 Las  y  los  abajo  firmantes  nos  dirigimos  a  Uds.,  expresamos  nuestra  inmensa  preocupación  por    las  recientes 
decisiones de la Corte Constitucional de Colombia que  restringen ilegítimamente el pleno y efectivo ejercicio 
del  derecho  a  defender los  derechos  humanos  de la  Comunidad  de  Paz  de San  José  de  Apartadó  (Antioquia, 
Colombia)  y  que  constituyen  una  gran  amenaza  para  la  actividad  de  denuncia  de  las  organizaciones  de  la 
sociedad civil y de personas que defienden los derechos y libertades fundamentales. 
A pesar de esta legítima opción adoptada por la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, desde 1997, sus 
miembros,  así  como  personas  vinculadas  a  esta,  han  sido  víctimas  sistemáticas  de  masacres,  ejecuciones 
extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, actos de violencia sexual, 
detenciones arbitrarias, destrucción de bienes elementales para la sobrevivencia de la población, incineración de 
viviendas, amenazas de muerte, anuncios de exterminio de la comunidad, robo de animales de carga, bombardeos 
indiscriminados, capturas ilegales, montajes judiciales, extorsiones y chantajes. Asimismo, a lo largo de estos años 
de  existencia,  altos  funcionarios  gubernamentales  y  altos  oficiales  de  la  Fuerza  Pública  han  desarrollado 
verdaderas  campañas  de  estigmatización  contra  la  Comunidad  de  Paz  y  sus  miembros,  señalándolos  falsa  y 
temerariamente de ser aliados de la “subversión” y oponerse a la lucha contrainsurgente del Estado.
Las  y  los  abajo  firmantes  nos  dirigimos  a  Uds.,  expresamos  nuestra  inmensa  preocupación  por    las  recientes 
decisiones de la Corte Constitucional de Colombia que  restringen ilegítimamente el pleno y efectivo ejercicio 
del  derecho  a  defender los  derechos  humanos  de la  Comunidad  de  Paz  de San  José  de  Apartadó  (Antioquia, 
Colombia)  y  que  constituyen  una  gran  amenaza  para  la  actividad  de  denuncia  de  las  organizaciones  de  la 
sociedad civil y de personas que defienden los derechos y libertades fundamentales. 
A pesar de esta legítima opción adoptada por la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, desde 1997, sus 
miembros,  así  como  personas  vinculadas  a  esta,  han  sido  víctimas  sistemáticas  de  masacres,  ejecuciones 
extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, actos de violencia sexual, 
detenciones arbitrarias, destrucción de bienes elementales para la sobrevivencia de la población, incineración de 
viviendas, amenazas de muerte, anuncios de exterminio de la comunidad, robo de animales de carga, bombardeos 
indiscriminados, capturas ilegales, montajes judiciales, extorsiones y chantajes. Asimismo, a lo largo de estos años 
de  existencia,  altos  funcionarios  gubernamentales  y  altos  oficiales  de  la  Fuerza  Pública  han  desarrollado 
verdaderas  campañas  de  estigmatización  contra  la  Comunidad  de  Paz  y  sus  miembros,  señalándolos  falsa  y 
temerariamente de ser aliados de la “subversión” y oponerse a la lucha contrainsurgente del Estado.  Comunidad de Paz, perseguida en Colombia
 Las  y  los  abajo  firmantes  nos  dirigimos  a  Uds.,  expresamos  nuestra  inmensa  preocupación  por    las  recientes 
decisiones de la Corte Constitucional de Colombia que  restringen ilegítimamente el pleno y efectivo ejercicio 
del  derecho  a  defender los  derechos  humanos  de la  Comunidad  de  Paz  de San  José  de  Apartadó  (Antioquia, 
Colombia)  y  que  constituyen  una  gran  amenaza  para  la  actividad  de  denuncia  de  las  organizaciones  de  la 
sociedad civil y de personas que defienden los derechos y libertades fundamentales. 
A pesar de esta legítima opción adoptada por la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, desde 1997, sus 
miembros,  así  como  personas  vinculadas  a  esta,  han  sido  víctimas  sistemáticas  de  masacres,  ejecuciones 
extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, actos de violencia sexual, 
detenciones arbitrarias, destrucción de bienes elementales para la sobrevivencia de la población, incineración de 
viviendas, amenazas de muerte, anuncios de exterminio de la comunidad, robo de animales de carga, bombardeos 
indiscriminados, capturas ilegales, montajes judiciales, extorsiones y chantajes. Asimismo, a lo largo de estos años 
de  existencia,  altos  funcionarios  gubernamentales  y  altos  oficiales  de  la  Fuerza  Pública  han  desarrollado 
verdaderas  campañas  de  estigmatización  contra  la  Comunidad  de  Paz  y  sus  miembros,  señalándolos  falsa  y 
temerariamente de ser aliados de la “subversión” y oponerse a la lucha contrainsurgente del Estado.
Las  y  los  abajo  firmantes  nos  dirigimos  a  Uds.,  expresamos  nuestra  inmensa  preocupación  por    las  recientes 
decisiones de la Corte Constitucional de Colombia que  restringen ilegítimamente el pleno y efectivo ejercicio 
del  derecho  a  defender los  derechos  humanos  de la  Comunidad  de  Paz  de San  José  de  Apartadó  (Antioquia, 
Colombia)  y  que  constituyen  una  gran  amenaza  para  la  actividad  de  denuncia  de  las  organizaciones  de  la 
sociedad civil y de personas que defienden los derechos y libertades fundamentales. 
A pesar de esta legítima opción adoptada por la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, desde 1997, sus 
miembros,  así  como  personas  vinculadas  a  esta,  han  sido  víctimas  sistemáticas  de  masacres,  ejecuciones 
extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, actos de violencia sexual, 
detenciones arbitrarias, destrucción de bienes elementales para la sobrevivencia de la población, incineración de 
viviendas, amenazas de muerte, anuncios de exterminio de la comunidad, robo de animales de carga, bombardeos 
indiscriminados, capturas ilegales, montajes judiciales, extorsiones y chantajes. Asimismo, a lo largo de estos años 
de  existencia,  altos  funcionarios  gubernamentales  y  altos  oficiales  de  la  Fuerza  Pública  han  desarrollado 
verdaderas  campañas  de  estigmatización  contra  la  Comunidad  de  Paz  y  sus  miembros,  señalándolos  falsa  y 
temerariamente de ser aliados de la “subversión” y oponerse a la lucha contrainsurgente del Estado.  



