Avilés celebra el 26-J. Fiesta de la REBELDÍA cubana.
Con músicas de la solidaridad y de la alegre rebeldía cubana («para-nosotras-siempre-es-veintiseis» Carlos Puebla), y con textos del consulado de la república de Cuba, de la Asociación Paz y Amistad, y con un poema de Clarilda Oliver,
ante el busto de Martí en Avilés
( Bolívar lanzó una estrella/ que junto a Martí brilló /Fidel la dignificó /para andar por estas tierras… canción por la Unidad Latinoamericana, Pablo Milanés)
se juntaron numerosas personas pese al distanciamiento físico recomendado, con diputada, concejalas y concejales, con activistas vecinales y de la solidaridad,
para recordar y reivindicar y ensalzar los VALORES
que encarna ese efeméride de hace 67 años, el Moncada y el asalto a la dictadura batistiana con rasgos de esclavismo y sumisión al yanqui, que aunque fracasó, sentaría las bases populares para que 5 años, 5 meses y 5 días después… «los barbudos» entraran en la Habana, como expresión concreta del muy concreto triunfo revolucionario, que iba a posicionar, ante el mundo, esos Valores, reforzados hoy día, del internacionalismo, del #CubaSalvaVidas, de las 45 brigadas médicas en 35 países colaborando muy-activamente contra el covid-19, pese al bloqueo, las zancadillas, la guerra permanente de EEUU.
Se reconoció y valoró asimismo (en la proximidad de las fechas de primeros de agosto en que volverá a la memoria el horror de las bombas de Hiroshima y Nagasaki) el aporte cubano a la Paz, el logro en la CELAC con protagonismo del anterior presidente Raúl Castro de declarar a Latinoamérica Territorio de Paz, aunque luego algunos países se hayan desdicho, hayan traicionado lo que pactaron, y se hayan sumado sumisa-mente a la orden de guerra de Trump contra Venezuela, o desconozcan y destrocen la Paz en Colombia, a la que Cuba dio todos los esfuerzos, recursos, espacio territorial, diplomático e impulso, con culmen en la firma en 2016 de una paz ahora traicionada por el presidente delfín de Uribe..
Y se abundó en el contexto cotidiano y del presente, cuando la OMS indica las cifras frías y terribles de 16 millones de contagios por el virus, 645.000 fallecidos, de entre los cuales 4.1 millones de infectados lo son en EEUU, con más de 146Mil fallecimientos, y Cuba, con una población 11 veces la de Asturias, tiene una cifra de 87 muertos, muchos menos que en nuestra tierra, al tiempo que sus profesionales de la salud se dispersan, de forma organizada, por todos los continentes, aportando a la lucha sanitaria..
En modo ejemplo, el mensaje recibido ayer desde el pie de Selva de la región de San Martín, en el Perú, por el activista amazónico Roberto Lay, saliendo de un mes de contagio con grave situación de riesgo para su vida, señalando las enormes vulnerabilidades de los pueblos indígenas en la Amazonía, con abandono histórico del estado, retirando los médicos de mayor edad, y quedando a destajo los más jóvenes, entre ellos la hija y el hijo de Roberto, que también pasaron el contagio, y que…¿dónde es que estudiaron su carrera médica..?.. Sí, en la escuela latinoamericana de medicina de Cuba, y ahora ahí están, con su pueblo amazónico, trabajando incansablemente por su salud.
Y tiempo dio también para echarse unos versos..
En 1957, es decir antes de que la revolución triunfara, Clarilda Oliver Labra escribía:
No voy a nombrar a Oriente,
no voy a nombrar la Sierra,
no voy a nombrar la guerra
–penosa luz diferente–,
no voy a nombrar la frente,
la frente sin un cordel,
la frente para el laurel,
la frente de plomo y uvas,
voy a nombrar toda Cuba,
voy a nombrar a Fidel.
Ese que para en la tierra
aunque la Luna le hinca,
ese de sangre que brinca
y esperanza que se aferra;
ese clavel en la guerra,
ese que en valor se baña,
ese que allá en la montaña
es un tigre repetido
y dondequiera ha crecido
como si fuese de caña.
Ese Fidel insurrecto
respetado por las piñas,
novio de todas las niñas
que tienen el sueño recto.
Ese Fidel –sol directo
sobre el café y las palmeras–;
ese Fidel con ojeras
vigilante en el Turquino
como un ciclón repentino,
como un montón de banderas.
Por su insomnio y sus pesares,
por su puño que no veis,
por su amor al veintiséis,
por todos sus malestares,
por su paso entre espinares
de tarde y de madrugada,
por la sangre del Moncada
y por la lágrima aquella
que habrá dejado una estrella
en su pupila guardada.
Muchas Gracias Cuba.
Puxa, Víva la Solidaridad mútua entre Asturias y Cuba.
Asociación hispano-cubana Paz y Amistad, y Soldepaz.Pachakuti.