Delfin Tenesaca, el nuevo Presidente de la ECUARUNARI, o sea la Organización Andina de la poderosa CONAIE, convoca a retomar valores, y a la defensa y construcción de Soberanía Alimentaria
Delfín Tenesaca “Tenemos que volver a amar a la Pachamama”
DECLARATORIA: 2010 Año de la movilización por la Soberanía Alimentaria
- Asamblea Nacional de Organizaciones por la Soberanía Alimentaria
- Conferencia Nacional de Soberanía Alimentaria (CNSA)
Tawka kawsay Mamallaktata mashkanakunchik
Construimos el Estado Plurinacional
Delfín Tenesaca “Tenemos que volver a amar a la Pachamama”
- Mediante movilización de conciencias y acciones políticas
- Sin Revolución Agraria, no hay Sumak Kawsay, ni Soberanía Alimentaria
Quito, 4 de febrero de 2010.- En el Auditorio de la Universidad Andina “Simón Bolívar”, repleto con representantes y líderes de más de 75 organizaciones nacionales, regionales, provinciales y de base de pueblos y nacionalidades, y varios sectores del país, se realizó el lanzamiento de la declaratoria 2010 “año de la movilización nacional por la Soberanía Alimentaria”.
En este acto de trascendental importancia para la sociedad ecuatoriana y el mundo, el presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador ECUARUNARI, Delfín Tenesaca, en su intervención claramente dijo: es un problema muy serio que estamos viviendo actualmente en el mundo, en nuestro país, en nuestras comunidades y familias ya que la Soberanía Alimentaria está en peligro. Y por eso todos y todas debemos declararnos primero en una movilización de conciencias, de volver a una alimentación sana para nuestros hijos y la sociedad.
Hacer esta movilización de conciencias desde el ayllu (familia), significa movilización de conocimientos, de saberes milenarios de nuestros abuelos, pero también tiene que ser una movilización política. Porque no se puede cambiar el sistema alimentario solo con discursos, con papeles, sino con acciones, de cambio de conciencia de cada y forma de ser de cada persona.
Entonces esta movilización tiene que ser con la participación de pueblos, nacionalidades, campesinos, artesanos, trabajadores, estudiantes, hombres y mujeres para defender nuestra Pachamama que está muy enferma. Y para esto hay que aprobar y aplicar las mejores leyes para sí llegar al Sumak Kawsay. Igual claramente debemos decir, si no hay Revolución Agraria, redistribución y recuperación de tierras, agua en el país, no hay liberación, ni cambios, tampoco habrá una Soberanía Alimentaría.
Invitamos a todos y todas, incluido los medios de comunicación, porque pocos viven bien, mientras que la mayoría del pueblo vivimos en la pobreza, porque aun tenemos un sistema político caduco que nos ha llevado a esas grandes inequidades e injusticias.
Por lo tanto tenemos que volver a amar, cuidar y respetar a nuestra Pachamama, a la madre naturaleza, como a nuestros hijos/as y fortalecer nuestras economías solidarias, si no hacemos esto no habrá Soberanía Alimentaria y esto también tiene que entender nuestro gobernante y autoridades de turno.
Desde los pueblos kichwas del Ecuador, saludamos y nos unimos al llamado que ha hecho el presidente de Bolivia, hermano Evo Morales A, que ha convocado a todos a participar en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra a realizarse del 20 al 22 de abril del 2010 en Cochabamba (Bolivia) para juntos salvar al planeta.
Los pueblos originarios históricamente hemos sostenido la Soberanía Alimentaria
Para el Asambleísta, Gerónimo Yantalema, integrante de la Comisión de Soberanía Alimentaria, la declaratoria responde a las necesidades que han manifestado los campesinos, pueblos y nacionalidades indígenas que históricamente han sostenido la Soberanía Alimentaria, el cuidado de la tierra, del agua y han sido los que día a día producen para que haya comida para los ecuatorianos.
“Queremos llamar la atención del Gobierno Central y de los gobiernos seccionales, para promover la implementación de políticas públicas en el marco de la elaboración y aprobación de la Ley Orgánica de Soberanía Alimentaria. Nuestro interés por estar movilizados nace porque la propia Ley Orgánica de Soberanía Alimentaria deja definido diez leyes conexas como: la ley de tierras, desarrollo agrario, semillas genéticas, de agua entre otros”, dijo el Asambleísta Yantalema.
