Sanadoras de la Tierra Madre.
Despatriarcalizar..
Descolonizar..
El Día Internacional de las Mujeres Indígenas se celebra cada 5 de septiembre para rendir tributo a las contribuciones de todas las mujeres pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas.
Mantienen y defienden la identidad de sus pueblos y por ello es importante que ocupen un lugar relevante tanto en el hogar y la familia, como en la política, economía y cultura.
Desempeñan un papel decisivo en la preservación de la biodiversidad a través de la conservación de las semillas, en la recuperación de prácticas agroecológicas que garantizan la soberanía y seguridad alimentaria desde la producción de alimentos saludables, muchas veces a contracorriente de las políticas y acciones mayoritarias que proponen otro tipo de prácticas de alimentación.
Este día 5-S se estableció como el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, en honor a la lucha de Bartolina Sisa, indígena Aimara asesinada brutalmente en 1782, quien representa la resistencia indígena ante la colonización española. Históricamente, simboliza el pensamiento de miles de mujeres indígenas, que han dado la vida por la dignidad y el reconocimiento de sus derechos y el de los pueblos indígenas.
Bartolina Sisa es uno de los símbolos más emblemáticos de las luchas anticoloniales del siglo XVIII en América Latina. https://vimeo.com/746481444
Resisten la tenaz defensa de los territorios ancestrales, en la lucha contra la discriminación étnica y de género, en la defensa de sus culturas y libre determinación, contra los fundamentalismos políticos y religiosos que se oponen a la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres.
Recuerdan el ejemplo de sus ancestras que lucharon contra la colonia, por sus derechos, por la vida. Esa memoria acompaña, fortalece y guía, para seguir potenciando sus organizaciones y avanzar en la construcción del buen vivir y la vida plena.
Desde la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, celebrada en Beijing, donde las mujeres indígenas visibilizaron sus reclamos específicos -derechos y demandas que no podían separarse de su pertenencia a los pueblos indígenas-, hasta la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en 2015, las organizaciones de mujeres indígenas han jugado un papel activo y se han sostenido a lo largo del tiempo en la defensa de sus derechos individuales y colectivos. Esto se refleja en lo trascendental de sus luchas, demandas y propuestas en las últimas décadas.
Uno de los derechos más importantes, y muchas veces vulnerado, es el derecho de todas las mujeres indígenas a la participación en la vida pública y al consentimiento libre, previo e informado en todas las decisiones que las afecte.
La estrategia adoptada por el movimiento de las mujeres indígenas para hacer frente a las desigualdades estructurales a las que se enfrentan en todos los países del mundo, ha sido caminar colectivamente incidiendo social y políticamente en espacios estratégicos desde lo local a lo global. Es decir, estar presentes en las asambleas comunitarias en sus territorios, llegar a los espacios nacionales con propuestas para los gobiernos y contribuir en espacios internacionales.
Las mujeres indígenas comparten ejemplos de buenas prácticas y experiencias exitosas en la protección del medio ambiente y la promoción de la sostenibilidad. Estos casos ejemplares subrayan la importancia de reconocer y valorar los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas en la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los recursos naturales.
Según la OIT, hay 476,6 millones de personas indígenas, es decir el 6,2 % de la población global. Tienen presencia en 90 países, donde resguardan 5.000 culturas. Las culturas de los pueblos indígenas están íntimamente relacionadas con el medio ambiente porque de la Madre Tierra adquieren lo necesario para vivir en armonía con todos los seres que están en el entorno que les rodea; por ello son considerados uno de los actores principales de la conservación de la biodiversidad del planeta.
“Hemos plantado árboles en nuestras casas, en las escuelas y en todos lados donde hemos podido. Hasta el momento hemos rehabilitado más de 150 mil hectáreas. El cambio ha sido magnífico, ya hay mujeres que pueden tener acceso a agua limpia, lo que ha cambiado la vida de muchas personas, pues las fuentes contaminadas causan muchas enfermedades, sobre todo entre las niñas y niños de nuestras comunidades”. Mujeres indígenas de la comunidad de Ololunga, en Kenia.
“La madre tierra está enferma, nuestros pueblos también. Son tiempos de pandemia y emergencia climática, ecocidio y genocidio. Hoy vivimos las consecuencias de un modelo económico, social y espiritual que ha infectado nuestros territorios y cuerpos. Un virus que pone el dinero por encima de la vida.”
“En medio del exterminio, las mujeres indígenas hacemos de la lucha melodía, recuperamos la tierra robada, insistimos en celebrar nuestra existencia, sembramos esperanzas, pues somos la tierra curándose a sí misma”.
“Las invitamos a juntar nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros haceres. Las convocamos a que juntas honremos la memoria de las abuelas y defendamos el futuro de las que están por nacer. Las llamamos a curarnos el susto y a ser las parteras del futuro. Las invitamos a reunirnos, pues somos tan diversas como gotas en un río y juntas somos la cura de la tierra.”
“Desde los fuegos encendidos en nuestras malokas, desde nuestras chagras y desde la vida que brota de nuestra selva, las Mujeres Indígenas Amazónicas hemos iniciado un proceso de lucha por la defensa de nuestros derechos, de formación en liderazgo y gobernabilidad.
Nos hemos llenado de argumentos y de conocimientos para hacerle saber al mundo que aquí están las mujeres hijas de la yuca dulce, del agua, del Yuruparí y la sabiduría ancestral, tejiendo el canasto de la vida de nuestros Pueblos, ya no solo como transmisoras de la cultura y dadoras y portadoras de vida, sino como artífices de su vida y su destino. Como lideresas amazónicas.”
Las mujeres indígenas tienen derechos que comparten con sus congéneres de todas las sociedades y culturas, y también derechos específicos que derivan de su condición particular en cuanto integrantes de pueblos indígenas. Sus propias organizaciones e instituciones que acompañan sus luchas los identifican del siguiente modo:
- Derecho al respeto de la identidad cultural del pueblo al que pertenecen.
- Derecho a su identificación como integrante de un pueblo indígena específico.
- Derecho a no ser asimiladas ni obligadas a aceptar prácticas culturales ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural.
- Derecho a modificar costumbres y tradiciones sociales, culturales, económicas que dañen o afecten su dignidad.
- Derecho a recuperar, como integrantes de un pueblo indígena, prácticas y tradiciones que las favorecen y dignifican como mujeres.
Asturias, con una estrategia de cooperación con los Pueblos Indígenas, debiera tener entre sus tareas la visibilización de estas luchas del presente. Contribuir al rescate de las experiencias de las mujeres indígenas, cómo mantienen vivos sus conocimientos y cosmovisión ancestral, cómo comparten, cómo transmiten su cultura a las nuevas generaciones, rescatando permanentemente su identidad.
¡¡Jallalla Bartolina Sisa!!
¡¡Jallalla Berta Cáceres¡¡
¡¡ Jallalla y que VIVAN todas las Mujeres Indígenas del mundo !!
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