La guerra sucia, la guerra contra los líderes sociales en Colombia, tiene esa modalidad de las amenazas, que se cumplen. Por eso son tan efectivas, por ello es tan importante confrontarlas con medidas que eviten los crímenes. Por eso la Defensoría del Pueblo editó y trabaja con las Alertas Tempranas.
En un clima de ensañamiento contra las personas que ejercen liderazgos sociales, y con un crecimiento de asesinatos que reportan en abundancia todos los Informes, locales y extranjeros, ahora, de nuevo, le ha tocado recibir amenazas al movimiento indígena, y una de las destinatarias es Aída Quilcué.
En otro momento Aída fue Consejera Mayor del CRIC, la regional indígena más potente de Colombia. En otra época los militares dispararon contra la camioneta de la organización creyendo que ella iba en su interior. No estaba aún en el coche, iba su compañero que fue asesinado, Edwin Legarda. Un día antes del homicidio Aida había regresado de Ginebra, donde asistió a sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Nueve años después el estado colombiano pediría perdón a Aída por este crimen, pero ella públicamente le pidió al padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, que acoja el caso de su esposo para terminar con el sufrimiento de no saber quiénes dieron la orden del homicidio que iba destinado a ella.
Después Aída viajó a Asturias, https://www.cric-colombia.org/portal/aida-quilcue-la-gaitana-del-siglo-xxi-en-asturias/ invitada por el gobierno autonómico, participó junto a otras autoridades indígenas en la elaboración de la estrategia asturiana de cooperación con los pueblos indígenas. Y vino con su hija Mayerly de 10 años, porque también la habían amenazado de muerte. https://ukhamawa.blogspot.com/2009/08/asturias-alcuentru-pueblos-indixenes.html
Antes, al ser elegida la primera mujer para dirigir el CRIC, le había correspondido encabezar una de sus mayores movilizaciones, la Minga que obligó al entonces presidente Uribe a llegar a la María Piendamó, donde ambos, Aída y Uribe, intervinieron de forma confrontativa, y desde entonces, en venganza, nunca ha cesado la persecución.
Y antes de eso, en 1994, el desbordamiento del río Paez mató a más 1.000 personas. La mayoría de las víctimas pertenecían a los 15 grupos Nasa y Aida fue una de las miles personas que tuvo que salir del resguardo de Vitoncó por el desastre natural, porque el caserio donde vivía había desaparecido. En esa tesitura parece que conoció al que sería su compañero, padre de Mayerly, acribillado por un retén militar .
Aída Quilcué ha estado en todas las cortes y parlamentos de Europa y USA, y con ella conversó la delegación asturiana varias veces, en distintas etapas de su militancia, incluida su candidatura al Senado de la República.
Ahora ostenta una de las más altas responsabilidades en el movimiento indígena, http://miradoriu.org/spip.php?article700 y sin embargo no hay dificultades para que las amenazas arrecien, lleguen con agilidad a diversas instancias sin que el gobierno de Duque cumpla con sus obligaciones constitucionales de proteger al liderazgo indígena, en este caso del pueblo nasa, otro de cuyos integrantes Abel Coicué, se encuentra ahorita protegido en Asturias.
https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/declaran-objetivo-militar-a-aida-quilcue-y-a-otros-lideres-de-cauca-368278