MANIFIESTO de la FOLIXA pola PAZ.
Una joven del CMX compartía hoy en el Pueblu d´Asturies, entre canciones, bailes, juegos y comida popular, este texto elaborado en conjunto por AeR, CMX y CODOPA:
El próximo 30 de julio la Playa de San Lorenzo volverá a ser escenario del Festival Aéreo que alcanza su decimoséptima edición. Diecisiete años ya en los que el ayuntamiento de Xixón en colaboración con el Ejército del Aire organiza la exhibición de cazabombarderos y otros aparatos aéreos responsables de segar miles vidas en otras latitudes. Lo llaman Festival Aéreo pero es un festival militar. Y la guerra no es una fiesta.
Desde hace ya varios años la Coordinadora Asturiana de ONGD, el Conseyu de la Mocedá de Xixón y Acción en Red Asturies, manifestamos nuestro deseo de contemplar un cielo sin aviones de guerra. Y lo hacemos por varias razones.
- Porque es inmoral convertir en un espectáculo público las acrobacias de un aparataje cuyo fin no es otro que el de hacer la guerra, invadir países y sembrar la muerte.
- Por la opacidad de un gasto municipal a todas luces desmedido, innecesario y derrochador, cuando aún hacemos frente al impacto de la crisis económica, la pandemia por Covid19, y los fuertes recortes en la sanidad pública.
- Por la contaminación medioambiental y acústica que genera este espectáculo. Cabe recordar que, si la aviación mundial fuera un país, se ubicaría entre los 10 principales emisores de gases de efecto invernadero, según la Comisión Europea.
- Por el sufrimiento de las personas más vulnerables; las mayores, aterradas al recordarles los motores tiempos peores; por las personas con autismo o enfermedades mentales, que se resienten con los ruidos y los sobrestímulos ambientales; por nuestros perros y otros animales de compañía que huyen aterrados, presas del pánico, durante la exhibición.
- Porque cuestionamos una industria que genera beneficios económicos estratégicos para grandes empresas y estados, es causa de destrucción en otros lugares y no da cobertura a necesidades sociales.
- Por motivos de seguridad. En ocasiones se producen accidentes, como el acaecido recientemente durante una exhibición en Zaragoza, en la que se estrellaba un F18.
Nos sobran los motivos. Somos pacifistas, antimilitaristas, y no nos vamos a callar ante esta propaganda militar disfrazada de exhibición. Si no queremos guerras, tendremos que desmilitarizar las estructuras que las provocan; economía, política, relaciones internacionales, nuestras mentes… tendremos que trabajar, luchar y convencer, para que sea costoso emprender una guerra, y para que organizar una exhibición con máquinas de matar saque los colores al ayuntamiento.
El adelanto electoral ha hecho que esta Folixa coincida con unas elecciones generales, y no con el ruido de los aviones. Un día sin duda decisivo para votar teniendo en mente valores de democracia, justicia, paz, e igualdad. Un día para votar contra los discursos de odio, el belicismo, contra la desigualdad y la pobreza.
¿Ya nos hemos olvidado del Xixón asediado por las bombas? Entre el verano de 1936 y octubre de 1937 nuestra ciudad sufrió un bombardeo indiscriminado por mar y aire. El terror causado sobre la población civil de toda la ciudad fue algo premeditado por el bando sublevado. Una estrategia en un conflicto que es considerado como la primera guerra moderna en la que se ensayó con una nueva tecnología y una potente maquinaria armamentística de destrucción de gran alcance. Más de un centenar de personas muertas, aunque las cifras varían en función de la fuente, llenaron entonces las calles Jovellanos, El Humedal; los Moros, Begoña y el Náutico. No perdamos la memoria.
Es incoherente que una ciudad acogedora como Xixón, que celebra el Día de la Paz en sus centros educativos y que abriga y busca soluciones para las personas que buscan refugio, albergue al mismo tiempo este tipo de espectáculos.
La ética y la conciencia deberían formar parte de los “planes de vuelo” de esos pilotos que surcan los aires con esos aviones militares. Recordemos el poema de Brecht:
“General, tu bombardero es poderoso.
Vuela más rápido que la tormenta y carga más que un elefante.
Pero tiene un defecto:
Necesita un piloto.
General, el hombre es muy útil.
Puede volar y puede matar.
Pero tiene un defecto:
Puede pensar”.
Bertolt Brecht, Catón de Guerra Alemana.
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