Llueve sobre Iquitos, pero es una lluvia de verano, suave y tranquilizadora pues estamos en las últimas semanas del estiaje, los ríos están a su más bajo nivel y en sus orillas se forman grandes playas de arena blanca.
Loreto es casi tan extensa como España, para llegar a su capital Iquitos ha de ser por río o por aire y por esos mismos medios es la comunicación por todo el departamento, habitado por 12 Pueblos Indígenas.
En cambio en Iquitos en su centro urbano una riada impresionante de 7.000 motocarros ensordecen sus calles centrales con una preocupante contaminación acústica ambiental.
Por los caminos del Che.
Llueve sobre Iquitos en las mañanas, con suavidad, y entramos a un pequeño locutorio donde se ven carteles del Che: nos cuenta la señora «Indira» que la semana pasada estuvo Aleida Guevara en Iquitos, que fue muy bien recibida, que la acompañaron a diversas visitas por el Río y que se fortaleció el espíritu de rebeldía de la familia y de la población: la señora Indira pertenece a un BPA, que ahora tienen un congresista electo, y donde se juntan varias sensibilidades de la izquierda amazónica..
La Amazonía peruana, con pobladores milenarios en su territorio, tuvo una ocupación de jesuitas durante 130 años, hasta que fueron expulsados en la corte de Carlos III.
La acción peculiar de los padres jesuitas, de no permitir la esclavitud de indios, pero sí «reducirlos» en concentraciones urbanas, donde se les evangelizaba y «civilizaba», significó un brusco cambio y deterioro evidente en la Vida de los Pueblos originarios.
Un militar español, Francisco de Requena, que estuvo a cargo de la gobernación de 1780 a 1794, dentro de su esquema colonialista llegó a elaborar sesudos informes sobre la Amazonía, tratando de entender desde adentro este mar verde.
Por eso, por sus esfuerzos y conocimientos, después fue incorporado al Consejo de Indias.
La lejanía y aislamiento de Loreto hace que no llegue el estado peruano, en la independencia y después y hace también que hubiera incluso periodos federales de autonomía. Y es con el auge del caucho cuando se provoca una llegada masiva de colonos y el crecimiento espectacular de Iquitos.
Así pues, con LA EXPLOTACION DEL INDIO Y DEL CAUCHO, creció la que algunos consideran una ciudad de las más racistas, en una zona que sigue siendo tratada de forma colonial por los distintos gobiernos de Lima con pobladores que padecen desnutrición pese a la inmensidad de riquezas propias, porque la culinaria autóctona ha sido destruida, por el desprecio impuesto por los curas españoles, y sustituida por productos de importación encarecidos..
La energía eléctrica que abastece a Iquitos, la más cara del Perú, es producida por una planta termoeléctrica, y su gestión provoca de tiempo en tiempo las protestas, señalamientos y movilizaciones de una población que se ha rebelado contra Lima en varias ocasiones:
Una de ellas, en el 91, contra el intento de Fujimori de imponer la explotación petrolera a lo bruto y sin consulta. Fujimori tuvo que negociar, la movilización fue un éxito, y esa fecha y esa movilización es considerada como clave para el inicio de una conciencia y preocupación ambientalista generalizada.
Naturalmente que son las comunidades indígenas las que con su Sabiduría y conocimiento de tecnologías apropiadas, siguen defendiendo la Selva.
Pero han contribuido a la mentalización ecologista, programas e investigaciones desarrollados conjuntamente por profesores y el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, IIAP, con éxito y aceptación entre los pobladores urbanos, como la construcción de nidales de arena en los colegios, para criar a las taracayas que estaban al borde de la extinción..Y ahora, estas tortugas del río, se recuperan en muchos miles que son reincorporados a las aguas por los propios niños y niñas, o los mariposarios, en colegios y comunidades, que permiten la implicación y conocimiento de las fases y detalles de la vida de las mariposas, y también algunos ingresos económicos.
De la Potencialidad inmensa de la Amazonía no haría falta comentar, por obvia, en un uso respetuoso y sustentable de la Biodiversidad casi infinita:
En ese campo el IIAP con 25 años de labor, con un funcionamiento autónomo respecto a los gobiernos sucesivos, garantizado por el 80% del presupuesto dependiente del cannon petrolero, y con algo de participación de organizaciones indígenas, merece el respeto de todas las personas y colectivos con los que hemos conversado.
Sus programas, desarrollados con buenos profesionales, tienen que ver con el ordenamiento ambiental, con el aprovechamiento de la diversidad biológica, con la investigación en biotecnología, con educación ambiental, con ecosistemas terrestres en donde entran los mencionados programas de taricayas y mariposarios.
Y con un programa de ecosistemas acuáticos que al parecer es la fortaleza mayor del IIAP pues en él se incluye la utilización de especies de río, en cautividad, con altos porcentajes de productividad en las comunidades..
¿Y los indios qué?
Pues los indios estarían bien, si los dejaran en paz.. cosa que no ocurre.
La CONAP regional nos reporta que hay 12 Pueblos Indígenas, distribuidos y asimilados a las cuencas de los ríos Pastaza, Morona, Tigre, Corrientes, Ucayali y Marañon, y que han sido diezmados por la acción de la hepatitis B y la malaria.
La educación, la salud, la alimentación y la producción son las preocupaciones esenciales de la organización, y en el caso de las petroleras varios casos se han dado de ocupación de las factorías por las Comunidades, debido a la matazón de peces provocada en los lugares donde operan.
Los indígenas amazónicos no tienen representación directa en el Congreso, y su voz tarda en llegar: ahora la preocupación está centrada en las nuevas concesiones otorgadas a varias petroleras, entre las que se encuentra la «española» Repsol.
Por ejemplo:
En las cercanías de Iquitos, para la gente con prisa, se les ofrecen tour turísticos que incluyen a familias indígenas, a poca distancia.
En nuestro caso, de la mano del dirigente regional de CONAP visitamos la comunidad de San Andrés, del Pueblo Bora, a sólo media hora de bote por el río Nanay.
Una posta médica sin medicinas ni trabajadores de salud, y un alto deterioro cultural, alimentario y de dignidad, observamos, a pesar del esfuerzo de algunos dirigentes, sobre todo mujeres, que estaban construyendo su maloca para desarrollar labor de recuperación de la lengua propia.
Esta comunidad, desplazada hace 50 años de las orillas del Putumayo, solo tenía dos maestras mestizas y a las muchachas y muchachos a los que se invitó a saludar en Bora, ninguna se atrevió.
En cambio, una de las familias o clanes, ha desarrollado en otra maloca un programa de turismo, que incluye venta de artesanía directamente a los turistas, danzas de la anaconda y otras, y la gestión de un pequeño canon por persona o grupo que accede a realizar sus fotografías..(?)