era un primero de enero de 1994…cuando México contrataba a la baja un nefasto Tratado de Libre Comercio…
una extensa ola de Solidaridad recorrió el mundo..durante una década, y después? europeos y norteamericanos se cansaron? ..
pero los Pueblos de México y Latinoamérica no han olvidado la Resistencia en Chiapas..
Diecisiete años del levantamiento en Chiapas.
Gloria Muñoz Ramírez
En silencio y con un acumulado trabajo por la construcción de la autonomía, llega el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
al 17 aniversario del levantamiento que cimbró al mundo entero.
¿Qué otro movimiento en México puede, después de tantos años, mirar en alto y sin vergüenza de haberse nunca traicionado? ¿Qué otro movimiento ha sido tan duramente atacado política y militarmente durante más de tres lustros y se mantiene vivo, consecuente y digno?
Como cada año, mucha tinta corre para exigirle al zapatismo, aplaudirle o, también como cada año, darlo por muerto.
Intelectuales y periodistas que se acomodan al gobierno en turno llenan páginas de los periódicos para darle sepultura a un movimiento que le pese a quien le pese es el único que puede dirigirse a México con la certeza de que, aunque no siempre se compartan sus posturas, ha permanecido congruente y sigue viendo abajo y a la izquierda.
Con y sin reflectores encima y después de 17 años de construcción interna y hacia afuera, el EZLN y su columna vertebral (las bases de apoyo pertenecientes a los pueblos que lo conforman) no sólo han sobrevivido a cuatro periodos presidenciales que han intentado aniquilarlos, sino que también han ofrecido al mundo la certeza de que otro mundo es posible y de que, en el sureste mexicano, ese otro mundo ya existe, a pesar de la guerra de exterminio que se mantiene contra ellos.
La conformación de sus gobiernos autónomos, en los que se crean nuevas relaciones comunitarias y la política es lugar de encuentro y convivencia desde abajo, permanece como un referente y, aunque no se lo propongan, como un ejemplo de organización. Han repetido hasta el cansancio que su experiencia es inimitable, pues tiene lugar en un tiempo y espacio determinados, pero, como también lo han explicado, no se trata de repetir o copiar, sino de saber que hay alternativas y que las respuestas, las que sean, no vendrán nunca de arriba.
En enero de 1994 el mundo entero volteó a ver a México de otra manera. No era por la presentación de la primera mexicana Miss Universo o por la celebración del Pentapichichi, ni por el Tratado de Libre Comercio y la entrada al primer mundo del México salinista. Una insurrección de los indígenas mayas mostró un pueblo hasta ese momento invisible y a partir de ese día muchos cambios habrían de llegar. México no es el mismo, aunque ahora se le regatee al zapatismo su papel decisivo en las reformas que tuvieron lugar.
La guerra que se inició en Chiapas el primero de enero de 1994 se mantiene hasta nuestros días … y sus causas también.
El EZLN y sus pueblos están vivos, no se han rendido y siguen siendo una esperanza. La única, para muchos.
Hermann Bellinghausen | La Jornada
El levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cumple 17 años sin que, a juicio de las comunidades indígenas en resistencia desde enero de 1994, sus demandas hayan sido cumplidas por cuatro sucesivos gobiernos federales y seis administraciones estatales.
No obstante eso, y una prolongada estrategia contrainsurgente en su contra, las comunidades y regiones en rebeldía desarrollan una significativa experiencia de autonomía pacífica , claramente nacional, que ha resultado además eficaz defensa de la soberanía territorial mexicana en tiempos en que ésta luce muy averiada.
Llegaron a los barrios periféricos de esta ciudad la noche del 31 de diciembre de 1993. Quienes los vieron aparecer multiplicando la sombra contaron primero cientos. Hacia la medianoche ya eran miles, armados y uniformados. Se concentraron en el anillo periférico, cerca del bulevar Juan Sabines Gutiérrez, tras ocupar la plaza de San Ramón y el Puente Blanco, acceso de la ciudad viniendo de los Altos.
Por el otro extremo, por la salida a Comitán, el barrio de San Diego y la avenida Insurgentes, más tropas indígenas avanzaban hacia el centro. En el transcurso de la madrugada, los nuevos insurgentes tomaron el palacio municipal, la plaza central y de hecho, la ciudad. Lo mismo ocurría en Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano y Huixtán.
Para entonces ya estaba subvertido de manera trascendente todo el territorio indígena de Chiapas, aún ignoto para la mayoría de los mexicanos, incluyendo el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari y de los gobernadores Patrocinio González Blanco Garrido y Elmar Setzer, siendo el primero, a la sazón, secretario de Gobernación. Los pueblos mayas de Chiapas iniciaron una guerra de liberación que sigue en pie. El ¡ya basta! que la mañana siguiente dio la vuelta al mundo es un hito en la historia moderna de México.
Desde entonces, el movimiento indígena zapatista es un actor clave en la lucha política del país. Si bien los rebeldes decretaron una tregua, después de 12 días de combate en enero de 1994, la guerra no ha terminado. No se han cumplido las demandas que dieron origen al levantamiento, reconocidas como legítimas por los gobiernos de Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Además, los gobiernos sucesivos han desarrollado una incesante guerra irregular, de baja intensidad, contra las comunidades organizadas con el EZLN, sus simpatizantes, y hoy también las adherentes a la otra campaña.
En un contexto nacional de amplia militarización y combates irregulares, con frecuencia oscuros, tiende a olvidarse que las montañas de Chiapas siguen siendo la región más militarizada del país, y lo que parece paz relativa es en realidad una guerra encubierta. Con las armas como respaldo (numerosas tropas federales ocupan decenas de comunidades en el suelo indígena), el gobierno libra una sofisticada guerra económica, social (a veces disfrazada dereligiosa) y sicológica.
A lo largo de este periodo, la comunidades rebeldes no sólo han resistido y sobrevivido, sino que se transformaron perceptiblemente. En diciembre de 1994 establecieron unos 40 municipios autónomos, dando inicio a la rebeldía autonómica más prolongada y efectiva de la era moderna en el mundo. Tres lustros después, el zapatismo tiene cinco juntas de buen gobierno que, en medio de una guerra contrainsurgente en su contra, representan un factor ineludible de gobernabilidad y legalidad, literalmente pese a las políticas gubernamentales.
Los zapatistas no sólo aplicaron una reforma agraria sumamente igualitaria que elevó los niveles de vida, dignidad y libertad de millares de campesinos indígenas, sino que mediante auténticasescuelas de gobierno (entendido como servicio), las juntas de los cincoCaracoles donde operan desde 2003 han construido sistemas alternativos de educación, salud, justicia, producción y comercialización de productos agrícolas. Además, son ya tres lustros de relaciones solidarias y políticas con luchas y organizaciones del resto el país, América y Europa.
Durante 2010, activos y en lucha en las montañas el sureste, los zapatistas mantuvieron un pertinaz silencio, ocasionalmente roto para denunciar agresiones paramilitares, policiacas y militares cuando éstas alcanzan niveles intolerables, lo cual no quita que sucedan permanentemente.