1-2 noviembre.
El Sol de Acapulco reporta que “el día de muertos fue utilizado por estudiantes de la Normal de Ayotzinapa paraexigir justicia para sus compañeros que han sido asesinados de manera extrajudicial,los estudiantes colocaron una ofrenda en el graderío de acceso al recinto del poder ejecutivo y realizaron un mitin político en el lugar” (en Chilpancingo, capital de Guerrero).
En San Cristóbal de las Casas un “altar colectivo” recordaba al padre jTatik Marcelo, asesinado el 20 de octubre.
Estos «altares» de flores, ofrendas indígenas, días de muertos, que hacen en México, y también en la Embajada en Madrid, frente al Congreso… no los hacen solo gentes religiosas, sino también organizaciones de ddhh, las Madres que buscan a sus Hijas Desaparecidas, es pues una tradición ya muy popular, y muy impresionante con sus elaboraciones, con sus calaveras artísticas, con sus figuras y relación entre vivos y muertos.
El crimen del defensor de ddhh maya tsotsil y sacerdote Marcelo Pérez Pérez, en San Cristóbal de las Casas, estado mexicano de Chiapas, ha producido fuerte impacto (y hasta la ONU lo ha calificado de “inaceptable”).
Supone una declaración de guerra a quienes como él «acompañan las luchas y resistencias de nuestros pueblos, por denunciar la criminalización a la que hemos sido objeto los pueblos indígenas, los despojos de nuestros territorios, los desplazamientos forzados, los encarcelamientos injustos y los asesinatos«…
Dicen que lo hizo “el crimen organizado”. ¿Pero qué es eso del crimen organizado?. ¿Puede existir un crimen organizado tan poderoso como en México sin la connivencia del estado?
Marcelo tenía dictadas medidas cautelares de protección. ¿por qué no se aplicaron, por qué no se protegió a Marcelo pese a los reiterados avisos de las amenazas recibidas?. La nueva presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que las investigaciones ya habían comenzado, y se detuvieron a supuestos autores.
Marcelo había nacido en San Andrés Larrainzar, el lugar donde el obispo don Samuel Ruíz hizo de mediador entre el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional EZLN y el gobierno mexicano. Por eso aquellos Acuerdos primeros, en 1996, tras el “alzamiento zapatista” llevan el nombre de San Andrés (sobre “Derechos y Cultura indígenas”) y enseguida serían traicionados por el gobierno de Salinas, de Zedillo y por todos los subsiguientes.
En aquella tesitura los zapatistas rebautizarían al pueblo como San Andrés Sakamch’en de los Pobres, y posteriormente don Samuel Ruíz acudiría a Siero a recibir el Premio internacional de DDHH (que el actual regidor, Cepi, eliminaría abruptamente: México sería el destino preferente de 4 de esos galardones, al padre Solalinde, al centro de DDHH fray Francisco de Vitoria, al citado tatic don Samuel, y al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco).
Indígenas, abogados y responsables del centro de DDHH “fray Bartolomé de las Casas”, (conocido como “el frayba”), también serían recibidos por el alcalde José Antonio Noval.
Es este “frayba” (que visitaban buena parte de las numerosas personas asturianas que viajaron a Chiapas durante la década en que Asturias organizó una muy potente “plataforma asturiana de solidaridad con Chiapas”) quien ha sacado los pronunciamientos más fuertes por el asesinato de Marcelo, exigiendo Justicia.
Marcelo, en una de las entrevistas con el uruguayo Raúl Zibequi, dice que “su conversión” (tras haber estudiado para cura en una zona conservadora como la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez) se iba a producir en Chenalhó, donde se produjo la masacre de Acteal en 1997, donde 45 personas de la comunidad “las Abejas” serían asesinadas (y provocaría la mayor manifestación, en Xixón, de apoyo a las demandas zapatistas).
Dice Marcelo que allí escuchó a los sobrevivientes de la matanza y decidió “llorar con los que lloran, sufrir con los que sufren, y caminar con ellos”.
Y ese caminar le llevó a denunciar a los autores materiales e intelectuales de la violencia, lo que provocó persecución por parte del gobierno de Chiapas. “En 2008 le metieron fuego a la casa parroquial, luego dañaron las bujías y las llantas de mi coche, y el 12 de diciembre de 2010 dos jóvenes me golpearon en la calle”.
