12 de Octubre. Tiempo de Descolonizar.
¿sabía usted que el 12 de octubre…ha sido designado por el Movimiento Indígena, como día de la Resistencia, y por tanto de Movilizaciones por sus Derechos?
¿sabe usted que varios gobiernos latinoamericanos han declarado ya Día Nacional de la Resistencia Indígena el famoso 12 de octubre..?
¿Le comentaron que este año en la ciudad de Los Ángeles se ha aprobado una iniciativa para sustituir la festividad del Día de Colón, que se celebra el segundo lunes de octubre, por el Día de las Personas Indígenas? En dicha decisión se notifica que la llegada europea a aquellas tierras supuso «un sistémico y violento proceso de dominación, esclavitud y subyugación de la población indígena».
¿le han dicho a usted que acaban de cumplirse Diez años de que la ONU aprobara la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas del mundo?
Pero esos Derechos, ¿se están haciendo cumplir?
¿qué papel juega la DESCOLONIZACIÓN en esos Derechos reconocidos política y jurídicamente?
En Bolivia el 12 de octubre se declaró como el Día de la Descolonización y Día de la Liberación, de la Identidad y de la Interculturalidad.
En Argentina es el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.
En Belice es el Día Panamericano. En Costa Rica Día de las Culturas. En Cuba no se celebra el 12 de octubre. En República Dominicana se llama Día de la Identidad y Diversidad Cultural.
En Ecuador la denominación es «Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad.
Nicaragua y Venezuela lo asumen oficialmente como día de la Resistencia Indígena.
En Perú Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural.
“Para los pueblos originarios, el 12 de octubre es una fecha clave para su identidad, es día de lucha, reivindicación, dignidad y resistencia indígena; fecha en que recuerdan el inicio del genocidio, sometimiento y discriminación indígena. La llegada de los españoles significó la interrupción y destrucción de diversas civilizaciones originales, que de forma singular y aislada de la interacción existente entre África, Asia y Europa, elaboraron sus propias concepciones de mundo, Estado, escritura, idioma, educación, ciencia y arte.”
Durante la colonia los indígenas carecieron de autogobierno efectivo y les impusieron Ayuntamientos, Audiencias, Visitadores, Virreyes y Gobernadores, permaneciendo durante siglos sin voz en sus propios territorios ancestrales. Despojándolos de sus tesoros como el oro, la plata y las piedras preciosas, saqueando sus recursos naturales tales como el caucho, el hierro y el petróleo, explotando su fuerza de trabajo en diferentes modalidades como el esclavismo, las encomiendas, el vasallaje y el peonaje, y al mismo tiempo destruyendo o en el mejor de los casos distorsionando su propia historia.
Hace 25 años durante el “festejo” por el V Centenario del “descubrimiento” de América, se generaron e impulsaron enormes movilizaciones indígenas en todo el Continente Americano, con acciones de tomas de tierras, cierre de caminos, tomas de oficinas, marchas, plantones, vigilias, asambleas, para hacerse presentes y reivindicar sus demandas históricas y la exigencia de sus derechos como pueblos originarios.
“En todo el continente, los indígenas luchan por el reconocimiento de sus identidades y formas de vida, defienden sus territorios y recursos naturales. De Chile a Canadá, pasando por Bolivia, Ecuador, Brasil, Colombia, Centromérica y México, levantan la voz para tomar en sus manos la historia y las decisiones que les afectan.”
Por eso, el 12 de octubre ha pasado de ser el tradicional “Día de la Raza” y se ha convertido en una jornada de lucha y reivindicación de los pueblos indios.
“Así como Cristóbal Colón nunca se enteró que llegó a un nuevo continente, las élites globalizadas ignoran que sus sociedades han cambiado para siempre y que la demanda de los pueblos originarios para hacer cumplir sus DERECHOS en el presente y futuro de sus naciones, es también hoy bandera de todos los excluidos del mundo.”
