La Cajamarca de Perú.
En Caxamarca hay un pequeñito espacio, (ridículo en tamaño respecto a las hermosas catedrales, iglesias y construcciones coloniales en el barroco peruano de la capital regional), donde dicen que Atahualpa capturado ofreció llenar de oro hasta la altura de una raya que ahí colocan en la pared “del rescate” a cambio de su libertad. Todos los textos de referencia a esa situación corresponden a los escribanos coloniales; ni una sola referencia a los propios incas; de manera que “El Rescate”, a estas alturas del siglo XXI se convierte en una continuación de ka colonia, de la humillación del Inca, y la frase institucional de “Cajamarca donde comenzó todo”, y los museos en el hospital de mujeres y hospital de hombres coloniales, donde hay muestras de “arte precolombino y preincaico”, pero interpretados todos esos restos por los mismos escribanos españoles sin ni una referencia a la autointerpretación quechua o incaica.. produce una sensación de colonialidad preocupante que indicarian que en Cajamarca hay mucho conformismo o que no hay otras interpretaciones de la historia.. pero no.
Nada extraño tiene que un esquema propio de valoraciones haga recaer en cajamarcquinas y cajamarquinos la responsabilidad en el asesinato del Inca Atahualpa (pese al oro los españoles lo ejecutaron, y además colocan en el “museo” la frase de que aunque estaba condenado al fuego en realidad lo ultimaron retorciéndole el cuello”), pero de ese estigma de quienes mataron o dejaron matar al Inca se ha pasado a reconocer en Cajamarca uno de los espacios de resistencia y rebeldía más significativos del presente peruano, que tiene rango universal al confrontar a una de las mayores empresas extractivistas del mundo que lleva más de 20 años operando en la región.
Y sigue siendo el oro, como con los españoles, el motivo de la rapiña.
Nos lo reitera César Aliaga, actual responsable en el gobierno regional del desarrollo social, y antes vicepresidente de la región cajamarquina, que actuó también como presidente por un tiempo.
El origen político de la actual administración regional tiene que ver con las Rondas campesinas, un sistema organizativo nacido a finales de los 80 con una motivación exclusiva de seguridad frente al abigeato, pero que posteriormente fue recuperando sistemas comunitarios de justicia, y desde los años 2000 se convirtió en defensora del medio ambiente, para conformar con otros espacios organizativos la movilización activa y la controversia con la minera, cuyas explotaciones a cielo abierto destruyen lagunas y perjudican al principal ecosistema andino, la jalca, reservorio y acumulación de agua que después revierte a los valles andinos.
Agua sí oro no, se ha escuchado desde entonces en cada actividad social en cada movilización y en cada demanda ambiental.
Y en la jalka se encuentran los yacimientos de oro. Pero Cajamarca es esencialmente rural , la más rural de las regiones peruanas con un 65 % de su población asentada en el campo con mucho minifundio y producción irregular de alimentos y leche. De manera que “campesinos”, en el término desafortunado de organización consolidada en el gobierno de Velasco Alvarado (que superpone y sustituye al de indígenas, mayoritariamente quechuas, y que ha contribuido esa campesinización a la pérdida de referentes originarios incluida la lengua en numerosos lugares), campesinos y campesinas han sido también quienes se han visto en la obligación de defender su agua apropiada y contaminada por la corporación minera Yanacocha, de matriz norteamericana.
Cuando la minera se lanza a otros 5 proyectos mineros, coopta a las autoridades, incluido al presidente Humala que había estado en campaña prometiendo e incluso incitando la defensa de los territorios y el rechazo a Conga (uno de los megaproyectos de Yanacocha), y que de repente, dicen que sin avisar siquiera a su primer ministro, se pronunció por la minera sin ninguna justificación, se produce una intensa movilización, incluida la específica de mujeres, y las calles de Cajamarca se revelan, hay huelgas generales, hay estado de emergencia decretado por Humala, hay muertos.. pero los proyectos se paralizan, y se produce un empate .. que sigue pendiente de dirimirse.
De las rondas campesinas y del rechazo a la minería surge la candidatura de Gregorio Santos y de un partido propio con siglas MAS,movimiento de afirmación social, que en una primera contienda obtine apoyos del 4%, en la siguiente el 17%, en la tercera ganan la presidencia regional con el 30%, y después vuelven a ganar con el 45% de los votos, pese a tener en la cárcel, preventivamente y sin juicio a su líder Goyo Santos.
Un gobierno regional que emite leyes para preservar las cuencas delos ríos de la explotación minera, que son declaradas inconstitucionales por el Tribunal Supremo, y un gobierno regional que es desde luego atacado por la poderosa minera Yanacocha con procesos judiciales contra sus funcionarios, especialmente contra el presidente Goyo Santos hasta lograr encarcelarlo por muchos meses.
La empresa tiene una instancia de persuasión, ALAC, (asociación los Andes de Cajamarca) que ofrece proyectos millonarios a los gobiernos, y que mantenía subyugados a los anteriores al MAS;
también se producen microconflictos alrededor de las explotaciones en los que la población dialoga, exige contrapartidas, firma convenios que, al no cumplirse por la empresa contribuyen a fomentar conflictos de grado medio, a los que se suman derrames grandes de mercurio, y se van provocando los ya megaconflictos como los de envergadura de Conga, con controversias en tribunales internacionales.
En tanto el gobierno regional intenta promover proyectos y programas campesinos con cultivos andinos de alimentación , quinua, chochos, habas, la cadena de la papa y la pañela de caña, y un proyecto ganadero de 80 millones para mejorar la producción lechera tradicional, al mismo tiempo que se apoya al campesinado indígena en la disputa de tierras y agua con la gran minería destructora, y se intenta proteger al gran ecosistema de la jalka a 3mil metros de altura.
..hasta que se presente,como esperan, la siguiente confrontación con la minera Yanacocha, que aunque haya robado el nombre quechua, siguen llevando los mismos ojos de ávida rapacidad del oro que impulsaron a los españoles de la colonia a asesinar a Atahualpa.
Entre la Cajamarca peruana y la Cajamarca colombiana se ha establecido una relación de resistencia similar al oro, de consignas parecidas en el Agua sí-oro No, y de aspiraciones comunes para preservar sus territorios, relaciones que se han retroalimentado con visitas recíprocas e intercambio de experiencias,como la reciente Consulta Popular ganada por goleada en marzo en la Cajamarca de Colombia, donde “la arracacha ganó a la Anglo Gold Ashanti”.