Fue establecido en NNUU a propuesta de Bolivia, como reconocimiento a la Tierra y sus ecosistemas como nuestro hogar, y para promover conciencia para alcanzar el justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, a través de la armonía con la naturaleza y la Tierra.
Este año para el ámbito latinoamericano se cumplen cuatro años desde la adopción del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como el Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de la región y el primero en el mundo en contener disposiciones específicas sobre defensoras/es de derechos humanos en asuntos ambientales.
Dicho acuerdo entraba en vigor precisamente hace un año, el 22 de abril.
Dice la ONU para este día: “La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos”
“El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra.”
El año anterior hacíamos actividad conjunta con Amnistía Internacional, ejemplificando en Jani Silva, defensora ambiental que, a pesar de las amenazas contra su vida, continúa luchando por la conservación del ecosistema de la Amazonía y por los derechos de cientos de personas campesinas.
Jani Silva te está ayudando a respirar. Sí, a ti. A pesar de los ataques, lucha para proteger el ecosistema de la Amazonía. Es consciente de su importancia: el agua, los bosques y los humedales que contiene producen el oxígeno que permite respirar al mundo entero.
Y se pedía al presidente de Colombia que garantice que Jani Silva y las personas con quienes trabaja tienen acceso a un plan de protección colectiva.
«El Día Internacional de la Madre Tierra propone una concepción de la Tierra como una entidad que sostiene a todos los seres vivientes del planeta»,
afirmó Miguel D’Escoto, que presidia la Asamblea de la ONU ese año de 2009.
Al proclamar esta fecha la Asamblea reconoció que “Madre Tierra” es una expresión común en varios países y regiones, reflejando la interdependencia que existe entre los seres humanos, otras especies y el planeta que habitamos.
Solicitó que los Estados Miembros, los órganos de Naciones Unidas, organismos internacionales, regionales, subregionales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil observen y creen conciencia del Día.
Bolivia fue el país que realizó la propuesta aprobada, y además implementó dos leyes propias: la de Derechos de la Madre Tierra, en diciembre de 2010 y de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien en octubre de 2012.
En 2010, 20-21-22 de abril, Bolivia convocaba su primera Cumbre mundial sobre cambio climático y derechos de la Madre Tierra.
En 2015, 10-11-12 de octubre, convocaría la Segunda Cumbre. De Pueblos, cambio climático y Defensa de la Vida. Delegaciones astures participaban en ambas.
http://miradoriu.org/spip.php?article115
El concepto Madre Tierra tiene sus orígenes en la cosmogonía de la Pachamama, pero la lucha por defenderlo es universal.
Además: Hasta 2030, año en el que también concluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se extiende el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
Este es el plazo límite que, según las personas expertas, representa la última oportunidad de prevenir un cambio climático catastrófico.
¿Si no existe PLANeta B, no habrá que CUIDAR MUCHO MÁS este único planeta A en el que habitamos, la Madre Tierra?
Desde hace 30 años las organizaciones de mujeres indígenas nos han dicho:
La Tierra es nuestra madre. De ella recibimos nuestras vidas y nuestra capacidad para vivir.
Es nuestra responsabilidad cuidar de nuestra madre y al cuidar de nuestra madre, cuidamos de nosotras mismas. Las mujeres, todas ellas féminas, son la manifestación de la Madre Tierra en forma humana.
Nosotras, las mujeres de los pueblos originarios, hemos luchado activamente con el fin de defender nuestros derechos a la libre determinación y a nuestros territorios que han sido invadidos y colonizados por naciones e intereses poderosos.
Hemos sufrido y continuamos sufriendo múltiples opresiones como pueblos indígenas, como ciudadanas de países colonizados y neo-coloniales, como mujeres, y como miembros de las clases sociales más pobres.
A pesar de esto, hemos protegido y continuamos protegiendo, hemos transmitido y continuamos transmitiendo, hemos desarrollado y continuamos desarrollando nuestra cosmovisión indígena, nuestra ciencia y tecnología, nuestro arte y cultura, y nuestros sistemas socio-políticos y económicos, que armonizan con las leyes naturales de la Madre Tierra.
Mantenemos los valores éticos y estéticos, el conocimiento y la filosofía, la espiritualidad que conservan y nutren a la Madre Tierra.
En vísperas del Día Internacional de la Madre Tierra, varios países latinoamericanos instaron en la ONU a aprobar una Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra, similar a la de los Derechos Humanos. Propusieron un marco jurídico que permita proteger los recursos naturales y asegurar el bienestar de la humanidad.
http://www.miradoriu.org/spip.php?article115
Declaracion Universal de los Derechos de la Madre Tierra
Cochabamba, Bolivia, 22 Abril 2010.
