Che a los 49 de su siembra.
“ Che fue asesinado en Bolivia y su vanguardia guerrillera militarmente derrotada pero en el Altiplano triunfó finalmente un movimiento del que forman parte continuadores de su heroico destacamento, que lo reivindica como paradigma y ha hecho de Vallegrande y la Higuera lugares sagrados de un nuevo socialismo”
“ ¿Cuál es la mejor manera de conmemorar el aniversario del Che?
…. el mejor regalo sería ver a las nuevas generaciones creyendo y luchando por otro mundo posible, donde la solidaridad sea hábito, no virtud; la práctica de la justicia una exigencia ética; el socialismo el nombre político del amor”.
“Allá en la Palestina sufrida y olvidada está el Che. Que de estar vivo estaría dando su sangre contra aquella injusticia, o estuviera levantando la voz en cuanto organismo internacional inoperante y cómplice existe actualmente. Nos diría que olvidáramos esos supuestos espacios internacionales y que corriéramos presurosas todas a apoyar al pueblo palestino.”
«la absoluta vigencia de los valores humanistas, del inconformismo radical y la rebeldía que significa el Che en las luchas del presente»
«Y son los descamisados, las madres olvidadas, los indios abandonados a su terrible suerte durante más de quinientos años, las afrodescendientes excluidas por su piel calcinada, los jóvenes condenados por el simple delito de ser joven, los campesinos desplazados, en fin todas los empobrecidas por la infamia del capitalismo han hecho cantar la selva, han retomado las calles, han abarrotado las ciudades, y derrocado gobiernos obedientes al imperialismo y sus ladronas multinacionales, con la claridad de que una victoria de cualquier país sobre el imperialismo es una victoria de todos, así como una derrota de una acción cualquiera es una derrota para todos nosotros.» colectivo Luciano Romero.
«No importaba la raza, el continente, la religión, la ideología; cada uno le amó a su modo, le tomó su voz de río interminable, acompañó el trote de su Rocinante.»
«..el nombre del Che es bandera de rebeldía en la enorme superficie del globo donde los pueblos están esclavizados todavía, y allí donde el socialismo urge revolucionarse a sí mismo.»
Retratado en las balas
Con voz perfecta
Con la mano larga pa´ tocar la estrella
El Comandante de este barrio ha dejado huellas
Ve por lo que quieras con actitud
Pa´ onde sea, haga lo que crea, pero lea
Vea, infórmese, fórmese, no se duerma
Tome el mando de su rumbo, camine libre por el mundo
No pierda un segundo más
Queda tanto por hacer
Nada que perder
Solo como el Che, renacer una y otra vez
Trabajo digno p´al obrero
Del continente entero
Es lo que espero
No le doy color, le pongo esmero
No hay peros, ni pelos
Y no es por los ceros
Es por algo que yo hago, lo que amo y quiero ¡ahhh!
Gaucho de oro fino,
Flor de aguapé
Por un rato vino,
Vino y ya se fue
Gira el torbellino
De iré y volveré:
Bolívar, Sandino,
Sandino y el Che.
Nos dejó un camino,
Nos dejó una fé.
Gaucho de oro fino,
Flor del aguapé.
Lo han cubierto/ de afiches de pancartas
de voces en los muros
de agravios retroactivos
de honores a destiempo
lo han transformado en pieza de consumo
en memoria trivial
en ayer sin retorno
en rabia embalsamada
han decidido usarlo como epílogo
como última thule de la inocencia vana
como añejo arquetipo de santo o satanás
y quizás han resuelto que la única forma
de desprenderse de él
o dejarlo al garete
es vaciarlo de lumbre
convertirlo en un héroe
de mármol o de yeso
y por lo tanto inmóvil
o mejor como mito
o silueta o fantasma
del pasado pisado
sin embargo los ojos incerrables del che
miran como si no pudieran no mirar
asombrados tal vez de que el mundo
no entienda que treinta años después sigue bregando dulce y tenaz por la dicha del hombre.
Los que vivimos esta historia, esta muerte y resurrección de nuestra esperanza enlutada,
los que escogimos el combate y vimos crecer las banderas, supimos que los más callados
fueron nuestros únicos héroes y que después de las victorias llegaron los vociferantes
llena la boca de jactancia y de proezas salivares.
El pueblo movió la cabeza:
y volvió el héroe a su silencio.
Pero el silencio se enlutó hasta ahogarnos en el luto cuando moría en las montañas
el fuego ilustre de Guevara.
El comandante terminó asesinado en un barranco.
Nadie dijo esta boca es mía.
Nadie lloró en los pueblos indios.
Nadie subió a los campanarios.
Nadie levantó los fusiles, y cobraron la recompensa aquellos que vino a salvar
el comandante asesinado.
¿ Qué pasó, medita el contrito, con estos acontecimientos?
Y no se dice la verdad pero se cubre con papel esta desdicha de metal.
Recién se abría el derrotero y cuando llegó la derrota fue como un hacha que cayó
en la cisterna del silencio.