Con esta declaratoria las organizaciones indígenas, campesinas y sociales asumen la tarea de estar movilizados de manera permanente, para que la Asamblea Nacional con procesos participativos y agenda conjunta elabore las leyes que garantice la soberanía alimentaria para el pueblo ecuatoriano (willachik: G.V.S).
Poca importancia de las autoridades del Gobierno
Luego de la suscripción pública con más de cien firmas de los representantes de diversas organizaciones de esta declaratoria nacional, los directivos de la Asamblea Nacional de Organizaciones por la Soberanía Alimentaria y de la Conferencia Nacional de Soberanía Alimentaria (CNSA) hicieron las invitaciones respectivas a las principales autoridades y funcionarios del gobierno actual, para entregar la Declaratoria sobre la Soberanía Alimentaria.
Poca importancia dieron las principales autoridades y funcionarios a este acto, apenas llegaron el vice Ministro de la Coordinación Política, el subsecretario de la Secretaria de Pueblos y tres Asambleístas de la Asamblea Nacional y no hubo más. Los que asistieron todos dijeron que estaban de acuerdo con la propuesta presentados desde las organizaciones y que acogerán para ser canalizados por sus respectivos ministerios y leyes conexas del régimen de Soberanía Alimentaria en la Asamblea Nacional.
Patricio Zhingri T.
Comunicación ECUARUNARI
DECLARATORIA DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE ORGANIZACIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y DE LA CONFERENCIA NACIONAL DE SOBERANÍA ALIMENTARIA (CNSA)
El pueblo soberano, al aprobar la nueva Constitución de la República, reafirmó su voluntad para construir una nueva forma de convivencia en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el Sumak Kawsay.
Ha sido nuestra decisión construir una sociedad donde sea lindo vivir. Una de las mayores expresiones del Sumak Kawsay es el derecho que tenemos todas y todos al acceso permanente y seguro a alimentos sanos, suficientes y nutritivos, producidos y procesados en nuestra tierra por manos de nuestras familias de campesinos, agricultores, pescadores y recolectores, en correspondencia con las diversas identidades y tradiciones culturales. Esta es la Soberanía Alimentaria, que hoy no existe, que debemos construir y que la Constitución establece en su Artículo 281, como un derecho del pueblo, un objetivo estratégico y una obligación para el Estado.
La alimentación es el derecho humano más fundamental y, para realizarlo, miles de hombres y mujeres campesinas, indígenas, cholas, mestizas, afro ecuatorianas, montubias y de otros pueblos, han trabajado arduamente durante generaciones para proveer alimentos diversos a toda la población. A pesar de esto, son el sector más olvidado de nuestra sociedad. Ahora la capacidad de proveer alimentos sanos y suficientes, y de decidir lo que comemos, está en riesgo. ¡La soberanía alimentaria está en peligro!
A partir de la segunda Guerra Mundial las políticas alimentarias cambiaron y la llamada Revolución Verde se consolidó como el paradigma para la producción de alimentos, con la promesa de salvarnos del hambre y la desnutrición por medio de monocultivos extensivos, agro tóxicos, maquinarias, nuevas semillas y otras tecnologías modernas. Hoy, después de décadas de implementación de este modelo, la crisis agroalimentaria se ha develado con toda su fuerza.
El hambre no ha terminado, la desnutrición avanza, la obesidad es una epidemia global, la salud humana se deteriora por consumir comida “chatarra” y alimentos contaminados. Los pueblos campesinos, indígenas, cholos, mestizos, afro ecuatorianos y montubios, cada vez son más pobres y abandonan el campo y su trabajo. El suelo se erosiona rápidamente y ha perdido su fertilidad, a pesar de contar supuestamente con más y mejores fertilizantes. Las plagas y enfermedades en animales y cultivos aparecen con más fuerza y frecuencia, a pesar de contar supuestamente con más y mejores venenos para controlarlas. Nuestros mares y manglares están siendo arrasados por una industria irresponsable que acaba con todo. El agua escasea y se contamina por el deterioro de los bosques nativos, páramos, humedales y otras fuentes hídricas, y por el uso de insumos nocivos.
Las leyes e instituciones públicas están al servicio de este modelo, y muchas de las universidades y centros tecnológicos lo siguen promoviendo. Los productores y productoras han perdido su autonomía y dependen totalmente de estas tecnologías peligrosas que no han resuelto sus problemas. La tierra y el agua están concentradas en manos de gente cuyo interés es únicamente “lucrar”, no “alimentar”.