Proyecto de Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra
Preámbulo
Nosotros, los pueblos de la Tierra:
• Considerando que todos somos parte de la Madre Tierra, una comunidad indivisible vital de seres interdependientes e interrelacionados con un destino común;
• Reconociendo con gratitud que la Madre Tierra es fuente de vida, alimento, enseñanza, y provee todo lo que necesitamos para vivir bien;Reconociendo que el sistema capitalista y todas las formas de depredación, explotación, abuso y contaminación han causado gran destrucción, degradación y alteración a la Madre Tierra, colocando en riesgo la vida como hoy la conocemos, producto de fenómenos como el cambio climático;
• Convencidos de que en una comunidad de vida interdependiente no es posible reconocer derechos solamente a los seres humanos, sin provocar un desequilibrio en la Madre Tierra;
• Afirmando que para garantizar los derechos humanos es necesario reconocer y defender los derechos de la Madre Tierra y de todos los seres que la componen, y que existen culturas, prácticas y leyes que lo hacen;
• Conscientes de la urgencia de tomar acciones colectivas decisivas para transformar las estructuras y sistemas que causan el cambio climático y otras amenazas a la Madre Tierra;
• Proclamamos esta Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra, y hacemos un llamado a la Asamblea General de las Naciones Unidas para adoptarla, como propósito común para todos los pueblos y naciones del mundo, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, se responsabilicen por promover mediante la enseñanza, la educación, y la concientización, el respeto a estos derechos reconocidos en esta Declaración, y asegurar a través de medidas y mecanismos prontos y progresivos de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universal y efectivos, entre todos los pueblos y los Estados del Mundo.
Artículo 1: La Madre Tierra
La Madre Tierra es un ser vivo.
La Madre Tierra es una comunidad única, indivisible y auto-regulada, de seres interrelacionados que sostiene, contiene y reproduce a todos los seres que la componen.
Cada ser se define por sus relaciones como parte integrante de la Madre Tierra.
Los derechos inherentes de la Madre Tierra son inalienables en tanto derivan de la misma fuente de existencia.
La Madre Tierra y todos los seres que la componen son titulares de todos los derechos inherentes reconocidos en esta Declaración sin distinción de ningún tipo, como puede ser entre seres orgánicos e inorgánicos, especies, origen, uso para los seres humanos, o cualquier otro estatus.
Así como los seres humanos tienen derechos humanos, todos los demás seres de la Madre Tierra también tienen derechos que son específicos a su condición y apropiados para su rol y función dentro de las comunidades en los cuales existen.
Los derechos de cada ser están limitados por los derechos de otros seres, y cualquier conflicto entre sus derechos debe resolverse de manera que mantenga la integridad, equilibrio y salud de la Madre Tierra.
Artículo 2: Derechos Inherentes de la Madre Tierra
1. La Madre Tierra y todos los seres que la componen tienen los siguientes derechos inherentes:
• a. Derecho a la vida y a existir;
• b. Derecho a ser respetada;
• c. Derecho a la regeneración de su biocapacidad y continuación de sus ciclos y procesos vitales libres de alteraciones humanas;
• d. Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
• e. Derecho al agua como fuente de vida;
• f. Derecho al aire limpio;
• g. Derecho a la salud integral;
• h. Derecho a estar libre de contaminación, polución y desechos tóxicos o radioactivos;
• i. Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable;
• j. Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración causados por las actividades humanas.
2. Cada ser tiene el derecho a un lugar y a desempeñar su papel en la Madre Tierra para su funcionamiento armónico.
3. Todos los seres tienen el derecho al bienestar y a vivir libres de tortura o trato cruel por los seres humanos.
Artículo 3: Obligaciones de los seres humanos con la Madre Tierra
1. Todos los seres humanos son responsables de respetar y vivir en armonía con la Madre Tierra;
2. Los seres humanos, todos los Estados, y todas las instituciones públicas y privadas deben:
• a. actuar acorde a los derechos y obligaciones reconocidos en esta Declaración;
• b. reconocer y promover la aplicación e implementación plena de los derechos y obligaciones establecidos en esta Declaración;
• c. promover y participar en el aprendizaje, análisis, interpretación y comunicación sobre cómo vivir en armonía con la Madre Tierra de acuerdo con esta Declaración;
• d. asegurar de que la búsqueda del bienestar humano contribuya al bienestar de la Madre Tierra, ahora y en el futuro;
• e. establecer y aplicar efectivamente normas y leyes para la defensa, protección y conservación de los Derechos de la Madre Tierra;
• f. respetar, proteger, conservar, y donde sea necesario restaurar la integridad de los ciclos, procesos y equilibrios vitales de la Madre Tierra;
• g. garantizar que los daños causados por violaciones humanas de los derechos inherentes reconocidos en la presente Declaración se rectifiquen y que los responsables rindan cuentas para restaurar la integridad y salud de la Madre Tierra;
• h. empoderar a los seres humanos y a las instituciones para defender los derechos de la Madre Tierra y todos los seres que la componen;
• i. establecer medidas de precaución y restricción para prevenir que las actividades humanas conduzcan a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o alteración de los ciclos ecológicos;
• j. garantizar la paz y eliminar las armas nucleares, químicas y biológicas;
• k. promover y apoyar prácticas de respeto a la Madre Tierra y todos los seres que la componen, acorde a sus propias culturas, tradiciones y costumbres;
• l. promover sistemas económicos en armonía con la Madre Tierra y acordes a los derechos reconocidos en esta Declaración.
Artículo 4: Definiciones
1. El término “ser” incluye los ecosistemas, comunidades naturales, especies y todas las otras entidades naturales que existen como parte de la Madre Tierra.
2. Nada en esta Declaración podrá restringir el reconocimiento de otros derechos inherentes de todos los seres o de cualquier ser en particular.