En esta represión “Empezó a venir gente a contar sus dolores, las muertes. Ahí descubrí que los delincuentes tienen acuerdos con las autoridades y las denuncias provocaron amenazas”.
Un 8 de marzo organizó una peregrinación de mujeres contra la venta de drogas (que se hacía con descaro al lado de la presidencia municipal), y una peregrinación de 15 mil personas denunciando a la familia Gómez Domínguez, que entró en escena a través de sicarios que realizaron atentados y una campaña mediática contra el padre Marcelo, que los llevó a ofrecer un millón de pesos por la cabeza del sacerdote.
Acompañó el desplazamiento forzado de comunidades enteras, y en 2017 se crea el Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Vida y el Territorio (ZODEVITE) que realiza una masiva peregrinación hacia Tuxtla Gutiérrez contra las concesiones mineras y de hidrocarburos, ya que el gobierno mexicano pretendía concesionar a empresas extranjeras más de 80 mil hectáreas afectando a más de 40 ejidos y comunidades.
En 2021 caía asesinado Simón Pedro Pérez López, catequista y expresidente de la directiva de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, que promovía la no violencia, por el delito de acompañar a las comunidades tsotsiles de Pantelhó. En el velatorio Marcelo acusó al “narco-ayuntamiento”, o sea a la alianza entre el Estado y el crimen organizado.
En la entrevista de Zibequi, Marcelo, profético, declaraba que la violencia se va a agravar y que después vendrá cierta calma, pero a costa de mucha sangre. “Ojalá sea la sangre de sacerdotes y obispos, y no del pueblo”.
“Si me matan a mí es un escándalo, pero si matan a un campesinos no pasa nada. Si ayuda dar mi vida, aquí estoy”.
El “frayba”, cuyas oficinas están en San Cristóbal de las Casas, decía en su inmediato comunicado:
“Por años insistimos al Estado mexicano atender las fuentes de amenazas y agresiones en contra de jTatik Marcelo, sin que se tomaran medidas efectivas para garantizar su vida, seguridad e integridad.
Exigimos verdad, justicia y medidas de protección para todas las personas defensoras de derechos humanos en Chiapas.”
“El padre Marcelo Pérez fue objeto de constantes amenazas y agresiones por parte de grupos de la delincuencia organizada, por lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al Estado mexicano la implementación de medidas cautelares en su favor desde 2015.
Desafortunadamente el Gobierno mexicano fue omiso y aquiescente para atender las causas de fondo de las amenazas en su contra. Lejos de su protección el Estado mexicano lo criminalizó, fomentó el señalamiento en su contra y lo persiguió judicialmente mediante una orden de aprehensión.
La ejecución del defensor Marcelo Pérez se da en un contexto de grave escalada de violencia contra la ciudadanía en todas las regiones de Chiapas, como parte de la estrategia de toma violenta del territorio nacional, necesaria en la actual etapa de reconfiguración del Estado mexicano.
Desde el Consejo Directivo y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, expresamos nuestra contundente condena por este crimen de lesa humanidad, responsabilidad del Estado mexicano por no prevenir, garantizar y proteger la integridad y vida del párroco Marcelo Pérez, así como por su tolerancia y aquiescencia hacia los grupos de la delincuencia que operan en Chiapas.
La denuncia profética del Padre Marcelo, de las históricas, continuas y sistémicas violaciones a los derechos humanos en el estado de Chiapas su acompañamiento, compromiso y lucha por la Vida de las comunidades donde ejerció su ministerio sacerdotal, conllevó a que fuera objeto de amenazas y ataques contra su integridad y vida desde hace años. Quienes ejercen el poder desde hace décadas celebran hoy la muerte del Padre Marcelo.
Esta ejecución es una muestra más de la crisis de seguridad, graves violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad, que como Frayba hemos estado denunciando por más de 35 años.
En los últimos meses hemos denunciado ante las instancias nacionales e internacionales los graves crímenes de lesa humanidad por las desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado, control de la población vía la toma violenta de varias regiones de Chiapas.
El lamentable asesinato del padre Marcelo hace eco del grave riesgo que existe para la población y de manera particular contra las personas defensoras de derechos humanos, incluido el Pueblo Creyente, los agentes de pastoral de la Diócesis de San Cristóbal, las organizaciones defensoras de derechos humanos, comunidades que defienden la tierra y el territorio, y en general de todas aquellas personas y comunidades que defienden la vida en Chiapas.