Bolivia volvió a su rencor, a sus oxidados gorilas, a su miseria intransigente,
y como brujos asustados los sargentos de la deshonrra, los generalitos del crimen,
escondieron con eficiencia el cadáver del guerrillero como si el muerto los quemara.
La selva amarga se tragó los movimientos, los caminos, y donde pasaron los pies
de la milicia exterminada hoy las lianas aconsejaron una voz verde de raíces
y el ciervo salvaje volvió al follaje sin estampidos.
El Ché Jesucristo
fue hecho prisionero
después de concluir su sermón en la montaña
(con fondo de tableteo de ametralladoras)
por rangers bolivianos y judíos
comandados por jefes yankees-romanos.
Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistas
cuyo portavoz fue Caifás Monje
mientras Poncio Barrientos trataba de lavarse las manos
hablando en inglés militar
sobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas de coca
sin siquiera tener la alternativa de un Barrabás
(Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrilla
y enseñaron el camino a los rangers)
Después le colocaron a Cristo Guevara
una corona de espinas y una túnica de loco
y le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burla
INRI: Instigador Natural de la Rebelión de los Infelices
Luego lo hicieron cargar su cruz encima de su asma
y lo crucificaron con ráfagas de M-2
y le cortaron la cabeza y las manos
y quemaron todo lo demás para que la ceniza
desapareciera con el viento
En vista de lo cual no le ha quedado al Ché otro camino
que el de resucitar
y quedarse a la izquierda de los hombres
exigiéndoles que apresuren el paso
por los siglos de los siglos
Amen
No porque hayas caído
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la Sierra.
No por callado eres silencio.
Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerios, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos,
Che Comandante,
amigo.
Con sus dientes de júbilo
Norteamérica ríe. Mas de pronto
revuélvese en su lecho
de dólares. Se le cuaja
la risa en una máscara,
y tu gran cuerpo de metal
sube, se disemina
en las guerrillas como tábanos,
y tu ancho nombre herido por soldados
ilumina la noche americana
como una estrella súbita, caída
en medio de una orgía.
Tú lo sabías, Guevara,
pero no lo dijiste por modestia,
por no hablar de ti mismo,
Che Comandante,
amigo.
Estás en todas partes. En el indio
hecho de sueño y cobre. Y en el negro
revuelto en espumosa muchedumbre,
y en el ser petrolero y salitrero,
y en el terrible desamparo
de la banana, y en la gran pampa de las pieles,
y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,
tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
vivo, como no te querían,
Che Comandante,
amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro
de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
que manda compañera, ordena amiga,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada día ministro,
cada día soldado, cada día
gente llana y difícil
cada día.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante,
amigo.
Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña.
El de la selva, como antes
fue el de la Sierra. Semidesnudo
el poderoso pecho de fusil y palabra,
de ardiente vendaval y lenta rosa.
No hay descanso.
¡Salud, Guevara!
O mejor todavía desde el hondón americano:
Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
morir para vivir como tú has muerto,
para vivir como tú vives,
Che Comandante,
amigo.
Yo tuve un hermano.
No nos vinos nunca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.
No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.
“No porque hayas caído
tu luz es menos alta…” Nicolás Guillén.
Padre nuestro que estás en todas partes,
En el llano, en la sierra y en los montes
Én el indio que llora su desgracia,
En el latino que es vilipendiado.
Santificado es ya tu Nombre.
Unenos en tu reino
Para poder hacer tu voluntad
Así en la tierra como en el cielo,
Y´más allá del cielo y de la tierra.
Para acabar de una vez con la indigencia
De aquellos a quienes pertenece más tu Reino
Y se mueren en grupos
En todas las esquinas de la América
Sin que nadie quiera darles
El pan suyo de cada día de hambre y de miseria.
No nos perdones nunca nuestras deudas,
Ni perdones tampoco las ofensas
Que te hemos proferido pasando indiferentes
ante tanta mejilla abofeteada,
Apartando los ojos para no ver tu rostro
En cada humillación desamparada.
Perdonanos si quieres la nostalgia
De no haber nacido en otro tiempo
Cuando andabas repartiendo panaderías
Y cooperativas pesqueras,
Escuelas, hospitales y reformas agrarias.
Perdónanos si quieres la tristeza
De contemplar tu imagen convertida
En estrategia de mercadotecnia,
Sirviendo de incentivo a las trivialidades
Que siempre despreciaste.
Nunca perdonaremos a tantos que nos deben;
A los que nos privaron de conocerte vivo,
Ni a los que han malgastado
treinta años de tu ejemplo.
No nos dejes caer en la tentación
De perdonar a un solo mercader o demagogo
Que utilice tu nombre o tu figura
Para engordar su infamante bolsillo,
Y líbranos del mal de enajenarnos
Ante tanta desgracia.
Hasta la victoria siempre.
Amén
Zamba al «Che»
Víctor Jara
Vengo cantando esta zamba
con redoble libertario,
mataron al guerrillero
Che comandante Guevara.
Selvas, pampas y montañas
patria o muerte su destino.
