NARRADOR: ¿Quién es ese grupo de personas que hablan en secreto? ¿Por qué no podemos oír lo que dicen?.
Se acerca alguien que representa a la prensa. Los del centro le empujan para que no pueda enterarse.
PRENSA: Apenas he podido oír nada. No quieren que nos enteremos.
Desde el centro le hacen gesto para que se acerque. Va hacia ellos y hacen como que charlan. El de la prensa hace gesto de asentimiento convencido. Vuelve al puesto del narrador.
PRENSA: Me dicen que no nos preocupemos. Que están cerrando un acuerdo muy ventajoso. Un tratado de libre comercio entre Europa y Canadá.
NARRADOR: ¿Pero lo van a firmar ya?
PRENSA: Sí, sí. En este mismo momento.
NARRADOR: Pero si no sabemos nada de ese acuerdo. No sabemos en qué nos puede perjudicar. ¿Cómo van a firmar algo sin que la ciudadanía lo conozca?
PRENSA: Ellos sabrán lo que nos conviene. Por mi parte, no hay nada más que publicar. (Se va)
NARRADOR: Pero ¡espera!. Habrá que comunicar a la gente lo que está pasando. ¿Cómo vamos a aceptar algo así sin tener información?
En ese momento irrumpe el CETA desde el centro de los reunidos.
CETA: ¡Buenas tardes! Permítanme que me presente. Soy el Acuerdo Económico y de Comercio que la Unión Europea ha cerrado con Canadá. Me conocerán mejor por CETA. Mi labor es facilitar los intercambios económicos a un lado y otro del Atlántico. Todo ventajas. Ya lo verán.
NARRADOR: Y si es así, ¿por qué nos han llegado noticias de que hay manifestaciones y movilizaciones en contra de ese tratado por todas partes?
CETA: Nada, nada. Exaltados que están contra el progreso económico.
Se acerca a la primera persona del círculo (EDUCACIÓN)
CETA: Vuestras escuelas serán más competitivas y vuestros estudiantes saldrán mejor preparados para el mercado laboral.
NARRADOR: ¡Falso! Se crearán rankings de centros según resultados. ¡Pobres de los que no consigan obtener las mejores calificaciones! Aumentará la desigualdad en educación y sólo los más ricos podrán permitírsela.
El CETA se acerca a la persona que representa los DERECHOS LABORALES.
CETA: ¡Trabajadores! ¡Estad contentos! Podréis trabajar donde queráis. El mundo estará a vuestros pies.
NARRADOR: ¡Falso! Las empresas tienen el poder de decidir quién va a trabajar y en qué condiciones. El Consejo de los Canadienses calcula que el CETA conllevará la pérdida de 230.000 empleos de aquí a 2023, la mayoría en Europa, y presionará a la baja los salarios. Las empresas podrán frenar cualquier reforma que busque mejorar la situación de los trabajadores si ven peligrar sus beneficios económicos por lo que quedaremos totalmente desprotegidos.
El CETA se acerca a la persona que representa la SANIDAD.
CETA: Tendréis a vuestra disposición los últimos avances médicos y sanitarios.
NARRADOR: ¡Falso! Las empresas farmacéuticas tendrán libertad total para incrementar sus beneficios. Solamente aquellos que podáis pagarlo tendréis acceso a cuidados sanitarios porque aumentará el coste de los medicamentos y de los tratamientos. Despidámonos de la sanidad pública.
El CETA se acerca al representante de AGRICULTURA
CETA: De vuestras huertas, directamente al resto del mundo. No hay fronteras para vuestra venta.
NARRADOR: ¡Falso! Las grandes empresas monopolizarán los cultivos. No podréis competir. Se harán con vuestras tierras a precio de ganga y eliminarán aquellos cultivos que no les sean rentables para sus intereses.
El CETA se acerca al representante de MEDIO AMBIENTE/ENERGÍA
CETA: ¿Crisis energética? Eso se acabó. Tendréis la energía que necesitéis. Eso sí, respetando el medio ambiente.
NARRADOR: ¡Falso! El beneficio económico estará por encima de cualquier cuidado del medio ambiente. ¿Hay que perforar la tierra y llenarla de peligrosos productos químicos para extraer el gas? Pues se hace aunque eso suponga contaminar la tierra y el agua de la zona para siempre condenando la salud de vuestros hijos.
El CETA se acerca al representante de PRODUCTOS ASTURIANOS
CETA: ¿Os imagináis que vuestra sidra, vuestros quesos, todos vuestros productos pudieran abrirse a un mercado mucho más grande? ¿Imagináis los beneficios?
NARRADOR: ¡Falso! No se reconocerán las Denominaciones de Origen. ¿Cómo competir con un queso o con una sidra fabricados en cualquier país sin normas de protección alimentaria, con materia prima barata y productos químicos que no serán controlados? Aquellos que forméis parte de pequeñas y medianas empresas os veréis sofocados por la competencia de las grandes empresas que os llevarán a la quiebra.
CETA: Pero ¿de qué os quejáis? Estamos en democracia. Siempre podréis acudir a los tribunales para defender vuestros derechos.
NARRADOR: ¡Falso! Las grandes empresas podrán reclamar millones de euros a los países que se atrevan a promulgar leyes en defensa de los trabajadores o de la salud de la ciudadanía si consideran que estas leyes limitan su capacidad de ganar dinero.
En ese momento los representantes de los distintos sectores rodean al CETA y se van pasando el micrófono mientras leen lo siguiente (una frase por persona):
Se intenta convencer a la ciudadanía que quien se oponga al CETA está en contra de la recuperación económica.
Sin embargo hay millones de personas que han entendido que el trasfondo de todos estos tratados es que se está anteponiendo el comercio y el negocio al bienestar de la ciudadanía y del planeta.
Tenemos ejemplos: la masiva respuesta de oposición ciudadana en Valonia, la presión de la ciudadanía en Alemania que ha llevado que se realice una consulta a su Tribunal Constitucional.
No todo está perdido. Es cierto que nuestro gobierno está actuando al margen de la ciudadanía, rechazando el debate y la consulta.
Precisamente por eso nuestra presión es imprescindible. Es hora de que exijamos a nuestros representantes que no se firme ningún acuerdo al margen de la ciudadanía.
Estamos a tiempo. ¡Desenmascaremos al CETA! ¡NO al CETA!
Se abalanzan contra el CETA que queda inmovilizado en el suelo.