El continente americano o Abya Yala, en lengua kuna, no fue «descubierto» por Cólon. La idea del descubrimiento es una idea que contiene una visión unilateral, etnocéntricamente europea. Con la idea del Descubrimiento, el día de la Raza o el Encuentro de dos mundos se echa un velo sobre lo que realmente ocurrió: un genocidio de grandes proporciones.
https://youtu.be/igqRBbxhsMQ
Se piensa que la resistencia indígena al invasor europeo se limitó al proceso de conquista que culminó en la segunda mitad del siglo XVI. Inolvidables son las descripciones de cronistas e historiadores que narran episodios tan memorables como la caída de la ciudad de Tenochtitlán -capital del imperio azteca- o el desbande de Cajamarca, donde asesinaron a Atahualpa.
Sin embargo, la resistencia al europeo fue una constante del largo período colonial. A medida que las huestes hispanas avanzaban e intentaban dominar los extensos territorios americanos, se enfrentaron a muchos pueblos que les opusieron una tenaz lucha.
El rechazo se manifestó de diversas maneras, abarcando desde la simple resistencia pasiva incorporada al quehacer diario, hasta la rebelión armada y generalizada. En muchas zonas conquistadas por el extranjero, los nativos continuaron con sus ritos y creencias, desafiando a la autoridad que intentaba imponer su religión. Estallidos locales y motines de variada intensidad conmovían de tanto en tanto a todas las provincias de la América colonial.
En la guerra de Arauco en Chile, las crueldades eran pan de cada día. Fueron numerosos los empalamientos que afectaron a los mapuche, el más conocido el realizado al toqui Caupolicán. Por el otro lado, los soldados españoles se estremecían con el sonido de las flautas, fabricadas por los mapuche con los huesos de las canillas de hispanos capturados en combate.
A la rebelión indígena se agrega la incorporación parcial de algunos elementos de la doctrina católica, con el propósito de esconder la vigencia del culto a los dioses antiguos. El sincretismo religioso de nuestros días deriva de esta reacción, que permitió al indígena mantener parte de sus creencias bajo las formas del culto cristiano.
Las tácticas militares empleadas por los naturales se fueron modificando, adaptándose a una guerra de emboscadas o «guerrillas», que evitaba la batalla a campo abierto contra las huestes hispanas.
Estas características sin duda ayudan a entender mejor la larga duración de la resistencia que opusieron los mapuche, chichimecas, chiriguanos, guaraníes, mayas, apaches y navajos, entre muchos otros.
En los siglos XVII y XVIII se registraron numerosas rebeliones indígenas al interior de las unidades administrativas coloniales. Estos conflictos fueron mucho más importantes de lo que la historiografía tradicional ha querido admitir. Con excepción del levantamiento de Túpac Amaru en 1780 -conflicto que cuenta con una vastísima bibliografía- la mayoría de los otros movimientos ha permanecido casi en las tinieblas.
Muy poco se han difundido los alzamientos de Enriquillo en La Española, de los mayas del Yucatán, de los acaxées en el actual estado de Durango, de los indios pueblo del norte de México, de los nativos de la selva amazónica liderados por Juan Santos Atau Huallpa, de los calchaquíes del noroeste argentino o de Túpac Katari-Bartolina Sisa en la Audiencia de Charcas.
Las rebeliones indígenas del período colonial se producen por diversas motivaciones que se pueden englobar en la imposición de un sistema económico y social que había quebrado las antiguas estructuras nativas. La resistencia germina cuando el aborigen decide rechazar dichas imposiciones.
El pesado servicio personal, la mita, la encomienda, instituciones laborales donde el indígena recibía escasos beneficios tras grandes esfuerzos, provocaron insatisfacciones
En el siglo XVIII, el clamor del indígena se dirigió contra la figura del corregidor. Estos funcionarios acostumbraban realizar los «repartos de mercancías». Mediante este sistema se obligaba al indio a adquirir artículos que no eran de primera necesidad (medias de seda, libros de teología, porcelana china, etc.) e incluso se lo forzaba a endeudarse. Además, muchos corregidores actuaban despóticamente en su jurisdicción, tolerando abusos y disponiendo de la mano de obra indígena.
