeo no tiene pleno poder legislativo soberano e independiente, afecta a numerosos sectores y ámbitos de la sociedad, desde el equilibrio ecológico a los derechos políticos, cívicos, sociales y laborales de la ciudadanía.
Las personas a título individual que firmamos la presente Declaración llamamos a la ciudadanía a exigir a las instituciones de la Unión Europea, a los gobiernos e instituciones de los estados y a las candidaturas que se presenten a las próximas elecciones europeas a recoger y defender las siguientes reivindicaciones:
- En defensa de la paz y para evitar el dantesco escenario de una III Guerra mundial hay que hacer todo lo necesario para que finalice la guerra entre Ucrania y Rusia a través del diálogo y negociación. En lo inmediato, no enviar armas y apoyo militar a Ucrania, y retirar las sanciones económicas a Rusia. Impulsar una negociación internacional para establecer con el conjunto de países del mundo un sistema que respete el derecho a la seguridad de todos, disolviendo la OTAN como primer paso. En lo inmediato debemos exigir la desvinculación de España de la OTAN y el cierre de sus bases en territorio español.
- Condenar el genocidio del estado de Israel contra el pueblo de Palestina. Bloquear el apoyo militar y comercial a Israel hasta que cese el genocidio y reconozca el estado Palestino.
- Garantizar la soberanía alimentaria de los estados de la Unión Europea, protegiendo la agricultura de calidad, diversidad y cercanía. Controlar los precios de la cadena de valor que asegure que los agricultores no tengan pérdidas y los distribuidores y grandes empresas comerciales no especulen y abusen.
- Garantizar el derecho de la ciudadanía a acceder a los servicios públicos de calidad en salud, educación, protección social, vivienda pública de alquiler, pensiones públicas y una renta de ciudadanía que asegure los mínimos de una vida digna.
Llamamos a no votar a las candidaturas belicistas, conservadoras, de extrema derecha, y considerar la opción de voto favorable a las candidaturas que recojan las reivindicaciones indicadas en este Manifiesto.
24 de Mayo 2024
Otro Manifiesto: No a la militarización, no a la guerra
Con motivo de las elecciones europeas del 9 de junio de 2024, promovemos un movimiento contra la creciente militarización y las guerras.
Empezamos con un Manifiesto firmado por el más amplio abanico de organizaciones, movimientos y colectivos. http://nomilitarism.eu/castellano/
NO A LA MILITARIZACIÓN Y NO A LA GUERRA
Por una Europa de la distensión, la paz y la seguridad compartida
Desde hace meses, líderes políticos europeos abonan el terreno para que nos preparemos para una guerra. Más allá de si el riesgo de que estalle un conflicto bélico a gran escala es o no real, lo cierto es que las economías del continente ya transitan hacia unos presupuestos públicos de guerra y que las consecuencias de esta priorización llegan en un momento en el que el coste de la vida empieza a ser inasumible para grandes capas de la población europea.
La historia nos enseña que los momentos de militarización siempre son el preludio de la guerra, y para esta hace años que vienen preparando el marco de justificación. En 2014, los países de la OTAN acordaron incrementar sus presupuestos de defensa hasta el 2% de su PIB. Tras la invasión de Ucrania y el actual genocidio en Palestina, las prioridades políticas de la OTAN y de la UE se redirigieron a impulsar un aumento del gasto de los países en adquisición de nuevas armas, la incorporación del servicio militar obligatorio y la financiación de la industria militar para que produzca más y la creación de más fondos de financiación para desarrollar nuevos prototipos más letales y autónomos.
Desde la UE se ha impulsado el miedo a una posible invasión de Rusia a Europa para que la población apoye su política de rearme y militarización. En 2023, el gasto militar de los países miembros de la UE aumentó un 21,3% respecto a 2022, alcanzando los 289.300 millones de euros. Si a esto sumamos el gasto comunitario (7.537 millones) y los gastos del Reino Unido y Noruega (77.323 millones €) nos encontramos con un gasto militar total de 374.000 millones €, el segundo mayor del mundo, sólo por detrás de EE.UU., y casi 4 veces la de Rusia (100.000 millones €).
La Unión Europea está aplicando una absurda Política de Disuasión Militar: quiere mostrar a su adversario que dispone de mayores capacidades destructivas, que su poder es muy superior y que el adversario tiene que desistir de atacar. Esta política suicida, conduce inevitablemente a una escalada de tensión, a una carrera armamentística y a una espiral belicista, con el trasfondo de la amenaza nuclear y de sus consecuencias catastróficas, capaces de destruir la vida en el planeta varias veces.
El 9 de junio se celebrarán elecciones europeas y consideramos que puede ser una oportunidad para plantear nuestras reivindicaciones a las fuerzas políticas que se presentan. Es un momento clave, o apostamos por impulsar políticas de paz, distensión y seguridad compartida o acabaremos en una escalada militarista. Aumentar el gasto en defensa significa disminuir los recursos para la lucha contra el cambio climático, la reducción de las desigualdades y la equidad de género, la salud, la armonización de salarios o derechos de toda la ciudadanía.
Por todo ello, las organizaciones firmantes proponemos
Apostar por la distensión, lejos de la retórica amenazante y las espirales armamentísticas de la OTAN, que active el desarme, abra las puertas al diálogo y a la confianza mutua con el objetivo de desescalar los conflictos mediante el uso de la diplomacia, la negociación, la cooperación y la noviolencia. Estas políticas tendrían que desembocar en la finalización de la violencia armada en Ucrania, Palestina y otros lugares. Es necesario retomar la apuesta de los años 90 de una seguridad común y compartida sin exclusiones en Europa.
Impulsar una política exterior orientada a la paz, orientada a la seguridad humana, mediante instrumentos como la mediación, la diplomacia, la defensa de los derechos humanos o la intervención civil en conflictos para construir la paz
Fomentar espacios de diálogo entre movimientos sociales, académicos y políticos encaminados a elaborar propuestas de políticas de paz, de cuerpos civiles de paz, de defensa civil y de seguridad no armada. Potenciar los recursos humanos y económicos para la reconversión industrial militar en sectores productivos civiles de interés.
Promover activamente una paz ambiental sustentada en bases científicas, con políticas claras de descarbonización justas y seguras que minimicen y reparen los daños que afectarán a las generaciones venideras.
Impulsar políticas que incidan en la mejora de la vida diaria de las personas. Impulsar una política de seguridad humana centrada en las necesidades de las personas, con su implicación y participación.
El manifiesto No a la Militarización y No a la guerra ha suscitado, de momento, la adhesión de 240 colectivos de todo el Estado Español, desde grandes organizaciones, coordinadoras y federaciones a todo tipo de grupos temáticos y locales.
Ya sabéis que en www.nomilitarism.eu se encuentra el manifiesto en 5 idiomas, la lista de colectivos impulsores y adheridos, y el formulario para nuevas adhesiones, que siguen llegando.
Pasad informaciones a info@nomilitarism.eu
Tica Font, Antoni Soler, Martí Olivella, Carme Suñé.
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