Que los derechos humanos
los violan en tantas partes,
en América Latina
domingo, lunes y martes.
Nos imponen militares
para sojuzgar los pueblos,
dictadores, asesinos,
gorilas y generales.
Explotan al campesino
al minero y al obrero,
cuanto dolor su destino,
hambre miseria y dolor.
Bolívar le dió el camino
y Guevara lo siguió:
liberar a nuestro pueblo
del dominio explotador.
A Cuba le dió la gloria
de la nación liberada.
Bolivia también le llora
su vida sacrificada.
San Ernesto de La Higuera
le llaman los campesinos,
selvas, pampas y montañas,
patria o muerte su destino.
Hace mil hombres nacieron
multiples como la caña
las de un niño hombre y pueblo
tus manos son la montaña
son Maestra y Bahia Grande
son Guerrilla, son el Granma
son Cuba libre, son Patria
tus manos siguen viviendo
dicen pueblo, pueblo, pueblo
tus manos siguen viviendo
dicen fuego, fuego, fuego
tus manos, aun muertas estan viviendo
porque aprientan el gatillo
combatiente guerrillero
de aquel enorme fusíl
la voluntad de los pueblo
tus manos siguen viviendo
dicen fuego, fuego, fuego
tus manos buscan tu cuerpo
dicen pueblo, pueblo, pueblo
tus manos las está besando el pueblo
tus manos, tus manos, che
tus manos llenan de fé
llenan de fé en la victoria
tus manos, tus manos che,
cantando les dice el pueblo
hasta siempre venceré
tus manos,
aun muertas estan luchando,
porque tus manos,
no te las cortaron rogando.
tus manos,
aun muertas estan luchando
porque tus manos
no te las cortaron rogando.
Sí el poeta eres tú,
como dijo el poeta,
y el que ha tumbado estrellas
en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
qué tengo yo que hablarte Comandante
Silvio Rodríguez
Dijo Guevara el hermoso,
viendo al África llorar:
en el imperio mañoso
nunca se debe confiar.
Y dijo el Che legendario,
como sembrando una flor:
al buen revolucionario
sólo lo mueve el amor.
Dijo Guevara el humano
que ningún intelectual
debe ser asalariado
del pensamiento oficial.
―Debe dar tristeza y frío
ser un hombre artificial,
cabeza sin albedrío,
corazón condicional.
Mínimamente soy mío,
ay, pedacito mortal.
Mario Terán, antiguo suboficial jubilado, que fue el que ejecutó la orden de asesinar a quemarropa a Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1967 en la escuelita de La Higuera en Bolivia, vivía en el más completo anonimato en Santa Cruz. Hundido totalmente en la indigencia, subsistía sólo con su miserable pensión de antiguo soldado y había perdido la vista, víctima de una catarata que no había podido curar, por falta de recursos..
La Operación Milagro, apoyadapor Cuba y Venezuela, consiste en operar gratuitamente a los latinoamericanos pobres que sufren de cataratas y otras enfermedades oculares..más de un millón de personas ya se ha beneficiado de esa misión..
Pablo Ortiz, periodista boliviano que trabaja para el diario El Deber de Santa Cruz, contó la historia: “Terán tenía problemas de cataratas y fue curado en la Operación Milagro, por médicos cubanos, totalmente gratis”. Luego dio más detalles: “El tipo es un perfecto desconocido. Nadie sabe quién es. Está en la ruina y se presentó en el hospital de Operación Milagro, y fue operado. Nos lo contó su propio hijo, que fue al diario para hacer un agradecimiento público […]
Terán debe su vista a los emisarios de la salud que siguen el ejemplo internacionalista del hombre a quien mató.
..uno de los más grandes revolucionarios de la historia del siglo XX, el ejemplo del Che permanece “grande, muy grande, enorme” y sigue brillando “intensamente” gracias al sacrificio de decenas de miles de médicos cubanos que, en el anonimato de su acción heroica por los cuatro puntos cardinales, persisten en la creencia de que otro mundo, menos cruel, es posible.
El Che durante la Conferencia de Punta del Este
La letrinocracia
Después del fracaso del desembarco de los soldados en Cuba, los Estados Unidos anuncian un gran desembarco de dólares en América Latina.
Para aislar a los barbudos, el presidente Kennedy ofrece a los latinoamericanos torrentes de donaciones, préstamos, inversiones:
— Cuba es la gallina de los huevos de oro — comprueba el Che Guevara, en la conferencia panamericana de Punta del Este.
El Che denuncia este proyecto de soborno como una tomadura de pelo. Para que nada cambie, se desencadena la retórica del cambio. Suman medio millón las páginas de los informes oficiales de la conferencia, y no hay página que no hable de revolución, reforma agraria y desarrollo. Mientras los Estados Unidos tumban los precios de los productos de América Latina, prometen letrinas a los pobres, a los indios, a los negros: no maquinarias, ni equipos, sino letrinas:
— Para los señores técnicos —acusa el Che—, planificar es planificar la letrina. Si les hicieramos caso, Cuba podría ser… ¡un paraíso de la letrina!