Declaración y propuestas de los pueblos indígenas ante crisis climática
Los pueblos indígenas amazónicos suscribieron una carta de la Madre Selva Amazónica al mundo en la que declaran la Emergencia Climática en la Amazonía y la movilización permanente en defensa de sus territorios.
El documento expone la crítica situación y el punto de no retorno en que se encuentra la Amazonía por un conjunto de agresiones y amenazas emanadas de un sistema económico global insostenible.
La carta es suscrita por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), y sus organizaciones nacionales en los 9 países amazónicos.
Ella representa en conjunto a más de 511 pueblos indígenas, incluyendo más de 60 pueblos en situación de aislamiento y contacto inicial, que salvaguardan y defienden el bosque para las futuras generaciones.
texto completo de la carta :
https://coicamazonia.org/wp-content/uploads/2020/12/CARTA-DE-LA-AMAZONIA_COICA.pdf
COICA denuncia la voracidad de los sectores extractivos, agroempresariales y energéticos que devoran los derechos presentes y futuros a un ritmo de destrucción de 1.76 acres de selva destruida cada 6 segundos.
Ante la dramática e insostenible situación la COICA acuerda elevar su voz y tomar acción a través de la presente Declaración una de cuyas propuestas es implementar el Fondo de Emergencia Climática para la Amazonía.
El fondo permitirá financiar de forma directa iniciativas de energías renovables, economía indígena, educación intercultural, medicina tradicional, restauración, soberanía y seguridad alimentaria para la vida plena en los territorios indígenas.
La COICA exhorta a la ciudadanía mundial a entender la importancia de la Amazonia y de los pueblos indígenas, para la supervivencia del planeta, y llama a una acción urgente para detener los efectos del cambio climático.
Datos urgentes
La Amazonía es el bosque tropical más grande del mundo con más de 8 millones de kilómetros cuadrados que absorben más de un billón de toneladas anuales de gases de efecto invernadero, convirtiéndose en uno de los ecosistemas fundamentales para la mitigación del cambio climático.
La Amazonía es un gran reservorio de agua dulce, que nace en los Andes, formando una multitud de cursos de agua que escurren y alimentan a los ríos principales de la región hasta confluir, la mayoría de ellos, en el río Amazonas (RAISG, 2020), el río más grande del planeta.
Los bosques amazónicos albergan más de 600.000 millones de árboles, creando los impresionantes “ríos voladores” o grandes flujos aéreos de agua en forma de vapor, que causan lluvias a más de 3.000 kilómetros de distancia, fundamentales para el ciclo hídrico en Suramérica.
Destrucción acelerada
COICA indica que el sector extractivista nunca estuvo en cuarentena y, más bien, intensificó sus actividades, lo que dejó al descubierto la ineficacia de las normas a favor de los pueblos indígenas.
Solo entre 2001 y 2019, el 13 por ciento de la Amazonía fue devastada por el avance del fuego.
En 2020 la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) registró 4.472 localidades donde se practica minería ilegal en la Amazonía, 87 por ciento de estas en fase activa de explotación.
Respecto a la deforestación solo entre agosto de 2019 y julio de 2020 hubo un incremento del 33 por ciento en deforestación que el mismo periodo del año anterior, lo que equivale a derribar 8 veces la ciudad de Río de Janeiro.
Revivir el verdadero espíritu del Acuerdo de París
Gregorio Mirabal, coordinador general de la COICA
La COICA afirma la perentoria necesidad de «revivir el verdadero espíritu del Acuerdo de París – AdP y frenar la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas y de la identidad cultural».
Después de cinco años, el Acuerdo de París evidencia que los líderes mundiales no han hecho los esfuerzos necesarios por mitigar el calentamiento global y cambiar el modelo de desarrollo que devora el planeta y devasta la Amazonía.
Actualmente, los pueblos indígenas de la Amazonía no son parte activa de las políticas nacionales e internacionales sobre los bosques, Cambio Climático y su financiamiento global.
En tal sentido, invoca responsabilidad y acción urgente a los líderes mundiales, y reconozcan a los pueblos indígenas y comunidades territoriales por su rol trascendental en el cumplimiento de las metas globales y replanteamiento de la ambición climática.
Ello implica reconocer y demarcar el 100% de los territorios indígenas «como medida de conservación efectiva», garantizando el uso de los recursos conforme a las estructuras organizativas, costumbres, tradiciones y prácticas propias.
Otra exigencia es detener los acuerdos comerciales extractivistas y que las instituciones financieras internacionales dejen de capitalizar proyectos lesivos para la Amazonia.
Asimismo, se deben reconocer y financiar soluciones climáticas conjuntas entre Estados y Pueblos Indígenas, basadas en nuestros conocimientos y saberes ancestrales, como una propuesta de desarrollo alternativa, que respete la Amazonía y la vida.
Para tal efecto, es esencial que los gobiernos reconozcan, apoyen y financien las Contribuciones Determinadas Nacionales (NDC) vinculadas a los territorios de los pueblos indígenas.
Espacio de diálogo y trabajo conjunto
La COICA demanda que los gobiernos definan espacios de diálogo para impulsar la organización de plataformas climáticas de los pueblos indígenas en los nueve países amazónicos en aplicación del párrafo 135 del Acuerdo de París.
El trabajo conjunto entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, empresas responsables, COICA y sus organizaciones de base, debe permitir un mecanismo financiero transparente que permita direccionar la inversión climática en los pueblos indígenas.
De igual modo, implementar iniciativas y compromisos que garanticen el acceso de los pueblos indígenas a energía y transporte alternativos, eficientes y limpios, desincentivando decididamente el uso de combustibles fósiles y acelerando la descarbonización de la inversión y las economías.
Para evitar el colapso de los servicios ambientales de la Amazonía, es necesario detener la deforestación e iniciar procesos de restauración que reviertan los impactos que ha soportado por décadas.
Para esto último, la COICA y sus bases deben ser incluida como protagonistas en las metas y el diseño de proyectos de restauración de ecosistemas al 2030 definido por la ONU como mecanismos innovadores.
La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) está integrada por las siguientes organizaciones territoriales:
AIDESEP, Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana.
APA, Asociación de Pueblos Amerindios de Guayana.
CIDOB orgánica, Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano.
COIAB, Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña.
CONFENIAE, Confederación de las Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana.
OPIAC, Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.
ORPIA, Organización Regional de Pueblos Indígenas del Amazonas (Venezuela).
FOAG, Federación de Organizaciones Autóctonas de Guayana Francesa.
OIS, Organizaciones Indígenas de Surinam.
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