Reiteramos la responsabilidad de los gobiernos Estatal y Federal por la ejecución extrajudicial del Pbro. Marcelo Pérez Pérez. El Estado mexicano por décadas ha apostado por la impunidad permitiendo la operación de entidades macro criminales como parte de la “gobernanza” en un supuesto Estado democrático.
Abrazamos a la familia de nuestro jTatik Marcelo, a las comunidades con las que caminó, a la Diócesis de San Cristóbal, al Pueblo Creyente de Chiapas y a todas aquellas personas para las que su partida es una herida al corazón.
Exigimos al Estado mexicano verdad y justicia frente a este crimen mediante una investigación diligente de los autores materiales e intelectuales, tomando en cuenta su trabajo como defensor de derechos humanos y constructor de paz.
Hacemos un llamado a la sociedad civil nacional e internacional a repudiar este crimen sumándose a nuestras exigencias.”
En día de muertos nos iba a dejar también Laudelino Cuetos, pero por razones distintas, por la ley de vida del tiempo, a sus 88 años.
Nacido en Blimea (SMRA), este dominico dice en alguna de sus entrevistas que entre lo más hermoso del mundo están los atardeceres de otoño en la tierrina asturiana, y se fue precisamente en este tiempo de seronda.
Laude fue determinante, para trasladar a través de su hermano Vitorino (activista solidario, creador de Las Segovias y primer presidente de la Coordinadora asturiana de ONGd), la propuesta de Premio DDHH del ayto de Siero al centro de DDHH fray Francisco de Vitoria, que dirigía el también dominico Miguel Concha.
Don Miguel llegaría a Siero a recoger el premio y conversar sobre la situación mexicana, y nos dejaría también, por edad prolongada, el año pasado, lo mismo que había llegado el obispo don Samuel Ruíz, a recibir el destinado al “frayba”.
En día de muertos nos ha dejado asimismo Mirta Acuña, una MADRE de plaza de mayo que acompañó mucho, en los territorios, a lomos de mulo o a pie, a las “Comunidad de Paz” que pretendían ser alternativas a la guerra colombiana, con el apoyo de la Intereclesial de Justicia y Paz.
En 2007, en un Encuentro Internacional Territorio y Vida celebrado en el Auditorio de Oviedo Mirta nos acompañaba (también a instancias de Justicia y Paz y del gobierno asturiano). https://pachakuti.org/programa-iii-encuentro-internacional-territorio-y-vida/
Mirta fue una de las fundadoras de la Asociación Madres de Desaparecidos. Nunca pudo encontrar a su hija desaparecida por los militares ni a su yerno, ni a su nieta robada por la dictadura.
“Amiga, compañera, maestra de la vida e incansable buscadora de la verdad y la justicia.
Inmensa gratitud por tu presencia y compañía; tu sonrisa esperanzadora que iluminó el camino de resistencia de las comunidades, que como tú, afrontan con dignidad la crueldad de la guerra.” Son palabras que le dedican desde Justicia y Paz.
“En nuestra memoria, como legado de tu vida, recibimos con gran compromiso tu batalla personal en el movimiento de Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, tu fortaleza inquebrantable en la búsqueda de tu hija desparecida en la dictadura militar Argentina. Aprendimos de ti, sobre la comisión de la verdad, la lucha contra la impunidad, las garantías de no repetición, la ley de punto final como estrategia para mantener la impunidad, pero también fuimos testigos de tu creatividad para la denuncia, la articulación con el movimiento social, especialmente con los movimientos juveniles.
En nuestra memoria, Mirta la consejera, que con su experiencia y sabiduría en acciones contra la impunidad disertó con las comunidades negras, indígenas, campesinas y urbanas sobre temas profundos y sensibles como el derecho restaurador y los vacíos de la justicia punitiva.”
“Tu trabajo por mantener viva la memoria de los desaparecidos es tu legado para la humanidad.
Tu persistencia por romper todo mecanismo de impunidad, de injusticia y de falsedad.
Mirta, vives en la memoria de la humanidad, en el caminar comunitario que exige respeto a la vida y se niega a caer en la degradación y pérdida de sentido de la existencia humana que impone el imperio de la guerra y el mal.”
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