Vargas Llosa, la voz del nacionalismo español.
Podrían haber escogido otro portavoz, pero no, han preferido a una “figura” peruana, que fue candidato presidencial y que tiene entre sus múltiples despropósitos “el Informe Uchuraccay”, en que se convierte en encubridor y cómplice del asesinato de periodistas que daba lugar al silencio impuesto sobre los crímenes militares en Perú.
También la monarquía española le regaló un marquesado, por su desconocimiento de los Derechos de los pueblos indígenas, a contracorriente de lo que la ONU aprobó hace 10 años.
Vargas Llosa, casi siempre rodeado de la élite empresarial y derechosa, ha tildado a la gente catalana de “tribalismo”, de la misma manera que ha despreciado a los pueblos indígenas, andinos y de selva, de las culturas milenarias de Perú.
Ferozmente contrario al derecho a decidir, no es extraño que la gente catalana desconfíe también de sus ataques contra la propia lengua materna, de igual forma que ha difamado y atacado el idioma quechua y el aymara de las comunidades andinas, con un sesgo de racismo que le acompaña en cada una de sus declaraciones.
Su protección empresarial ha impedido que se conocieran otros entresijos de su particular forma de construir literaturas, como en el caso de la masacre de 8 periodistas en Uchuraccay, para redondear su difamación con la novela de Lituma, el robo de información a prestigiosos investigadores de la Amazonía, sin su permiso, para fabricar su última novela en esas geografía, o el plagio sangrante del Sertao de Euclides da Cuña para su novela del Fin del Mundo.
Un viejito rebelde del Perú, como Hugo Blanco le tiene bien calado, cuando ha escrito http://www.sinpermiso.info/textos/carta-abierta-de-hugo-blanco-a-mario-vargas-llosa sobre el carácter antiindígena del escritor, y su defensa irrestricta de las Corporaciones transnacionales que asolan los territorios indígenas: “Estamos aplastados y luchamos contra ese aplastamiento”. “Usted goza de un intenso racismo.”
Sobre el mismo asunto el otro Nobel don José Saramago le dejó dicho :
«Que alguien haya podido decir que el movimiento indígena es un peligro para la democracia me parece algo increíble. Cómo de una cabeza inteligente puede salir una afirmación tan monstruosa como esa».
Que esta nueva portavocía carca de Vargas Llosa se haga en vísperas del 12 de octubre, no se debe a pura casualidad.
Vargas odia a los pueblos indígenas, con añadido cínico de que se ha aprovechado históricamente de ellos, para denigrarlos, y para hacerse un hueco en las empresas editoriales.
«Escandalizarse de los excesos, crímenes, pillajes y otros horrores que ocasionó la conquista (a manos de los gamberros españoles) es hipócrita si uno no se acuerda al mismo tiempo que esas violencias continuaron bajo la independencia». Había escrito Vargas, y como un buen impostor añadió: «Me siento triste, claro, que nuestro advenimiento como país y como culturas se hayan hecho con pillajes y masacres».
Mario Vargas Llosa hereda alma y sangre de gamberro: Provocador dijo que «El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización”. “El indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero desorden político y social, y por eso hay que combatirlo…. Si queremos alcanzar el desarrollo y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo..”
“Siendo Vargas Llosa un «misti» de pura cepa, a él le hubiera gustado que pasaran los siglos y que «el indio» siguiera callado, silencioso, silenciado, humillado, y que cada vez que se le exigiera, siguiera poniendo la otra mejilla, que siguiera manteniendo el status- quo del mundo colonial”.
Bartolomé Clavero, catedrático en la Universidad de Sevilla, también aportó documentación: “Para ejemplo insuperable de la posición supremacista en estado voluntario de supina ignorancia para poder descalificar con la mejor conciencia a indígenas como incapaces manipulados víctimas de sí mismos, esto es la posición que sólo reflexiona para fraguar el nuevo ataque criminal de lesa humanidad, véase el escrito del peruano-español Mario Vargas Llosa, Victoria Pírrica, su último artículo de la serie sindicada por la prensa de más de un continente mediante los buenos oficios y con los derechos mundiales en todas las lenguas de El País de España, el cual lo publica a toda plana y con ilustración racista (la selva en bruto como alimento se supone que indígena o por culpa indígena) 2009. No son éstas desde luego complicidades inesperadas.”
Fray Bartolomé de las Casas , que denunció: «sobre los trabajos añádales injurias, afrentas, azotes y palos», desmiente premonitoriamente a quienes como Vargas sustentan el régimen colonial y desmienten la identidad indígena construida sobre la Resistencia.
El panameño Arysteides Turpana Iguaigliginya escribía que: “El fascismo de Mario Vargas Llosa me hacer recordar a Heinrich Himmler, el verdugo principal de Hitler, el horrible jefe de la S.S., que escribió en 1942: «Entre nuestros objetivos no está la germanización de oriente en el sentido en que antes se entendía, es decir, en enseñar a la población local el idioma y las leyes alemanas, nuestro propósito es que viva allí exclusivamente gente de sangre alemana pura». Y, por su parte, el rey de los carniceros de los judíos, Adolfo Hitler, masculló: «Debemos comprender que es necesario reunir todas nuestra fuerzas para la lucha activa contra Francia, para el último y decisivo combate». ¡Cuánto eco de Hitler hay en esta frase Vargas Llosa! : «A los movimientos indígenas lo tenemos que combatir resueltamente». El autor hispano es una mezcla de gamberro español y fascista germano. “
“Frente a él los lúcidos y combativos movimientos indígenas de Abya Yala nos enseñan, al mejor estilo de Platón que, «un espíritu libre no debe aprender nada como esclavo».