Despatriarcar..
Descolonizar
El 5 de septiembre de 1782 ejecutaban de manera cruel a Bartolina Sisa Vargas, guerrera aymara que se opuso a la dominación colonial. En honor a su lucha, desde el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco, Bolivia, se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena para rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y para visibilizar sus derechos.
En 1975 se celebró en México la Primera Conferencia de la Mujer, en la que 189 países firmaron la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación de la Mujer. No fue hasta 1995 que se reconoció la situación particular de la Mujer Indígena y la doble estigmatización que sufre; un acceso a la salud deficiente, se han documentado miles de esterilizaciones forzadas, soportan un desprecio constante por su vestimenta y sus costumbres, por mencionar solo algunas de las vulneraciones a su dignidad y derechos.
Además, los conflictos por los recursos naturales se incrementan, afectando particularmente a las mujeres que son golpeadas, ultrajadas, mutiladas, y asesinadas. Mujeres que son botín guerra, campo de batalla. Padecen las consecuencias de la emigración como el abandono por largos años o una vida entera; conducen la jefatura de las familias que quedan en el país; son las responsables de la educación de las hijas e hijos, sufren desarmonía y las secuelas de la emigración de sus familiares.
Frente a estas muchas inequidades, se busca promover a las mujeres como mediadoras políticas en conflictos medioambientales, se fomenta la economía social y las cajas de ahorro comunitarias; se crean programas de creación de trabajo, huertas comunitarias y cooperativas; y se montan proyectos educativos inclusivos a gran escala. Las mujeres indígenas cumplen un rol fundamental manteniendo y transmitiendo las lenguas originarias, saberes y prácticas ancestrales de diálogo y armonía con la Pachamama.
Desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad a través de la conservación de las semillas, en la recuperación de prácticas agroecológicas que garantizan la soberanía y seguridad alimentaria desde la producción de alimentos saludables, muchas veces a contracorriente de las políticas y acciones mayoritarias que proponen otro tipo de prácticas de alimentación.
Resisten la tenaz defensa de los territorios ancestrales, en la lucha contra la discriminación étnica y de género, en la defensa de sus culturas y libre determinación, contra los fundamentalismos políticos y religiosos que se oponen a la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres.
Recuerdan el ejemplo de sus ancestras que lucharon contra la colonia, por sus derechos, por la vida. Esa memoria acompaña, fortalece y guía, para seguir potenciando sus organizaciones y avanzar en la construcción del buen vivir y la vida plena.
Cada una/o, desde su lugar, puede ayudar a promover los derechos de las mujeres indígenas en mayor o menor medida. Superar los gestos cotidianos de discriminación y racismo que se dejan pasar como inadvertidos.
“En un momento en que la COVID-19 ha afectado a todas las facetas de la vida y todos los sectores de la sociedad, reconocemos a las mujeres y niñas indígenas como agentes de cambio indispensables ante los nuevos desafíos. Más que nunca, ha llegado el momento de que aprendamos de su resiliencia frente a la adversidad y de que los Estados les otorguen el lugar que les corresponde como líderes influyentes. ONU Mujeres seguirá trabajando con mujeres indígenas de todo el mundo para asegurar que sus voces y experiencias estén a la vanguardia de los planes de reconstrucción y recuperación tras la COVID-19”.
Al honrar y recordar a mujeres indígenas como Berta Cáceres o Bartolina Sisa, desde la Agencia asturiana de Cooperación y la Coordinadora Asturiana de ONGD, pretendemos seguir acompañando sus Derechos, reconocidos pero no cumplidos.
Puxa, Víva el día internacional de la Mujer Indígena.
Propuestas al Premio Nota SOL: http://www.miradoriu.org/spip.php?article430
Volvió a oírse a Anabel Santiago en la placa de homenaje a Berta Cáceres, junto a las facultades que hay en el antiguo cuartel del Milán en Oviedo.
La Coordinadora asturiana de ONGd y la Agencia asturiana de cooperación del gobierno asturiano, convergieron para celebrar el día internacional de las mujeres indígenas.
Xulio Ríos y Anabel Santiago habían compuesto una canción, Me Acuerdo del Agua, https://vimeo.com/182442380, al poco tiempo del crimen de la lideresa lenca hondureña, y la habían estrenado en este mismo lugar. Esta semana se cumplían los 54 meses, 4 años y medio del crimen por el que se está exigiendo #JusticiaParaBerta.
