Resistencia campesina sobre el río Putumayo,
La Delegación Asturiana de visita a Colombia por Sexto año consecutivo, recibió el explicito ofrecimiento de amistad de las organizaciones campesinas, afros e indígenas de la ribera del río Putumayo.
Como dicha visita se realizaba en los días previos al carnaval… pudiera interpretarse como de carnavalesco, o como de una obra de teatro el episodio con los militares.
El Acto Primero de la obra tuvo ribetes entre bufos y dramáticos, Controles de buques de guerra sobre el río. Intento de identificación individual de la delegación, a la que esta se negó, aludiendo a las leyes colombianas que impiden tal actuación a las fuerzas militares, y solo se la adjudican a la policía judicial, transito por otro control y otro buque de guerra a la llegada a Piñuña Negro, recibimiento cordial de la comunidad, pero enseguida…sobrevuelo de varios helicópteros sobre las casas y escuela, aterrizaje en las inmediaciones de la escuelita,…y abordaje de dos generales, con sus oficiales y escoltas a la delegación, en un intento de intimidación, quien sabe con la intención de devolverla del lugar, trato grosero a las mujeres, impidiendo que se escucharan las razones, y… mensaje directo a los campesinos, que si algo tenían que decir que se lo dijeran a ellos, que nada tenían que decir a extranjeros.. hasta que los propios campesinos les recordaron numerosos incumplimientos, entre ellos desde el paro de dos meses reciente, con compromisos que seguían pendientes de cumplir, a lo que los generales sacaron balones fuera, y echaron la culpa a los políticos, al gobernador que al parecer estaba preso, y otras lindezas en las que se distanciaban del gobierno para asegurar que ellos, los militares, si iban a resolver los problemas de las comunidades..
El Segundo Acto teatral propició la regresión del anterior: los generales (Colon y Cabrera) se dieron cuenta de que habían metido la pata, intervinieron sus oficiales incluidos los de civil de inteligencia, y empezaron de forma melosa a disculparse, a ofrecerse, a prometer, a congraciarse con la delegación.
Y admitieron que el helicóptero no debía aterrizar tan cerca, y que ellos iban a dar órdenes para que nunca más se tratara a la población como guerrilleros, y que iban a apadrinar una escuela, y que en breve llegaría al pueblo una misión medica del ejército en misión humanitaria..
Completó el segundo acto la “visita” del general al casco urbano de Piñuña Negro, donde “se dio cuenta” de sus necesidades, y de que había gente reunida esperando una reunión, y como no había comenzado, allí se metió el general, dizque sin armas, y sin permiso de nadie soltó un lamentable discurso, pidiendo disculpas por sus errores, asegurando que controlaría el maltrato de la tropa, indicando que siendo el el responsable de la erradicación de la coca no la haría hasta que hubiera medidas compensatorias, según lo pactado tras el paro, y que ellos iban a vigilar para que los puntos acordados se cumplieran..
Quer su misión era generar confianza en los campesinos, que iba a apoyar a la ganadería, a enseñar a cortar la carne que alli no sabían, a desestigmatizar a la población, que en fin se comprometía a apadrinar a Piñuña..
El Tercer Acto, también en género bufo, discurrió en el barco militar, adonde el general se empeñó en invitar a la delegación asturiana, y una parte fue, mientras la otra iniciaba con las Juntas de Acción comunal la reunión prevista.. y quienes fueron al buque de guerra, filmaron, fotografiaron, se asombraron con el general de las duras condiciones de la milicia en esta zona adversa del río Putumayo..
Y hubo un cuarto acto, o tal vez ya nada tuviera que ver o menos con el teatro de operaciones , o sea de la guerra, y sus consecuencias en la población. Dos días de reunión y testimonios de la campesinada, de las veredas de San Joaquín, de San Salvador, de la Juvenil, del Remolino de Santa Elena, de Piñuña Negro, y de Piñuña Blanca, del Alto Lorencito, de Patagonia, de Monte verde, de El Toayan, de Balsora, de Puerto Principe, del Botadero, de Puerto Tolima, de Campo Ají, del Alto Piñuña, del Consejo Comunitario Afro, de Chujiyá, de Puerto Silencio, de Aguas Negras, de la Frontera, de San Ignacio, de Peñas Coloradas, de Agua Negra, de la Paz, de La Piña, de la Perla Amazonica, del Cabildo Indigena Muruí, de la Asociación Campesina ASCAT..
