El informe que la Comisión de la Verdad presentó en Bogotá y que se replica en Madrid y en Bilbao esta semana, es desarrollo del Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado y las FARC en el 2016.
El Informe puede consultarse en https://www.comisiondelaverdad.co/hay-futuro-si-hay-verdad, y constituye un esfuerzo por esclarecer las causas y las responsabilidades extrajudiciales de los intervinientes en el conflicto armado colombiano en los últimos sesenta años, así como las consecuencias para las víctimas y para las instituciones, todo en aras de construir un relato colectivo que ayude a sanar a la sociedad y que evite la repetición de una guerra que continúa con el ELN y el EPL y con las bandas criminales ligadas al narcotráfico.
El Informe consta de diez volúmenes que se refieren a los hallazgos, conclusiones y recomendaciones cuyo desarrollo será observado por una Comisión en los próximos siete años.
Los demás volúmenes se refieren al relato histórico de la guerra, a las violaciones de los derechos humanos y sus responsables, contenido en el volumen “Hasta la guerra tiene límites”; la guerra en las regiones y contra el campesinado, recogida en el volumen “Colombia adentro”; el volumen “Sufrir la guerra” que versa sobre los impactos en las víctimas, excombatientes, comunidades y la naturaleza; el volumen de testimonios “Cuando los pájaros no cantaban”; un volumen étnico que aporta a la verdad de los pueblos indígenas, afrodescendientes, negros, raizales, palenqueros y rrom; el volumen “Mi cuerpo es mi verdad” sobre el impacto en las mujeres y en las personas LGTBIQ+; el volumen “No es un mal menor” sobre impactos en la niñez y en la adolescencia; y el volumen “Colombia fuera de Colombia” sobre más de un millón de personas exiliadas por la guerra, entre ellas las que han pasado por el refugio del Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la Violencia en Colombia que aportó a la Comisión los archivos de veinte años de exilio.
Ponerse de acuerdo en lo que sucedió –y en lo que sigue sucediendo- es una tarea que exige el compromiso de varias generaciones, es un paso obligado para reconstruir la sociedad, las familias, las instituciones, y para resolver el conflicto que continúa y para evitar que se repita.
La verdad de una guerra tan larga y cruenta no tiene un dueño, ni es fruto de un sólo enfoque. Es una construcción social basada en documentos y testimonios. El Informe pone los cimientos para la construcción colectiva de una historia que no ha terminado.
El Informe de la Comisión de la Verdad se complementa con el trabajo de la Jurisdicción Especial para la Paz, que está juzgando las responsabilidades penales en los delitos graves cometidos dentro del conflicto armado interno de Colombia, guerra que aspiramos termine mediante el diálogo y la negociación, para acercar un futuro basado en la verdad y en la paz con justicia social.
Colectivo de Colombianos-as Refugiados-as en Asturias-Luciano Romero
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