Ante la matazón obscena, el objetivo era dar una pequeña respuesta de dimensión asturiana.
En el tiempo se podrá sentir como una cuestión compleja, pero esas complejidades se simplifican por la voluntad social y política de responder al dramático desastre de la persecución a muerte a los activistas sociales en Colombia.
Y en esos diez años hay etapas diferenciadas, pero en general una línea que ha permitido
-Fortalecer el programa
-Superar las dificultades en los cambios en el ejecutivo asturiano
-Conseguir nuevas alianzas
-Superar las dificultades en algún ámbito de la CUT
-Y constituirse Asturias en una suerte de referente en algunos aspectos de la solidaridad concreta con Colombia.
Lo subjetivo también cuenta:
-La buena disposición y agilidad de Reyes Otero para asumir la propuesta.
-El fortalecimiento e implicación mayor en la gestión de Palacios.
-La flojedad en la gestión breve de Valentín-Jacinto
-Que de nuevo es superada en la vuelta a la gestión de Palacios
-Y que se continúa, creemos, en las pocas semanas de dirección de Marcos.
De allá también algunas dificultades: en particular aquella en que el director de la Axencia tenia listo viaje a Colombia para presentar con la CUT el programa, y a pocas horas recibe la comunicación negativa del entonces presidente Carlos Rodríguez, del sector digamos más moderado del sindicalismo, y en teoría también el que menos muertos pone..
Varios años años después podemos valorar la agilidad con que se superó esa traba: en conversación con organizaciones, incluida la CUT, y la Axencia, y la ampliación del programa a defensores/as de ddhh..
El tiempo también nos permite considerar la rapidez y sencillez con que la Justicia y Paz asturiana de entonces (después se disolvió en la práctica), el Monseñor Romero, Amnistía, Suatea, la Corriente, la CEAR…predispusieron su firma y su apoyo a la propuesta de programa,
Y cómo después se fueron sumando otros colectivos, hasta completar ese espectro unitario que da arrope y fortaleza al programa astur.
Llegaron también las propuestas de Visitas, y se hicieron seis, con sus respectivos Informes, que ahí están en el haber de la Axencia, vivos, y soporte necesario para actuales y futuras Memorias , investigaciones, y denuncias penales.
Subjetivo y particular es también que desde el inicio haya estado Orozco, con su experiencia sindical unitaria en el Sintradin del Incora, y con su paciencia para no rasgarse ante dificultades burocráticas u otras.
Nadie es imprescindible, pero en temas delicados y frágiles, como el programa asturiano, una línea de firmeza en la solidaridad y en las relaciones plurales, no solo ayuda sino que parece que es imprescindible.
Ahora bien..
¿ha mejorado la cosa allá?
¿o se ha llegado a un culmen de barbarie institucionalizada?
-Desplazamientos masivos forzosos
-Asesinatos
-Amenazas
-Espionaje a ong de ddhh o a las instituciones, senadores, corte de justicia etc
-Presos y presas políticas
-Persecución hasta el exterminio a pueblos indígenas y campesinos
-Robo de tierra, legalizados después
-Violencia contra mujeres
-Bombardeo abundante
-Fumigaciones a granel
-Hornos crematorios
-Ejecuciones extrajudiciales
– Exterminio sindical
¿qué hacer ante eso?
Los problemas de la dispersión de la desunión de la izquierda en Asturias, si hasta ahora no ha sido clave para el desarrollo de este programa ¿influirá en el futuro en la necesaria Solidaridad con el pueblo colombiano?
O al contrario ¿conseguiremos entre todas que haya un aumento de la unidad, de lo unitario, para preservar Vidas de activistas?
Ojala que la necesaria prudencia, paciencia, no se vea provocada por ninguna otra actitud que no sea la conversación sincera sobre dificultades o sobre avances y posibilidades en un programa de estas características.
Nos parece que, nunca será valorada suficientemente esta sinergia de voluntades unitarias, Axencia, Ayto de Xixón, Sindicatos, ONGs, comités, que siguen haciendo posible este programa asturiano de ddhh, que desgraciadamente debe seguir, en tanto las condiciones de violación sistemática en Colombia no se logre cambiar, y las cinco organizaciones que integran el comité de selección en Colombia, CPDH, FCSPP, CUT-Ddhh, Andas, C-Alvear Restrepo, así nos lo indiquen.
70 personas. 2 asesinados. Dos encarcelados y liberados meses después sin cargos. Un acuchillado en las calles de Bogotá. Varios que salieron posteriormente al exterior, o fuera de sus departamentos, a los que varios no pueden llegar porque las amenazas de muerte persisten, como persiste la desprotección de su estado, y la mayoría en sus actividades sociales habituales.
A todas ellas, a sus familias nuestro reconocimiento por contribuir de forma concreta y efectiva a la defensa universal de los ddhh.