Allí salieron denuncias en cantidad contra el actuar del ejército. Presas y presos por tres años, sin juicio, sin condena, liberados después sin ninguna disculpa. Secuestros, ajusticiamientos, Pasos del ejercito colombianos a territorio ecuatoriano a secuestrar aserradores de madera, llevados a la parte colombiana y apareciendo después con una camiseta, asesinados, presentados como guerrilleros. Estrategias del gobierno para maquillar las violaciones, con referencia explicitas a los generales de hoy y su actuación peculiar, (llenar la barriga con carreta, con palabrería) pero con la intención continuada de acallar a quienes presentan denuncias, Indagatorias a niños, lideres que tienen que salir de la zona por las amenazas, escuelas y casas usadas por los militares…y también la resolución de las comunidades de volver al paro, si el 23 de febrero, fecha acordada de reunión con la delegación del gobierno, no se han cumplido los puntos pactados.
Nunca vieron tantos generales en Piñuña
O las disquisiciones del señor general…
“Como aquí no hay otras instituciones del estado, nosotros, lo militares, las asumimos todas”…dijeron los generales Colón y Cabrera a la Delegación Asturiana, justificando su actuación, usurpando funciones de policía, pero también “ofreciendo” atención medica, en un lugar donde existe el mejor puesto de salud de la zona pero sin medico, sin enfermeros, cerrado a cal y canto..
“Aquí a ambos lados hay insurgencia, y nuestra misión es proteger a estos niños”
Dice el general Colón, (tocando la cabeza de uno de los niños, sorprendido por el gesto obsceno) cuyo helicóptero ha parqueado junto a la escuela, y su abundante escolta se ha entremezclado con los escolares de uniforme..
“Si ustedes tienen algo que reclamar, para eso estamos nosotros, y no para que se lo cuenten a personas extranjeras..” dicen los generales a los lideres comunitarios, los cuales, en efecto les recuerdan que hay compromisos firmados tras el paro de dos meses, y que ni uno de ellos se ha cumplido, y que si el 23-F el gobierno sigue sin cumplir, la decisión de la comunidad es volver a la movilización, porque hay infraestructura eléctrica, pero no hay luz, hay tanque de agua y cañerías, y no hay agua potable, hay dos escuelas y el ministerio no atiende sus necesidades,
“Es una pena, dicen con teatralidad los generales, que a esa parte del río, los ecuatorianos tengan mejores condiciones, y aquí nuestra gente, en efecto pase penalidades”, y se retrata así, a lo bruto, el motivo de revancha y de repercusión y persecución de la guerra a la población campesina..
“nosotros estuvimos haciendo cursos en la escuela Militar española” presumen los generales, y la Delegación Asturiana se pregunta qué tipo de contenidos tendrán esos cursos, qué acuerdos habrá entre el ejercito español y el colombiano, para que las abundantes violaciones al Derecho Internacional Humanitario observados sobre el terreno se asuman como “normales” en una guerra no declarada contra el campesinado.
Cuando las ejecuciones extrajudiciales, el robo de ganado, de alimentos, de electrodomésticos, el chantaje y la extorsión, el decomisado de combustible para las barcas y motosierras son el pan de cada día en el Putumayo.
Cuando las unidades militares se instalan en casas, en escuelas, poniendo en peligro a los civiles, o les obligan a acompañarles en las barcas, usándolos de escudos humanos.
O cuando bombardean cerca de las viviendas y a las personas que resultan heridas, a las niñas que resultan con secuelas, no las quieren indemnizar.
Cuando aterrizan sus helicópteros en los campos de arroz destruyendo las cosechas, e insultan, humillan y golpean a los trabajadores en el arroz….se pregunta o reflexiona la delegación asturiana si no correspondería más bien denegar la visa a los generales, que invitarles a compartir cursos para seguir general-izando la guerra en Colombia.
“Me comprometo a apadrinar a Piñuña, a que nunca más mis soldados maltraten a la población” arenga el general a los comuneros, y éstos, seguramente se preguntan por este cambio de lenguaje, esta nueva farsa realizada en honor de los visitantes astures, pero sin que les den posibilidad de responder si quieren o no a este tipo de padrinos con una cañonera instalada en su modesto puerto fluvial..