Belém do Pará. BRASIL
¿otra Cumbre en la AMAzonía?.
Los días 8 y 9 está convocado un encuentro de alto nivel en Belém do Pará, con los mandatarios de los 9 países que comparten territorios amazónicos.
Antes, varios de los presidentes se vieron en otra preCumbre en Leticia. Allí la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, reconoció que hay un gran reto de los Estados que conforman el Bioma Amazónico de llenar los vacíos que favorecen la criminalidad transfronteriza.
Y alrededor de ambas, organizaciones indígenas, ribereñas, negras y habitantes de la extensa región amazónica, han estado o reuniéndose, o movilizándose, propiciando sus propias propuestas para que en Belém do Pará (ciudad con más de dos millones de habitantes) tengan eco en los compromisos y decisiones, para que, como exigen, los pueblos originarios sean tenidos en cuenta en sus Derechos y propuestas de futuro.
Se espera de los países amazónicos una respuesta con acciones concretas y contundentes frente a la crisis climática y de biodiversidad, y para preservar la principal reserva hídrica del mundo.
El alto nivel de conflictividad de actores e intereses en la Amazonia, desde la minería de oro y la expansión territorial de la ganadería, hasta la tala ilegal de maderas preciosas, o la extracción petrolera, chocan con los intereses de las comunidades indígenas y negras locales, las cuales, ante la creciente violencia, no pueden recurrir a funcionarios estatales eficaces, ya que su presencia en el área es más que precaria.
Niveles record en cuanto a la deforestación caracterizan la situación con avance del cultivo de soja que penetra continuamente bosques primarios. Se calcula que en la suma global de deforestación, (20Mil km cuadrados en 2022) la Amazonía está en un 17%, muy cerca del 20%, punto en el cual se estima que ya no tendría la capacidad de regenerarse.
La Amazonía comprende 7 millones de kilómetros cuadrados, es la principal reserva hídrica del mundo, allí habitan más de 50 millones de personas y viven más de 500 pueblos indígenas.
La Cumbre representa un cambio sustancial, en cuanto a que políticas anteriores, sobre todo de Bolsonaro en Brasil, pero también de Duque en Colombia, de Lasso en Ecuador, de Boluarte en Perú, han determinado un ataque sin precedentes a la destrucción selvática, que ahora se podría empezar a corregir.
A los pocos días, el 20 de agosto, el Constitucional de Ecuador ha avalado una Consulta sobre el Yasuní: la posibilidad de dejar bajo tierra el petróleo en esa reserva especial de biodiversidad, y por lo tanto un cambio del modelo extractivista en los Bosques primarios de la zona.
Desde este fin de semana se están ya produciendo eventos no oficiales convocados por entidades gubernamentales y de la sociedad civil que reúnen a miles de integrantes de movimientos sociales de diferentes orígenes étnicos, culturales, geográficos y políticos de la Amazonía.
Los pueblos indígenas, quilombolas (que es como se denominan a las comunidades afro en Brasil), anti-extractivistas, campesinos y pobladores de la Amazonía urbana tienen presencia allí. Y entre ellos el MST, los conocidos como Sin Tierra, y el Movimiento de los Afectados por Represas (MAB), también enviaron militantes a la capital de Pará.
Aunque diversos, estos movimientos sociales tienen agenda común en cuanto a la defensa fuerte de la Selva, la calidad de vida relacionada con el desarrollo sostenible, con respeto a los derechos humanos y las formas de vida de la Selva. La prevalencia del bienestar de la población sobre los grandes emprendimientos económicos, como la agroindustria y la minería. O sea una Amazonía para las y los amazónicos.
La Asamblea de los Pueblos por la Tierra reúne a los pueblos indígenas de la Amazonía. Se incluye la Cumbre de los Pueblos Indígenas, y la Marcha de los Pueblos por la Tierra, el martes. Los indígenas están acampados en Aldeia Cabana, como se nombró al Sambódromo de Belém, en referencia al Cabanagem, un levantamiento popular amazónico que marcó la historia de Brasil.