El Día Internacional de las Mujeres Indígenas, fue instituida en 1983 por el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco (Bolivia), en honor a la lucha de Bartolina Sisa Vargas, guerrera aymara que se opuso a la dominación colonial y que murió brutalmente asesinada en 1782, en La Paz, Bolivia.
El Día Internacional de la Mujer Indígena se celebra cada 5 de septiembre para rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y para visibilizar sus gestas .
Se aprovecha para enviar un saludo de dignidad y de fuerzas a todas las mujeres originarias quienes gestionan la vida desde los territorios, con cada acción para liberar la madre tierra, con cada contribución por sanar el territorio junto a las ancestralidades.
Se hace mención especial a las organizaciones OFRANEH y COPINH en Honduras, Oripanto Oayapo Tuonde Asociación de Mujeres Yukpas de la Sierra de Perijá, a las hermanas del Pueblo Nasa, a las hermanas del Pueblo Wayuu, a las hermanas del Pueblo Mapuche, a las hermanas de Guatemala, a las hermanas de Bolivia, a las indígenas de la AMAzonía, quienes como muchas otras mujeres indígenas atraviesan una realidad en que se atenta sistemáticamente en contra de la pervivencia de los pueblos.
Además de compartir la citada música de Anabel Santiago, se leyó a dos voces, (Beatriz Coto directora de cooperación y Lucía Nosti vocal de sensibilización de la Codopa), el texto conjunto anexo, se exhibieron wiphalas de la diversidad cultural de los pueblos, y se reprodujeron consignas como
Berta Vive-La Lucha Sigue,
Jallalla Bartolina Sisa,
Puxa los Derechos de les muyeres indíxenes.
#MujeresIndígenasConDerechos
https://www.prensaindigena.org/web/index.php?option=com_content&view=article&id=38629:espana-asi-estaba-la-araucaria-del-parlamento-astur-esta-manana&catid=86&Itemid=820
Cura Da Terra es un Encuentro Global de Mujeres que se realizará este 5 de septiembre del 2020 y es organizado por y para mujeres indígenas.
En la página https://curadaterra.org/ encontrarán más información de las actividades.
Algunas de las invitadas especiales que acompañarán el encuentro son: Sonia Guajajara (Guajajara, Brasil), Nuria Gollo (Wayyu, Kenia), Adrana Guzman (Aymara, Bolivia), Yolene Koteureu (Nueva Caledonia), Eva Fjellheim (Sami, Noruega), María Choc (Q’eqchi, Guatemala), Aida Quilcué (Nasa, Colombia), Rufina Villa Hernández (Maseual, México).
La madre tierra está enferma, nuestros pueblos también. Son tiempos de pandemia y emergencia climática, ecocidio y genocidio. Hoy vivimos las consecuencia de un modelo económico, social y espiritual que ha infectado nuestros territorios y cuerpos. Un virus que pone el dinero por encima de la vida.
En medio del exterminio, las mujeres indígenas hacemos de la lucha melodía, recuperamos la tierra robada, insistimos en celebrar nuestra existencia, sembramos esperanzas, pues somos la tierra curándose a sí misma.
Las mujeres indígenas sabemos la importancia de sanar nuestros cuerpos y territorios de manera individual y colectiva. Somos las que siembran el maíz y rebelión, las que alzamos la voz en nuestra lengua y defendemos los bosques, lagos, montañas, llanuras, desiertos y mares. Somos las que decidimos sobre nuestro cuerpo y reproducimos la vida. Somos las que contamos historias frente al fuego y transformamos narrativas. Somos las que defendemos la comunidad y habitamos las ciudades, nuestra existencia es resistencia. Somos las que sueñan y construyen un mundo donde cabemos todas las vidas.
Construyamos juntas nuestro planeta ELLA, donde apostamos por tejer entre mujeres diversas que asumen la tarea de resignificar el pasado, se comprometen con el presente, con todas las revoluciones pendientes y siembran futuro.
Las invitamos a juntar nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros haceres. Las convocamos a que juntas honremos la memoria de las abuelas y defendamos el futuro de las que están por nacer. Las llamamos a curarnos el susto y a ser las parteras del futuro. Las invitamos a reunirnos, pues somos tan diversas como gotas en un río y juntas somos la cura de la tierra.