La comercialización está dominada por intermediarios inescrupulosos y grandes cadenas de supermercados que sacan provecho del trabajo del productor y de la ignorancia del consumidor. Aumentan las importaciones de alimentos “baratos” de otros países, desprotegiendo por completo la agricultura nacional.
Y por supuesto, todo este sistema injusto es financiado por los consumidores ecuatorianos, quienes sin saberlo, ayudamos a mantener y reproducir este sistema aportando miles de millones de dólares al año que van a parar a los bolsillos de mercaderes y fábricas de agro tóxicos, mientras nuestros hermanos y hermanas agricultores, pescadores y recolectores se llenan de sudor y trabajo que nadie valora.
¡Y es por esto que estamos aquí!
Para que todos y todas tengamos alimentos sanos, sabrosos y suficientes, alimentos de nuestra tierra, nuestro mar, nuestro manglar. Para que tengamos alimentos cultivados, recolectados y elaborados por nuestras familias de pequeños y medianos agricultores, pescadores artesanales y pueblos del manglar, hombres y mujeres campesinas, indígenas, cholas, mestizas, negras y montubias. Familias y pueblos trabajan, cuidan, respetan y veneran la tierra, el agua y todos nuestros recursos, para garantizar nuestro derecho y el derecho de nuestros hijos y generaciones futuras a disfrutar de tanta riqueza con la que hemos sido privilegiados.
NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del agro negocio neoliberal sin escrúpulos que ha despojado el derecho campesino y arrasa con todo. VAMOS A CONSTRUIR el camino de una agricultura para la vida que genere trabajo auténtico y una economía solidaria; que recupere el control de la tierra, el agua y la semilla para la agricultura familiar, campesina, indígena; que devuelva el mar y el manglar a nuestros pueblos pescadores y recolectores.
NO VAMOS A CONTINUAR por el camino de la tecnocracia empresarial y la revolución verde, que han desconocido y desvalorizado el conocimiento profundo de nuestros pueblos y que han contaminado la tierra, el agua y nuestro alimento, enfermando a miles de agricultores y consumidores. VAMOS POR UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE, vamos por la agroecología, por una nueva tecnología apropiada, que recupere y potencie los saberes y las prácticas ancestrales, donde los agricultores trabajemos en alianza con la naturaleza y no en contra de ella; donde defendemos la fertilidad de la tierra.
NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del monocultivo expansionista e insostenible y la pérdida de nuestra riqueza mayor que es la biodiversidad. VAMOS A CONSTRUIR sistemas productivos diversificados, integrales; vamos a recuperar y conservar nuestra semilla y nuestro patrimonio.
NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del mercantilismo que convierte al alimento en un objeto con poco valor, pero con alto precio, en el que unos pocos se enriquecen gracias al trabajo campesino y a la pobreza del pueblo consumidor. VAMOS por un nuevo sistema de comercio solidario que garantice una remuneración justa al trabajo campesino y permita el acceso de todos y todas a alimentos adecuados.
NO VAMOS A CONTINUAR por el camino de un consumo inconsciente y hasta irresponsable. VAMOS a construir un consumo saludable y sostenible, recuperando formas sanas de preparar, combinar y conservar nuestros alimentos, y vamos a cooperar con las familias agricultoras en la defensa de la tierra, el agua y la semilla.
¡Este es nuestro desafío,
de ustedes y nosotros,
y esta es la hora de dar un salto
hacia la vida!
Por todo esto, la ASAMBLEA NACIONAL DE ORGANIZACIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA y
la CONFERENCIA NACIONAL DE SOBERANÍA ALIMENTARIA (CNSA)
DECLARAMOS AL 2010 COMO
“EL AÑO DE MOVILIZACIÓN NACIONAL POR LA SOBERANIA ALIMENTARIA”
Para lo cual, todas y todos los que suscribimos esta declaratoria nos comprometemos a trabajar en unidad para:
1. Difundir y sensibilizar a la población ecuatoriana acerca de lo que significa la soberanía alimentaria, promoverla y defenderla como la única alternativa al sistema agrario en colapso, evidenciando las alternativas que por décadas hemos construido y que hoy demostramos como viables.
2. Construir las nuevas propuestas de Leyes Conexas del Régimen de Soberanía Alimentaria, y de esta manera sentar las bases jurídicas para la transformación del sistema agrario y alimentario de nuestro país.