Felicitaciones.
Votaron durante dos días, en unas elecciones aplazadas con la excusa pandémica, y que era resultado de otra, el plebiscito, y éste, a su vez, resultado del “estallido” o sublevación popular continuada en Chile contra las desigualdades profundas, contra el robo “modélico” de las pensiones, y contra la represión a los pueblos originarios sustentada, en buena parte, en una constitución que había impuesto el dictador Pinochet y nadie se había atrevido hasta ahora a cambiar.
Pero ahora sí, ahora ese es el mandato que tienen: elaborar una nueva ley mayor para todas las gentes chilenas.
Las mujeres rurales e indígenas de Chile organizadas en ANAMURI, que integra la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-La Vía Campesina), junto a varias organizaciones campesinas e indígenas presentaron “La Propuesta Campesina ante la Convención Constituyente”, en la que dice que “el Estado chileno se debe reconocer como un Estado Social de Derecho, plurinacional y multicultural”. El reconocimiento a los pueblos originarios y las garantías de sus derechos son la base del documento presentado por ANAMURI.
17 puestos tenían destino representantes de los pueblos originarios.
Desandar 30 años de un Estado unitario, hiper presidencialista, blindado institucionalmente, donde prima la propiedad privada y los servicios básicos como la educación y la salud están en manos de privados, no es tarea fácil. Pero el pueblo chileno lo está haciendo y la consigna de sus pancartas está cada vez más cerca de convertirse en una realidad: “El neoliberalismo nació y morirá en Chile”.
Alejandra Flores se define como activista feminista y de Derechos Humanos, además de aymara. Fue dirigenta nacional de salud y pertenece a Anamuri. Ha sido elegida como integrante de la lista Independientes de Tarapacá.
“¡Consagremos la protección de los glaciares! La mega minería en la Provincia del Choapa ha ocasionado un daño irreparable, destruyéndolos, removiéndolos y depositando sobre ellos escoria minera.
Es hora de poner límites a este modelo nocivo que ha destruido los ecosistemas y glaciares de roca que son fundamentales para mantener el agua en su cauce, sobre todo en tiempo de escasez hidrica!. Defendamos la vida natural ! . Vamos por la Constitución Ecológica para cuidar el agua en todas sus formas, para estas y las futuras generaciones”.. es el mensaje de otra de las elegidas este fin de semana, Ivanna Olivares, también de Anamuri.
Una tercera integrante de Anamuri ha sido elegida en el cupo de pueblos originarios: Millaray Painemal, de la Comunidad Coigüe Painemal en Chol Chol.
Nos alegramos desde Asturias por estos buenos resultados y con muchísima alegría aquellos que han llevado a las hermanas y compañeras de ANAMURI a integrar ese corpus de luchadoras responsables de la construcción de esta nueva constituyente.
Algo tendrá que ver el apoyo que un mínimo proyecto de cooperación para el «empoderamiento» de las mujeres fuera atendido favorablemente en Asturias en 2020 y que continuará en los próximos meses.
Una propuesta dirigida a fortalecer liderazgos para retomar las luchas sociales de finales del 2019 por un país más justo, inclusivo y sin violencia, con la mirada puesta en la participación de las mujeres en la Asamblea Constituyente, para que se desarrolle de forma soberana, paritaria y plurinacional, con la participación activa del movimiento feminista dinamizando y fortaleciendo el proceso desde una concepción feminista campesina, popular y con identidad de clase e indígena. Cuánto han hecho con tan pocos recursos, qué bien lo han hecho y qué buenos resultados nos revierte su trabajo por la justicia y la soberanía popular.
Nombres de mujeres que han estado en primera línea contra la represión o que han padecido prisión por aplicación de las leyes de Pinochet, son ahora constituyentes, como es el caso de la machi Francisca Linconao o la abogada Natividad Llanquileo.
Si Macarena Valdés estuviera viva, si no la hubieran asesinado, tal vez estaría como otra mucha gente celebrando. Tal vez Camilo Catrillanca y el resto de mapuche asesinados también estarían valorando los avances y posibilidades: Elaborar una nueva Constitución es un gran logro que hay que corroborar en nuevo plebiscito; pero ponerla en vigor y hacerla cumplir un reto aún mayor. Y sino que se lo pregunten a las gentes colombianas que tienen una Constitución “avanzada” desde hace 30 años, pero los gobiernos la voltean y no la cumplen.
En todo caso.. FELICITACIONES a los pueblos de Chile por su ejemplar movilización continuada en defensa de las vidas.
El poeta mapuche Elicura Chihuailaf, con quien tuvimos ocasión de compartir una acción cultural bajo un carbayo en la plaza de la Habana en Xixón durante su confinamiento sanitario, en la víspera de que le otorgaran el premio nacional de literatura.. https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/43507/mapuche-gente-tierra.html ha opinado, aportando a la nueva constituyente, que..:
..El derecho a la cultura propia y el denominado derecho a “acceder a la cultura”, que hasta ahora ha sido un ámbito definido sólo por los pequeños grupos de poder —del Chile superficial y enajenado— y que es parte central en su permanente acción colonizadora desde el Estado.
Me parece que la posibilidad de vivir en la cultura propia es un derecho humano irrenunciable que debiera estar consagrado en todas las constituciones del mundo, porque es el modo de vivir, de pensar y soñar de cada pueblo.
Con la incorporación de los derechos culturales en la Constitución puede cambiar todo. En el sello particular de cada pueblo, en la diferencia, es la posibilidad de ser aceptado y aceptarse en la exterioridad e interioridad del “espejo” de lo cotidiano que está rielando en todos los instantes de la vida de cada ser humano. Para nosotros que somos Gente de la Tierra es el Az Mapu / el modo de ser, son las costumbres determinadas por la naturaleza, por la Tierra de la que somos una pequeña parte, ni más ni menos que los demás seres vivos y que aquellos aparentemente inanimados como los minerales. Recordando que cuando decimos Tierra, Naturaleza, decimos también infinito.
La propuesta de un urgente cambio del modelo económico y político que son parte del territorio cultural y no al revés, como se ha dado hasta ahora, implica resolver el actual problema conceptual.
Entre otros aspectos: desarrollo con la naturaleza y no contra ella (la consideración del tiempo circular: presente, futuro y pasado); la salud como una totalidad: espíritu-cuerpo-medio ambiente; legitimidad de la legalidad y no la abusiva continuidad de un supuesto Estado de derecho; pluriculturalidad para una interculturalidad igualitaria (comunicación sin sesgos en lo que concierne al hermoso colorido del jardín del mundo). Todo en aras de la construcción en diálogo del camino hacia un Kvme Mogen, un Buen Vivir.
Me parece que en este país hoy (y aún) llamado Chile, el Estado —salvo algún brevísimo tiempo— siempre ha tenido en el desamparo a las y a los trabajadores de la cultura, debido a nuestra profunda y permanente crítica al mismo. Tal desamparo revela el desamparo de la denominada “democracia”. Para reparar esto se requiere de un cambio de paradigma y para tal cambio se necesita una verdaderamente nueva Constitución, es decir, un texto redactado con palabra poética y, como tal, escrito por personas mayoritariamente “comunes y corrientes” de todas las edades y, especialmente, por los y las jóvenes, siempre plenos de Sueños y de Ternura.