HIJO Adoptivo.

Gaspar a los 47.
El Premio a la Vida se retrasa en Langreo, otra vez por dificultades burocráticas.

Pero en su lugar y mientras tanto, mejor que cualquier premio, o un premio de envergadura mayor, se otorgaba hoy en el salón de plenos a Gaspar García Laviana, como Hijo Adoptivo.

Con Marisa García Laviana acompañando al vicealcalde, con músicas, con poemas, con las intervenciones del director general de juventud, de la alcaldesa de barrio (en nombre de Todas las asociaciones de Tuilla), del presidente de la Asociación por la Memoria de Gaspar, y por Alba,
que en nombre de Soldepaz.Pachakuti dijo que:

Saludos Cordiales a la familia de Gaspar, a las organizaciones solidarias, a las autoridades.
Hoy es un gran día para Langreo con este reconocimiento a uno de los suyos, Gaspar el misionero que araba sobre la mar, como cantaron para siempre los hermanos Mejía Godoy.

En 1986 en juntanza de muchas y muchos poetas de las Cuencas, se publicaba «El Fusil de la Ternura«, para homenajear al cura guerrillero Gaspar, y en la presentación escribía el (actual) profe de Filosofía, poeta y ensayista naloniano, Luis Alfonso Iglesias Huelga, que hacía parte del COSAL-Nalón, el comité de solidaridad con América Latina, que siguiendo la senda trazada por Gaspar, organizaría hermosas, extensas y fructíferas campañas de fraternidad.
Luís, desde La Rioja donde trabaja, nos compartía algunas letras:

“GASPAR GARCÍA LAVIANA, COMANDANTE DEL COMPROMISO
Se acostumbra a ejemplificar en metáfora gastronómica que la diferencia entre la participación y el compromiso se visualiza en unos huevos con chorizo, un plato sencillo y sabroso en el que la gallina participa pero el cerdo se compromete
Este ejemplo, tan simple, no solo escenifica la trayectoria vital de Gaspar García Laviana en cuanto a la profundidad de su compromiso con la justicia social, sino también con respecto a la sencillez de su formato.
La solidez de sus convicciones en la defensa de los derechos mínimamente humanos del pueblo nicaragüense le llevó a la muerte el 11 de diciembre de 1978 a los treinta y siete años de edad.

Murió en una emboscada de la Guardia Nacional.. pero hay muertos que nunca mueren. Por eso sus principios llevan en sí mismos un fin hoy igualmente irrenunciable: la libertad, la justicia y la igualdad. Y por ellos fue capaz de retar en combate de boxeo al campeón de tal disciplina en Nicaragua en busca de fondos para una casa de acogida o de denunciar en voz alta la insoportable prostitución de menores que la dictadura somocista toleraba e impulsaba.

“García Laviana, Gaspar. Ángel, Miguel, Comandante Martín”., así figura la entrada de la biografía de Gaspar García Laviana en la Real Academia de la Historia. Es cierto, un poeta que escribió Cantos de amor y guerra, al fin y al cabo el amor es la única posibilidad de transformar la guerra en paz. No puede ser más actual la figura de Gaspar García Laviana, el hijo de la Cuenca Minera, el misionero que como cantó Carlos Mejía Godoy “araba sobre la mar”.

Familia de Gaspar, organizaciones solidarias, autoridades, ojalá este reconocimiento inspire también a la Academia, a la Universidad asturiana, para compartir investigaciones, tesis, estudios necesarios no solo para que la Memoria se fortalezca, sino para que contribuya a reforzar las alternativas a cuerpo, a puro cuerpo de compromiso, para las transformaciones necesarias, para el cuidado de la Mama Tierra, para que las desigualdades obscenas dejen de existir y dejen de producir las dignas rabias que Gaspar y su gente sintieron ante la humillación y la explotación del campesinado nicaragüense:
«Me hieren tus mortajas/ prematuras/ de hambre/ serena.// Me hieren/ tus huesos/ entubados/ en pieles sedientas.// Me hieren/ tus ojos/ humillados/ hendiendo/ la tierra.// Me hieren/ tu duro trabajo/ y tus malas cosechas.

Nosotras, que tuvimos la suerte de tener en un alcuentru de muyeres a la comandanta Mónica Baltodano, autora de los cuatro tomos de Memorias de la Lucha Sandinista, queremos también recordar sus palabras, que nos enviaba en otro de los aniversarios de Gaspar:
“Pienso en vos, querido Gaspar, al rememorar tu partida. Tenías entonces 37 años, pero nos parecías más grande.

Fuiste de los sacerdotes y religiosas que guiaron a los chavalos y chavalas de entonces en el cuestionamiento frente a las injusticias que padecíamos. En tu querida comunidad de Tola, tu figura y tu voz permitieron construir un puño incuestionable que se sumó a la lucha, que por aquellos tiempos tuvo que ser con las armas en la mano y a la que, consecuentemente, te sumaste hasta entregar la vida.
Querías, como la mayor parte de nuestra generación, una Nicaragua libre de dictadura, libre de la guardia represiva, libre de calabozos y torturas para quienes piensan diferente. Libre de corrupción y chantajes. Pero también querías una Nicaragua con justicia social.

Trabajo honrado para todos. Tierra para los campesinos y campesinas. Fin de la odiosa discriminación a las mujeres, como lo escribió Carlos Fonseca. Te entregaste a la lucha por amor a los humildes y explotados, soñando una Nicaragua transformada.
Como dijo Sandino: ―¡Mientras Nicaragua tenga hijos e hijas que la amen, Nicaragua será libre!

Hasta donde estés, Gaspar, nuestro renovado compromiso de continuar tus nobles enseñanzas, vigentes hoy, como ayer, cuando partiste hacia las estrellas.
Gaspar, puedes estar tranquilo, desde tu Asturias querida, tu ejemplo sigue disparando auroras que nos iluminan a todos.”
En cualquier caso, Gaspar, comandante de la justicia social, sigue Sembrando Solidaridades. Mil Gracias.

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