La rebelión encabezada por José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II) simboliza la respuesta indígena más extensa frente a esa situación colonial .
Rebeliones en AMERICA DEL SUR:
– rebelión de Manco Inca en 1536, continuada por Sairi Túpac, Titu Cusi Yupanqui y Túpac Amaru hasta 1572
– movimiento del Taqui Ongo en la década de 1560
– guerras calchaquíes en el noroeste argentino desde 1562 y rebelión calchaquí en 1659 acaudillada por el español Pedro Bohórquez
– insurrección de los indios quimbayas en 1577 en el valle del río Cauca
– alzamientos de los taironas entre 1571 y 1575
– guerras protagonizadas por los chimilas, tupés y guajiros en la Audiencia de Bogotá
– rebelión de guaraníes, encabezada por Oberá alrededor de 1579 y guerras guaraníticas entre 1754 y 1756
– levantamientos generales mapuche encabezados por Lautaro y Pelantaru en 1553 y 1598 respectivamente y rebeliones mapuche de 1655-1656, 1723 y 1766
– guerras contra los chiriguanos en la Audiencia de Charcas durante el siglo XVI; levantamiento de los chiriguanos acaudillados por Aruma en 1727 y alzamientos chiriguanos en 1778 y 1799
– guerra fronteriza contra distintos pueblos del Chaco (especialmente los guaycurúes), donde sobresale el levantamiento general de 1632 en el que participaron los olongastas, capayanes y los cacanos o diaguitas
– a mediados del siglo XVII se levanta el cacique Andrés Zampati en el bajo Urubamba y posteriormente se rebelan los mismos indígenas, liderados por Mangoré y Siquirincho
– levantamiento de los nativos de la isla de Chiloé en el sur de Chile en 1712
– insurrección popular en Oropesa (Cochabamba) dirigida por el mestizo Alejo Calatayud en 1730
– rebelión de Juan Santos Atau Huallpa en la selva amazónica en tierras del Gran Pajonal, desde 1742
– rebelión de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, desde 1780
– correrías de los hermanos Tomás, Dámaso y Nicolás Catari en 1780 y 1781 y rebelión de Túpac Katari-Bartolina Sisa en la Audiencia de Charcas en 1781
– levantamiento en la ciudad de Oruro en 1781
– participación indígena encabezada por Ambrosio Pizco en el movimiento de los comuneros del Socorro en Nueva Granada, en 1781
Rebeliones en Centroamérica:
– rebelión del Bahoruco encabezada por el cacique Enriquillo en La Española entre 1519 y 1533
– alzamiento en Puerto Rico en 1511
– guerra de Mixton en el norte de México (región de Tlatenango y Suchipila), donde se levantan los cascanes al mando de Tenamaxtli en 1541
– guerras chichimecas que enfrentan a los zacatecos, guachichiles, pames, cascanes y guamares con los españoles, entre 1550 y 1590 y alzamiento general de los guachichiles en Nueva León, en 1624
– sublevación de los acaxées de la sierra de San Andrés abanderados por el «Obispo», en 1601
– levantamientos de los tepehuanes en Nueva Vizcaya, en 1616 y 1617
– rebelión de los indios guazaparis en 1632 en Sinaloa
– rebelión de las siete naciones desde 1643 en el norte de Chihuahua, que aglutina a tobosos, cabezas, salineros, mamites, julimes, conchos y colorados
– alzamientos tarahumaras en 1646, 1650-1652 y 1684-1690
– sublevación de los indios pueblo liderados por Popé, en 1680 en torno a la ciudad de Santa Fe
– levantamiento de los indigenas de la Baja California (pericúes y coras) contra las misiones jesuitas, liderados por Botón y Chicori en 1734 y 1735
– alzamiento de yaquis, pimas y mayos de Sonora en 1740 y rebelión de los pimas entre 1768 y 1770
– enfrentamientos con grupos apaches de Texas, en 1758
– movimiento encabezado por Jacinto Caneq en Yucatán, en 1761