El gobierno federal de Brasil a instancias del presidente Lula daba cabida a “Diálogos amazónicos” previos, con la propuesta de CERO DEFORESTACIÓN, y con cinco mesas para 3Mil personas cada una, con el reto de elaborar propuestas a ser tenidas en cuenta por la Cumbre de presidentes y jefes de estado.
A las autoridades indígenas les sabe a poco, y con crítica constructiva proponen que también cada país tenga en la Cumbre de mandatarios la presencia y palabra de sus líderes indígenas amazónicos.
El Foro Social Mundial PanAmazónico ha exigido que la Amazonía sea declarada Libre de minería y de mercurio (que acompaña la extracción del oro), rechazan las iniciativas de agrocarburantes con base en la palma aceitera, soya y otros cultivos porque agudizan la deforestación, y demandan que la transición energética no reproduzca el extractivismo y que el Estado garantice la soberanía energética basada en energías limpias y renovables que respeten los derechos humanos, a los pueblos indígenas y la Madre Tierra.
En los días previos se ha dado a conocer el informe sobre el financiamiento de petróleo y gas que revela la complicidad de ocho grandes bancos en la destrucción de la Amazonía.
Ocho bancos (entre los que se encuentra el Banco Santander) de EEUU, Europa y Brasil están impulsando la destrucción de la Amazonía y del clima al financiar la mayor parte del sector petrolero y de gas en acuerdos directamente relacionados con actividades en Perú, Colombia, Brasil y Ecuador, según una investigación publicada por Stand.earth y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
“Las Ganancias del colapso” demuestra que los bancos tienen un papel clave en el futuro de la Amazonía, en lugar de su destrucción. La iniciativa de protección regional liderada por los pueblos indígenas, “Amazonía por la vida: Protejamos 80% al 2025”, también menciona la necesidad de suspender las inversiones en combustibles fósiles como uno de los pilares para alcanzar esta meta, tal como establece el Informe Final de la 22da Sesión del Foro Permanente de Asuntos Indígenas (UNPFII por sus siglas en inglés) realizada este año, el cual urge a los Estados amazónicos a proteger 80% al 2025.
Al presentar este Informe Fany Kuiru, Coordinadora General de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), ha comentado:
“La expansión petrolera en la Amazonía es una amenaza latente para los territorios indígenas y ecosistemas vitales en Perú, Ecuador, Brasil y Colombia pero además, pone en riesgo a decenas de Pueblos Indígenas no contactados cuya existencia depende de la intangibilidad de sus territorios. La degradación y deforestación combinada nos enfrenta a un punto de no retorno inminente que para nuestros pueblos se traduce en enfermedades crónicas consecuencia de la contaminación, en la pérdida de nuestra soberanía alimentaria por los metales pesados que están en los peces y el agua que bebemos y, en una violencia sistemática contra quienes defendemos nuestro hogar. Los bancos, financieras y empresas que invierten en la región y cuyas utilidades se derivan de la explotación petrolera, son cómplices de la muerte de nuestros líderes, de nuestras culturas y formas de vida. Exhortamos a los mayores inversionistas de la banca a salir de la Amazonía de forma inmediata.”
Además del presidente anfitrión Lula, participarán los presidentes o representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador (cuyo presidente en funciones Lasso no acudirá), Guyana, Perú (es la primera vez que viaja al exterior Boluarte, y a su predecesor Pedro Castillo actualmente preso el Congreso no le permitió viajar en su año de mandato hasta el Golpe que lo defenestró), Surinam y Venezuela. En representación de la Guayana Francesa, fue invitado el presidente de Francia Emmanuel Macron. Deben estar presentes los jefes de estado de otros tres países con bosques tropicales: Congo, República Democrática del Congo e Indonesia. También se esperan Alemania y Noruega, los financiadores más antiguos del Fondo Amazonía.
El documento que se apruebe en esta Cumbre será presentado durante la próxima Asamblea de las Naciones Unidas, en septiembre, en Nueva York, de cara a la COP28, organizada por Emiratos Árabes Unidos en Dubái.
También Brasil y Belén do Pará acogerán la Cumbre del Clima de la ONU de 2025. La COP30. ¿pero tal vez para entonces sea tarde para muchas de las perentorias propuestas para Salvar a la Amazonía y al planeta?
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